DLa Fiscalía ha formalizado su escrito de acusación contra Shakira, en el que solicita una pena de ocho años y dos meses de cárcel para la cantante colombiana por seis delitos contra la Hacienda Pública. Después de que se esfumara la posibilidad de un pacto ―Shakira rechazó la última oferta, que suponía evitar el ingreso en prisión―, el ministerio público concluye que la artista defraudó 14,5 millones de euros esos años al evitar el pago del IRPF y el impuestos obre el patrimonio. Además de la pena de cárcel, que en caso de condena firme podría suponer su ingreso en prisión, solicita el pago de una multa de 23,7 millones de euros.
El ministerio público atribuye a Shakira seis delitos contra la hacienda pública con dos agravantes: uno, por la elevada cuantía de la defraudación y el otro, por la “utilización de personas jurídicas interpuestas”, o sea de sociedades en paraísos fiscales que le permitieron ocultar sus ingresos al fisco. La fiscalía, sin embargo, aprecia también una circunstancia atenuante que ha permitido rebajar las penas de prisión: la reparación del daño, ya que la estrella colombiana puso a disposición del juzgado 17,2 millones para hacer frente a eventuales responsabilidades. La fiscal ha solicitado que, en el juicio, se interrogue a Shakira y a un total de 37 testigos, algunos de ellos por videoconferencia.
La presentación del escrito de acusación supone que, en las próximas semanas, el juzgado de Esplugues (Barcelona) que ha investigado los hechos dictará auto de apertura de juicio oral. Eso significa entre otras cosas que, si hay pacto de última hora, Shakira tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados, aunque sea para refrendarlo. Todo apunta por ahora, sin embargo, a que el juicio se desarrollará con normalidad. La cantante ha criticado duramente a la fiscalía –a la que acusó de “intransigente” y de emplear “medios indebidos para presionar”– y busca la absolución. Pese a la exposición mediática que supone una vista oral de esas características, tiene la determinación de llegar hasta el final, trasladan fuentes de su entorno.
La Fiscalía concluye que, entre 2012 y 2014, Shakira eludió el pago de impuestos (IRPF y Patrimonio) por valor de 14,5 millones. La tesis de la acusación es que en ese periodo había iniciado ya su relación con el jugador del Barça Gerard Piqué y residía de forma habitual en Barcelona. A efectos fiscales, vivía en España y la prueba es que pasó esos años pasó aquí 183 días o más, el requisito que fija la ley para que alguien sea considerado residente fiscal. Ese es el gran elemento de discusión en este caso. Shakira ha alegado desde el principio de la investigación que disponía de residencia legal en Bahamas.
La acusación se asienta sobre los informes de los técnicos de la Agencia Tributaria, que analizaron el día a día de Shakira a través de su asistencia a peluquerías y salones de belleza, de sus visitas a la clínica Teknon durante el embarazo de su primer hijo o el alquiler de un estudio de grabación cerca de Barcelona. Los técnicos analizaron, además, las redes sociales de la artista, que permiten situarla en España la mayor parte de días del calendario.
Empresas en paraísos fiscales
En su escrito, la Fiscalía detalla que Shakira Isabel Mebarak Ripoll vivió de forma permanente en Barcelona desde 2012 y en Esplugues desde el año siguiente, donde compró una casa junto a Piqué. El primer hijo de la pareja fue inscrito ese año en el registro civil de Barcelona. Como artista internacional, Shakira debía viajar a menudo al extranjero. Pero se trataba de “estancias muy cortas”, dice la Fiscalía, con excepción de su participación en el programa The Voice, en Estados Unidos. “Una vez concluidas sus actividades profesionales o de ocio, volvió inmediatamente a España”, sigue el escrito.
Tal como ya mencionó en su querella inicial, la Fiscalía sostiene que la artista empleó un “entramado societario” para “ocultar” a Hacienda las rentas que percibía. Esas empresas -algunas, subraya el escrito, ubicadas en paraísos fiscales- eran las titulares formales de las rentas obtenidas por la actividad profesional de la cantante. La acusación cita un total de 14 empresas ubicadas en Islas Vírgenes Británicas, Malta, Luxemburgo, Estados Unidos o Panamá.
Shakira no ha podido evitar llegar a juicio y, el pasado mayo, recibió un mazazo cuando la Audiencia de Barcelona confirmó la existencia de indicios suficientes como para sentarla en el banquillo de los acusados. La cantante se mantiene firme en la defensa de su inocencia. Asegura que siempre ha mostrado “plena disposición de solventar cualquier diferencia” con Hacienda y que pagó inmediatamente, aun antes de saber cuál de las partes tenía razón, los 17,2 millones que le reclamaba la Agencia Tributaria para cubrir su responsabilidad en caso de condena.
