“Nos encanta estar acá. Nunca sabemos qué esperar cuando llegamos a un país nuevo, pero acá el recibimiento fue increíble”, decía Nick Jonas quince años atrás, en su primera visita a la Argentina, junto a sus hermanos Joe y Kevin. Los tiempos cambian, pero hay costumbres que no se pierden; para algunos músicos salir de gira es una de ellas. Hoy casi una década y media después, los Jonas Brothers vuelven a pisar Buenos Aires para los tres shows que tienen previstos dar en el Movistar Arena este jueves, viernes y sábado.
En aquella primera visita eran todavía muy jóvenes pero con una carrera vertiginosa que había comenzado cuatro años antes. Ese paso por la Argentina, con tres discos publicados y el cuarto a punto de salir, se daba en uno de los momentos más altos de la trayectoria del grupo. Eran uno de los grandes fenómenos mundiales que venía de la mano de la factoría Disney: un producto especialmente generado para niños y adolescentes. Por supuesto, ellos fueron parte de esa misma generación a la que le cantaron. Nick tenía apenas 13 años cuando decidieron fundar el grupo, Joe 16 y Kevin 18. Para su show en River, cuatro años después, llegaron con una artista como número soporte que luego ganó peso propio y tanta o más fama que los hermanos, Demi Lovato.
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A principios de la década del noventa, los Jonas fueron tres niños criados en un ambiente religioso. Su padre era compositor, músico y pastor de la Iglesia de la Asamblea de Dios, en Wyckoff, New Jersey. Crecieron con valores cristianos; de hecho, usaron durante varios años anillos de pureza. Sin embargo, su expansión como grupo no fue dentro del ámbito de la música cristiana, que tiene una gran industria musical en los Estados Unidos. El entramado de su carrera osciló entre esas pantallas para adolescentes como Camp Rock que amplificaron su actividad, y una necesidad de hacer un camino propio en la música. El primer paso fue un gran disgusto. Comenzaron a trabajar desde su New Jersey natal. Firmaron con el sello Columbia Records, pero el debut discográfico no cumplió con las expectativas. Al año siguiente fueron fichados por Hollywood Records, del grupo The Walt Disney Company. Y ese fue el movimiento que les abrió las puertas a la fama.
Algunas cosas no tienen explicaciones más que el hecho de que se dan en el lugar, el momento y con los protagonistas adecuados. Y aquí hay un buen ejemplo. En 2003 el trío británico Busted había lanzado el tema “Year 3000″ (una especie de hit de Green Day pero absolutamente soft). El tema había ingresado al chart 200 de Billbard aunque no se había acercado a los primeros puestos. En cambio, cuando los Jonas adoptaron esa canción y la publicaron, en marzo de 2007, gracias a esa versión (con otra letra) y a otros temas, como “Hold On”, “S.O.S.” y “When You Look Me in the Eyes”, entraron al top ten del ranking.
Para 2010 el grupo ya tenía serie propia, llamada Jonas L.A. y una larga fila de paparazzi ávidos por descubrir nuevos amores en las vidas de estos muchachitos. Porque además de pertenecer a esa generación que tuvo una buena plataforma de expansión en las fórmulas de series televisivas musicales para adolescentes, los amoríos también alimentaron la atención que demandaban los Jonas. Por un lado, se los podía ver como invitados especialísimos del programa Hannah Montana, de Miley Cyrus, con quien también salían de gira por los Estados Unidos, como teloneros; por otro, había otras estrellas famosas en sus vidas, como Taylor Swift, que por aquel tiempo había comenzado una relación con Joe Jonas.
Mientras que sus hermanos elegían un perfil más bajo (salvo el corto romance entre Nick y Miley) y una vida familiar, Joe fue quien más se vinculó sentimentalmente con cantantes y actrices famosas. Al parecer, la mayoría fueron romances de unos pocos meses e involucraron a Swift, Demi Lovato, AJ Michalka, las actrices Camilla Bella y Ashley Greene y la modelo Gigi Hadid. Swift, cada vez más propensa a ventilar las relaciones que mantuvo con sus ex (su último álbum es un gran ejemplo) contó en el programa The Ellen Show que Joe terminó su relación con ella con un mensaje de voz de 27 segundos. Aquello fue allá lejos y hace tiempo, en 2008. Ya como parte de la leyenda se dice que le dedicó el tema “Perfectly Fine” y que años después a la esposa de Joe, la actriz Sophie Tuner, le cayó simpático. “Señor ‘cara perfecta’. Señor ‘aquí estoy aquí para quedarme’ Señor ´me miró a los ojos y me dijo que nunca se iría´. Todo estaba bien (…) pero entonces fue cuando conocí al Sr. ‘cambio de opinión’”.
