«El trébol de tres hojas representa un mensaje: cada persona tiene que hacerse su suerte«. Acababa de sonar la canción «El Trébol» y la frase pareció perderse entre charlas detrás de escena. Era 2018 y se estaba realizando un festival para reclamar justicia por Juan Ledesma, el baterista de la banda punk Superuva asesinado a la salida de un show en Quilmes.
Por entonces habían pasado apenas unos meses del crimen. Aún quedaba por delante un extenso camino hasta que la causa llegara a juicio. Pero aquella frase del trébol y el hacerse camino sin esperar nada de la suerte quedó picando.
Tres años después, este martes es una fecha clave: el Tribunal Oral N° 4 escuchará los primeros testimonios de lo que ocurrió la madrugada del 4 de febrero de 2018, cuando el músico fue apuñalado tres veces por Cristian Ariel “Largo” Genez, miembro de un grupo anarquista. Es el único imputado por el ataque: lo acusan de homicidio simple.
Juan Ledesma, el baterista de la banda Superuva, fue asesinado a la salida de un show en 2018. (Gentileza Superuva)
Los integrantes de Superuva y la familia de Ledesma cuestionan la investigación a cargo de la fiscal Karina Gallo. Piden agravar la imputación del agresor y que la Justicia investigue a las cuatro personas que lo acompañaban.
Hicieron marchas, batucadas, festivales. Y en estas horas decisivas, apelaron otra vez a la gran pasión del baterista: la música.
Familiares y amigos de Juan Ledesma realizaron múltiples reclamos de justicia durante la investigación del caso.
Ahí resurge la historia de «El Trébol», una canción compuesta por Emiliano Quaglia, el mejor amigo de Juan. Lo tocaban juntos en la banda Bien a lo Nuestro, que se disolvió en 2016 tras la muerte de Emiliano a causa de una neumonía provocada por un virus. Luego Ledesma se incorporó a Superuva.
El tema plantea que no hay un golpe de suerte que defina el destino -con las figuras del trébol de cuatro hojas o una herradura como talismanes-, sino que cada uno traza su camino.
«Me pareció emblemático para la lucha por Juan, siempre tuvimos que pelear para conseguir justicia por él«, cuenta a Clarín Martín Lalo, el bajista de Superuva y uno de los testigos de la noche trágica. Fue también a quien le quedó grabado aquel diálogo que tuvo con Leo Quaglia, hermano del compositor, sobre el sentido de «El Trébol».
Juan Ledesma, baterista de Superuva, con su novia Carla Gomez Braggato.
Músicos invitados de Attaque 77, 2 Minutos, Los Pericos y Kapanga se sumaron a la grabación del tema, que comenzó a difundirse esta semana en la previa de las primeras declaraciones ante el tribunal.
Ellos y los familiares de Ledesma muestran en el video carteles con sus reclamos: «Me molieron a palos mientras mataban al amor de mi vida», «Los asesinos presentaron 8 testigos falsos», «Me abrieron la cabeza a patadas por intentar llevar a mi hermano al hospital».
Son las mismas consignas que llevarán mañana al mediodía a la manifestación convocada frente al Poder Judicial de Quilmes bajo el lema «Justicia por Juan Ledesma».
Audiencia «extraña»
Noelía es hermana de Juan Ledesma y una de las voces que sostiene desde hace tres años el reclamo de justicia. La semana pasada se enteró de casualidad que había una audiencia. «Fue el miércoles. Pensé que era algo preliminar, pero no: cuando llegué me enteré que era el comienzo del juicio«.
Cuenta que -aunque como familiar estaba autorizada- no pudo entrar a la sala porque va a declarar como testigo. Adentro se plantearon los lineamientos con los que la querella buscará agravar la acusación y sumar imputados; y la defensa, plantear un escenario de defensa propia.
Ariel Genez, apodado «Largo» llega al juicio imputado por homicidio simple.
De ese trámite participó el abogado que representa a la familia del músico, Marcelo Valenti. Su sensación es que la audiencia fue algo «extraña». Explica que por la cantidad de testimonios previstos -más de 30- y la posible repercusión mediática, el juicio debe realizarse en una sala «grande».
«Solo hay tres y la disponibilidad es escasa», detalla. «Habíamos conseguido cuatro fechas: 20, 26, 27 y 29 de octubre. Pero se gastó la primera sólo para plantear los lineamientos, sin escuchar a ningún testigo«, cuestiona.
A pesar de cancelar algunos testimonios, afirma que no llegarán a escuchar a todos esta semana. Y aún no tienen fechas para futuras audiencias.