La estrategia de Shakira pasa por asegurar, también, que siempre actuó siguiendo “fielmente las recomendaciones de los mejores especialistas y expertos asesores de PriceWaterhouseCoopers”, aunque lo cierto es que ninguno de ellos ha sido procesado y ni siquiera investigado en la causa. Su defensa insiste en que, durante los tres años investigados, Shakira “nunca permaneció el tiempo exigible según la norma” por sus compromisos internacionales” y acusa a la Fiscalía de emplear pruebas “indirectas” para intentar demostrar su residencia. Ese y otros argumentos formarán parte del escrito de defensa que la cantante deberá formalizar en las próximas semanas para responder a la acusación de la Fiscalía, pero también de la Abogacía del Estado (que actúa en nombre de Hacienda) y de la Generalitat (que recauda el impuesto sobre el patrimonio).
Shakira asegura que ha optado por “dejar el tema en manos de la ley, con la tranquilidad y la confianza de que la justicia le dará la razón”. Foto © 2022 G3/The Grosby Group
Para la cantante, este caso “constituye un total atropello” a sus derechos, puesto que ha demostrado siempre “una conducta impecable, como persona y contribuyente, y una plena disposición a solventar cualquier diferencia desde el primer momento, incluso antes del proceso penal”.
”Aún discrepando” del criterio de su equipo jurídico sobre el supuesto fraude fiscal, la artista devolvió 17,4 millones de dólares a la Hacienda española, la suma presuntamente defraudada más los intereses, y “desde hace muchos años no existe ninguna deuda pendiente”, recuerda.
Shakira lamenta que “jamás” en ningún otro país se ha topado con una “persecución con tal falta de razonabilidad y tan encarnizada”, “ni un uso tan evidente de la presión mediática y reputacional como mecanismo recaudatorio”.
La Hacienda española reclamó unos 14,7 millones de dólares al ver indicios de que en 2012 la cantante ya residía en España y estaba obligada desde entonces a tributar en este país, pero supuestamente ocultó ingresos mediante un entramado con sede en paraísos fiscales.
La artista ya pagó esos 14,7 millones de dólares y otros tres de intereses, lo que no impide que pueda ir a juicio por supuesto fraude fiscal entre 2012 y 2014.
Para la cantante, este caso “constituye un total atropello” a sus derechos, puesto que ha demostrado siempre “una conducta impecable, como persona y contribuyente, y una plena disposición a solventar cualquier diferencia desde el primer momento, incluso antes del proceso penal”. Foto: Instagram @shakira
El caso se remonta a 2017, cuando los denominados “papeles del paraíso”, una investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), revelaron que residía en Barcelona junto a su marido, el futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, y sus dos hijos, pero estaba supuestamente domiciliada en el paraíso fiscal de las Bahamas.
El mes pasado la artista anunció su separación del jugador, su pareja en los últimos doce años.
La investigación aseguraba además que la cantante gestionaba en dos países con ventajas fiscales, Malta y Luxemburgo, unos 32 millones de dólares por derechos de autor de sus canciones.
Los abogados de la cantante aclararon que residía en las islas Bahamas desde 2004 pero los años siguientes tuvo que viajar “sin parar”, que hasta 2015 su presencia en España no superó el plazo que la obliga a tributar y que la gestión de esos millones se realizaba desde 2007 a través de una sociedad maltesa que “cumple con todos los requisitos legales”.
MUDANZA Y CONDICIONES
Ante el acoso por parte de la prensa que sufren en la propiedad en la que habitaba la familia completa, Shakira solicitó la posibilidad de radicarse en Miami con los pequeños, de 9 y 7 años; hecho ante el que el marcador central en principio se negó. Pero según el programa La mesa caliente (Telemundo), habría cambiado de posición y estaría dispuesto a firmarle los permisos, con dos condiciones innegociables.
Shakira junto a Piqué y sus hijos Milan y Sasha
¿Cuáles son? Que le garantice cinco pasajes en primera clase por año para visitar y estar cerca de los niños y un monto fijo de 400.000 dólares para pagar una vieja deuda. Así, al menos por el momento, Shakira y Piqué se alejarían, más allá del plan urdido por los padres de ambos para intentar una reconciliación.(con información de EFE)
Fuentes El País e Infobae.