«Please Please Me», el álbum debut de Los Beatles, fue publicado el 22 de marzo de 1963 en el Reino Unido
“Caballeros, acaban de grabar su primer número uno”. El que hablaba por el intercomunicador era George Martin, que sabía identificar un hit cuando lo escuchaba, y los destinatarios de esa auspiciosa frase eran nada menos que The Beatles, que recién terminaban la última toma de “Please Please Me”, su segundo sencillo. La canción, lanzada en enero de 1963, llegó a lo más alto y fue el puntapié inicial de la Beatlemania en el Reino Unido. Urgido por el éxito repentino, el productor convocó al grupo al mes siguiente para grabar su primer álbum en tan solo un día. El resultado fue Please Please Me, el LP más fresco y visceral que había salido de Europa hasta ese momento y que significó un cambio de paradigma en la industria musical de aquella época: de ahí en adelante, el mercado discográfico fue impulsado por la juventud y así se mantiene hasta hoy, sesenta años después.
Brian Epstein movió cielo y tierra para conseguir un contrato discográfico para The Beatles. Logró una audición con el sello Decca, cuyo gerente de talentos, Dick Rowe, los rechazó con el argumento de que los grupos de guitarras estaban “en retirada”. Para subsanar su gran error, sumó a su plantilla a The Rolling Stones, pero solo después de que la banda de Liverpool demostrara no ya que las guitarras aún seguían vigentes, sino que se habían convertido en el instrumento principal del pop. Con ellos, la clásica formación de guitarras, bajo y batería marcaron el estándar de una nueva ola que dominaría la música popular hasta los primeros años del siglo XXI.
La última esperanza del manager era una pequeña división de EMI, Parlophone, que estaba dirigida por George Martin. El productor reconoció el potencial del cuarteto y los convocó a una audición para el 6 de junio de 1962. Aunque no quedó plenamente convencido de la performance, decidió darles la oportunidad de grabar un sencillo. Había quedado impresionado con su carisma y sentido del humor, pero impuso una condición: el baterista Pete Best debía ser reemplazado.
British musicians Paul McCartney and George Harrison (1943 – 2001) of the Beatles performing on stage at the London Palladium, UK, 13th October 1963. (Photo by Edward Wing/Daily Express/Hulton Archive/Getty Images)
El 4 de septiembre, The Beatles tuvieron su primera sesión en los estudios de Abbey Road, ya con Ringo Starr en la batería. Martin creyó haber encontrado lo que podría haber sido su primer éxito, la canción “How Do You Do It?”, escrita por Mitch Murray. La práctica habitual era que los intérpretes grabaran las canciones de los compositores profesionales. Sin embargo, John Lennon y Paul McCartney también elaboraban su propio material. Por eso, grabaron el tema a regañadientes, pero luego insistieron con una de sus primeras composiciones, “Love Me Do”.
Concebida por Paul cuando tenía 16 años, sus armonías, su rudimentaria estructura de dos acordes y el riff de armónica de John la hacían difícil de categorizar. A pesar de su simpleza, era absolutamente diferente a la música que estaba de moda. Sin dudas era más sofisticada que el skiffle y tenía una clara influencia del rock and roll, pero no encajaba en ningún canon. La originalidad de The Beatles se manifestaba desde sus inicios. Martin, sin embargo, seguía teniendo reparos con la batería, por lo que decidió volver a grabar la canción con un baterista de sesión, Andy White, que también grabó “P.S. I Love You” –el lado B de “Love Me Do”–, y Ringo quedó relegado a tocar la pandereta y las maracas.
Ringo Starr reemplazó a Pete Best en la batería junto a The Beatles (Reuters)
El primer single de la banda salió el 5 de octubre de 1962. Las primeras tiradas tenían la versión con Starr en batería (que puede escucharse en el compilado Past Masters), pero se rectificó el error y tanto en las impresiones subsiguientes como en el álbum se utilizó el corte definitivo hecho con el sesionista. Martin optó por lanzar “Love Me Do” porque era más representativo del sonido de The Beatles y también porque el brazo editorial de EMI, Ardmore & Beechwood, estaba interesado en la publicación del material original de Lennon-McCartney. Además, Murray no estaba conforme con los arreglos que el cuarteto le había hecho a su composición y tampoco quería que quedase relegada a un lado B.