«Pegale, matalo»
La madrugada del 4 de febrero de 2020 Superuva tocó en el bar Don Pedro, de Quilmes Oeste. Tras el show, los músicos se quedaron tomando unas cervezas en el lugar -que ya había cerrado- y al salir se encontraron con los integrantes de una banda soporte. Se saludaron y se sacaron unas fotos.
Una foto de la noche del show. A la izquierda abajo, se ve a Genez dentro del bar.
Había también otro grupo, dos hombres y tres mujeres, que comenzó a increpar a los músicos. Les revolearon una botella que golpeó al cantante de Superuva y estalló contra la pared. Por testigos y fotos, se pudo reconstruir que habían estado dentro del bar y que le había tirado vasos a la banda durante el recital.
Cristian Ariel Genez, apodado «Largo», increpó al cantante Daniel “Checha” Koscianiewicz. Decía que una banda punk no tiene que cobrar entradas y le exigió que le devolviera la plata. «Nos tener que pagar a todos», le dijo.
El frente dell bar Don Pedro, de Quilmes Oeste. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
Varios testimonios coinciden en que Largo sacó una navaja -tipo mariposa- y se le fue encima a Checha. Juan Ledesma se interpuso para frenar el ataque y recibió tres puñaladas: una en la aorta a la altura de la pierna, otra en las costillas y una tercera bajo de la axila, cerca del corazón.
Luego el agresor persiguió una cuadra con la navaja al bajista Martín Lalo, que logró escapar.
Noelía recuerda que en ese momento, mientras su hermano estaba herido en el piso, las personas que acompañaban a Genez lo patearon y agredieron a la novia y a su otro hermano. Así les impidieron subir a Juan a un auto para llevarlo al hospital. «Pegale, matalo», gritaban.
Ledesma murió desangrado en los brazos de su novia.
Los elementos incautados en la casa de los padres del imputado por el crimen del baterista de Superuva.
«Se organizaron para matarlo. Se ensañaron con él, como si fuera un trofeo«, cuenta Noelia. Remarca la idea de trofeo y señala similitudes con el ataque que sufrió Fernando Báez Sosa al ser asesinado por un grupo de rugbiers en Villa Gesell.
El delito que se le imputa a Genez -homicidio simple- tiene una pena de entre 8 y 25 años de prisión, mientras que si la querella o la fiscalía demuestran que hubo agravantes -premeditación o alevosía- se elevaría a prisión perpetua.
La familia y los amigos de Juan Ledesma reclaman que los demás implicados -que estarán declarando como testigos de la defensa- sean investigados como partícipes necesarios y secundarios del crimen.
Cristian Ariel Genez fue detenido en Entre Ríos dos días después del crimen.
Un dato: la novia del agresor reconoció que le entregó el arma con la que terminó matando al baterista. «Dijo que la llevaba encima como elemento de defensa personal y para cortar botellas para preparar bebidas», detalló el abogado Valenti.
Jésica Desiré Buenahora, una de las mujeres que acompañaba a Genez, llega al juicio imputada, pero por robo: la acusan de llevarse el bolso del cantante «Checha», que resultó herido por el botellazo que recibió. En su interior había dinero y unos discos que la banda llevó al show para vender.
Un grupo violento
«Largo» Genez era parte de los «Obelos», un grupo violento que nació en los 90 y se mueve dentro de la escena punk. Se hacen llamar así porque en sus comienzos paraban en el Obelisco. Se definen como anarquistas y anti-skinhead.
Tiene varios antecedentes por peleas y ataques en recitales. Uno de los más recordados se dio en 2003 cuando ingresaron a un show en Flores y provocaron una batalla campal.
Uno de los posteos realizados por el acusado de matar al baterista de Superuva.
Antes del crimen, Genez escribió una declaración de principios -la subió a Facebook- en la que se definió como «punk, no ciudadano». Además afirmaba que no cree en las cárceles ni en las leyes, sino que su ley es «la venganza».
Vivió durante un tiempo en una casa tomada de la calle Pavón al 2300, en la Ciudad, donde paraba el grupo que luego realizó dos ataques con explosivos en noviembre de 2018: una en el interior del Cementerio de la Recoleta frente al mausoleo del Coronel Ramón Lorenzo Falcón y otra, en el domicilio del juez federal Claudio Bonadio.
Según trascendió, en su declaración Genez aseguró que Ledesma se le colgó del cuello y que lo atacó en defensa propia.
Tras el crimen, estuvo dos días prófugo. La fiscal del caso indicó que había indicios de que lo estaban ayudando a escapar. Fue detenido el 6 de febrero, en Gualeguaychú. Estaba durmiendo a la vera de la ruta nacional 14.
Fuente: Clarín