Carlos “Indio” Solari, figura estelar del rock argentino, se refirió al suceso deportivo del año: el título mundial de la selección argentina logrado en Qatar. El legendario cantante de Los Redonditos de Ricota, y líder de los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, mostró toda su devoción por la “Scaloneta” que conquistó el trofeo de la Copa del Mundo por tercera vez en su historia y luego de 36 años.
“Vi una alegría generalizada. Reunió una multitud incomprensible. Un gentío demencial para nuestros parámetros, pero que también lo hubiese sido en cualquier otro lugar del mundo. Una magnitud épica y epopéyica. ¡No faltó ningún extra! Para mostrar una multitud parecida en El señor de los anillos, Peter Jackson tuvo que sacarle humo a las computadoras. (Ríe.) ¡Una locura!”.
Así expresó el Indio cómo “le pegó la victoria de los pibes” en Qatar. En una charla con Marcelo Figueras, cuyo artículo fue publicado este domingo en El Cohete a la Luna, Carlos Solari reconoció: “Me parece lindo, este quilombo. Me emocioné mucho, el otro día. Percibí la polenta de un grupo de pibes que tiene hambre de justificarse la vida, con objetivos claros. Así se puede. Porque estaban unidos. Un grupo humano que tenía un proyecto que alentaba desde las entrañas. Ahí tenés la clave. Si no hay emoción, no pasa nada”.
El artículo de la charla entre Indio Solari y Marcelo Figueras que se publicó en El Cohete a la Luna
Dentro de los puntos altos que destacó la leyenda del rock, que ha manifestado su pasión por el fútbol, en especial por Boca Juniors y con una admiración total hacia Juan Román Riquelme, se encuentra Lionel Messi, quien años atrás fue apuntado por sus críticos como “pecho frío”, entre otras polémicas frases.
“El “pecho frío” se comió el campeonato. Lo vi jugar con un alma invencible, delante de quien fuese. Tenía que ser el capitán, no sólo en términos futbolísticos, y se lo bancó. Y aun así fue dramático”, expresó. Y agregó sobre La Pulga: “A Messi no lo arruinó la fama. A mí me encanta Maradona, pero él hizo las cosas de otro modo: se subió al personaje, que terminó adquiriendo dimensiones monumentales. A Messi no lo veo así, pero me gustó que aceptase ser el capitán, que se pusiese más serio y fuese a gritarle al árbitro. ¡Que es lo que debe hacer un capitán!”.
El atacante argentino Lionel Messi con el trofeo de campeón de la Copa Mundial tras vencer a Francia en la final, el domingo 19 de diciembre de 2022 en el estadio Lusail de Qatar. (AP Foto/Francisco Seco)
Puntualmente sobre el partido final ante Francia, Solari resaltó la manera en que Lionel Messi tomó tamaña responsabilidad: “Cuando nos empataron, la argentinidad me jugó una mala pasada. Pensé lo peor porque siempre estamos a punto de mojar la galletita y al final no pasa nada. Se nos llevaron preso al mejor jugador del mundo… ¡Nos ocurrió mil veces! Pero ganamos. Y en esa circunstancia, todos lloraban y él reía. Una sonrisa como diciendo: ‘Yo tengo una felicidad que no tiene fondo, y no la puedo ocultar’”.
Todo lo contrario con Kylian Mbappé, con quien Solari fue muy crítico: “Es un tipo insoportable. Le jode Neymar, quiere ser ya el mejor del mundo. ¡Respetá un poquito a los que han sido los más grandes antes que vos!”.
Otro de los pasajes de la charla que se destacan fue cuando el Indio se refirió al Dibu Martínez, de extraordinario campeonato y gran actuación en los penales, pero también polémicos por su forma de provocar psicológicamente a los rivales. “Es un psicópata divino. Si no atajaba ese último tiro del partido contra Francia, se iba todo al carajo… ¿Viste lo que hizo con la mano (cuando le entregaron el premio Guante de Oro)? El jeque lo miraba… ¡No entendió nada, nunca, pobre!”.
Emiliano Martinez reaccionando tras revibir el premio al Mejor Arquero del Mundial de Qatar (REUTERS/Kai Pfaffenbach)
El mal comienzo con derrota ante Arabia Saudita:
“El equipo venía invicto de muchos partidos. No estuvo mal haberlo perdido, las llaves (que determinaban con quiénes se enfrentarían) fueron más livianas. Francia tiene un juego muy aburrido, que le permite ganar a veces pero que en el fondo es un fraude. ¡Hay que jugar a la pelota! Por algo los tres más grandes del mundo fueron argentinos: Di Stefano, Maradona y Messi. Y eso que no ponemos a Riquelme en la lista, porque se llevó mal con el nazi Van Gaal. «Con usted tengo un jugador menos», decía. Andá a cagar. Este tipo tuvo rollo con todos los argentos buenos, que terminaron tapándole la boca porque triunfaron de un modo u otro. Riquelme no se bancó a Van Gaal en el Barcelona, pero en el Villareal les pegó un bailongo a todos los grandes”.
“Me gustó que la gente aprendiese a valorar a esta Selección a partir de conceptos que iban más allá de lo futbolístico: el espíritu, el alma, la enjundia, el huevo, como cuando pintan a una banda de rock and roll que tiene una profundidad inusual”.
Los “demenciales” festejos en todo el mundo:
“Vos veías lo que pasaba en Escocia, en Nápoles… ¡Una cosa de locos! Cosas como esas no ocurren en el resto del mundo cuando, por ejemplo, gana Francia. Y cuando se le preguntaba a los que celebraban, explicaban por qué: decían que la Selección era un grupo inspirador en muchos sentidos. Deben haber irradiado una confianza en su manera de jugar, y a través de sus declaraciones. Y encima ganan: ¡son héroes! Maradona abrió esos puertos para nosotros”.
Fuente: Infobae