La jueza que investigó el caso, después de que el equipo de Perry apeló la decisión, dijo en el nuevo veredicto que la canción supuestamente plagiada, «Joyful Noise», de Marcus Gray, no era lo suficientemente distintiva como para ser protegida por derechos de autor.
«Es indiscutible en este caso, incluso viendo la prueba que es más favorable para los demandantes, que los elementos característicos de ‘Joyful Noise’ no son una combinación particularmente única o rara», asegura la nueva conclusión.
Los abogados del demandante ya han adelantado a medios locales que apelarán la nueva decisión, contra la que cabe aún posibilidad de recurso, puesto que consideran que el juez anterior «tenía razón» y harán «todo lo posible para restablecer su veredicto».
El pasado agosto, el tribunal anterior impuso a Perry una multa de 2,78 millones de dólares por plagio; la artista debía abonar 550.000 dólares de su bolsillo, mientras que el resto sería pagado por su sello discográfico, Capitol Records, y otros colaboradores.
La suma de dinero se destinaría a compensar al cantante Marcus Gray, quien bajo el alias de Flame se especializó en el rap de temática cristiana y denunció en 2014 tanto a Perry como a su equipo creativo por presuntamente haber plagiado su canción «Joyful Noise».