La relación de Joe con Turner fue la más larga y también la de final más complicado. El cantante y la actriz inglesa comenzaron a salir en 2016. Se comprometieron en octubre de 2017 y se casaron el 1 de mayo de 2019 en Las Vegas. Celebraron su segunda boda en París, en junio de ese año. Tuvieron dos hijas y se divorciaron en septiembre del año pasado. Recientemente, a él se lo vio en brazos de su nuevo amor, la actriz, modelo y cantante Stormi Bree.
La despedida
Muchas veces, lo que surge pronto se termina. La vida artística del trío había tenido una precuela: la precoz carrera solista del menor, cuando todavía lo llamaban Nicholas. El benjamín, con apenas 7 años, ya había actuado en musicales de Broadway y para 2004 ya tenía un álbum propio. Entre la primera formación de la banda, cuando inicialmente se llamó Son of Jonas y el final, había pasado casi una década.
En 2013, el trío dio a sus fans el anuncio menos esperado. “A nuestros queridos amigos y fans de todo el mundo: nos gustaría dar las gracias a todos los que nos han apoyado e inspirado a través de los años, y se han quedado con nosotros en esta difícil decisión. Sentimos y apreciamos su amor. (…) Esperamos puedan disfrutar del nuevo álbum tanto como nosotros disfrutamos tocando para ustedes durante estos últimos 10 años. Ha sido una experiencia increíble. Siempre serán los mejores fans del mundo. Kevin, Joe y Nick “. Con ese comunicado y la premisa de preservar primero su relación como hermanos, tomaron la decisión de seguir cada uno su camino.
Nick aprovechó la disolución del grupo familiar para dedicarse a su carrera en solista y darle continuidad. Lo hizo con dos álbumes, Nick Jonas (2014) y Last Year Was Complicated (2016). Aun cuando el trío se reagrupó, sostuvo su trabajo en solitario con Spaceman (2021). El mayor prefirió la vida familiar, estar más cerca de su esposa Danielle Deleasa y de sus hijas Alena y Valentina. Joe fundó una nueva banda, Dnce, y participó como coach del programa televisivo The Voice, en las versiones que se produjeron para Australia y los Estados Unidos. También grabó música para películas.
El regreso
Hacerse desear fue la mejor táctica para el trío de hermanos. A finales de 2018 anunciaron su regreso. En marzo de 2019 lanzaron un tema, “Sucker”, con su respectivo video, donde aparecieron quienes para ese momento eran sus parejas: Danielle Jonas, esposa de Kevin; la actriz y modelo Priyanka Chopra, esposa de Nick desde diciembre de 2018 y Sophie Turner, quien todavía era la novia de Joe (tiempos felices previos al casamiento y lejanos del duro divorcio que enfrentaron años después). Pocas horas después de haber sido publicado, el video ya tenía casi 10 millones de reproducciones y se ubicaba en el segundo puesto de los más vistos.
Luego de este lanzamiento, el grupo programó su futuro con una serie de estrenos que no solo tuvo que ver con novedades discográficas, sino con una flamante etapa relacionada con su presente y su historia. Por un lado, el retorno, tras seis años de ausencia, fue una vuelta de página y el comienzo de una etapa que dejaba atrás a esa boy band familiar y adolescente, para ubicarse como muchachos treintañeros. Por otro, la publicación de nuevos discos y también de producciones que volvían a mostrar la trastienda de la banda (sus familias) como había ocurrido 15 años atrás.
En la pantalla de Amazon Prime Video presentaron Jonas Brothers: Chasing Happiness, documental original de la plataforma de VOD que hace un repaso de toda la historia del grupo. En 2021 cambiaron de servicio de streaming. Netflix tuvo disponible para sus suscriptores Jonas Brothers: Family Roast. Además, en estos años, los muchachos editaron los álbumes Happiness Begins (2019) y The Album (2023).
Con el último, comenzaron una gira en agosto del año pasado, que se extenderá hasta octubre de este año y suma hasta el momento cien actuaciones. Los tres shows en el Movistar Arena, con tickets ya agotados, se producen en el marco del tramo sudamericano del tour, que también incluye recitales en Chile, Colombia, Brasil y Perú.
Fuente: Mauro Apicella, La Nación