Pero había otra razón, que era la que más importaba a los propios Fab Four. “Sabíamos que la presión de los colegas de Liverpool no nos permitiría hacer ‘How Do You Do It?’”, admitió Paul en Anthology. “Se nos iban a reír en la cara”. Según su visión, el grupo, como uno de los números más populares de Merseyside, debía editar un simple que mostrara su verdadera identidad. De hecho, la canción alcanzó un modesto puesto 17 en el ranking británico gracias al nombre que se habían hecho en el noroeste de Inglaterra –todo el público que los veía en Liverpool había adquirido una copia– y la atención que les dio la prensa especializada y la radio.
El aparato de promoción de EMI no hizo ningún esfuerzo en promover la música de The Beatles, pero su música se abrió camino sola: era demasiado poderosa como para pasar desapercibida. Como señala Ian MacDonald en Revolution In The Head, “Love Me Do” “fue una estimulante brisa de otoño que atravesó una enervada escena pop, pregonando un cambio en el estilo de vida británica de posguerra […]. De ahora en adelante, la influencia social en Gran Bretaña fue la de alejarse del antiguo y clasista orden de deferencia del ‘mayores y mejores’ y sucumbir a la honesta e intrépida energía de ‘la generación joven’”.
The Beatles dieron el golpe definitivo al statu quo inglés con su segundo sencillo, “Please Please Me”. La primera versión que escribió John Lennon era una balada al estilo de Roy Orbison. Se la mostraron al productor durante las sesiones de “Love Me Do” y se dio cuenta de que tenía pasta de hit, pero sugirió algunas mejoras, como acelerar el tempo y agregar un riff de armónica. El grupo siguió sus pautas y en la sesión del 26 de noviembre adoptó su forma final. Martin tenía razón con respecto a “How Do You Do It?”, ya que finalmente le dio a otro grupo de Liverpool, Gerry & The Peacemakers, su primer éxito (la grabación de los Fab Four permanecería inédita hasta la salida de Anthology en los 90). Pero “Please Please Me” disipó sus dudas iniciales y le confirmó que Lennon y McCartney también tenían un gran futuro como compositores.
Desde el inicio se avizoraba el éxito de la sociedad compositiva entre Lennon y McCartney (NATIONAAL ARCHIEF, DEN HAAG)
El segundo simple de The Beatles, con “Ask Me Why” del otro lado, fue todo un suceso en el Reino Unido. Alcanzó el primer puesto de varios charts y quedó segundo en el ranking nacional, pero el efecto que causó alteró toda la lógica del negocio musical. En un mercado dominado por la música adulta, con artistas fácilmente digeribles y un predominio en las listas de canciones que salían de bandas sonoras de películas y musicales, de pronto aparecieron cuatro instrumentistas jóvenes que tocaban sus propias canciones, armonizaban sus voces como nunca antes se había visto en el pop británico y tenían una imagen pulcra, pero al mismo tiempo sonaban potentes e irreverentes. Como señala Tony Barrow, el primer encargado de prensa del grupo, en las notas originales del álbum Please Please Me: “The Beatles adoptaron el enfoque del hazlo-tú-mismo desde el comienzo. Ellos escriben sus propias letras, diseñan sus bases instrumentales y trabajan sus propios arreglos vocales. Su música es salvaje, intensa, contundente, desinhibida y… personal. El hacerlo ellos mismos asegura una originalidad completa en todas las etapas del proceso”. En su libro The Lyrics, Macca observa: “Nadie se nos parecía. En poco tiempo, por supuesto, todos se veían como nosotros”.
Frente al éxito meteórico de los Fab Four, George Martin sugirió grabar un álbum completo. El long play era un soporte reservado para la música clásica, el jazz, las bandas sonoras y artistas muy masivos. Al ser más caro que un disco de 7 pulgadas, se destinaba a los consumidores de mayor poder adquisitivo y, en el caso de los cantantes populares, los sellos se animaban a editar a aquellos que sabían que tenían un público dispuesto a pagar más por su música. Que un grupo tan nuevo sacara un LP era un riesgo, pero el productor creía que había que aprovechar la oportunidad.
Su idea inicial era registrar un show en The Cavern de Liverpool, pero el local no tenía la acústica necesaria para hacer una grabación de calidad. Por eso Martin decidió recrear el sonido del grupo en vivo dentro del estudio. El 11 de febrero de 1963 los reunió en Abbey Road para una meteórica sesión de casi diez horas donde registraron diez canciones que, sumadas las cuatro que ya habían lanzado, completarían su álbum debut, que para traccionar las ventas llevaría el título de su principal hit.
Para la grabación de «Please Please Me» se intentó recrear en el estudio el sonido de la banda en The Cavern (Photo by Michael Ochs Archives/Getty Images)
Empezaron a las 10 de la mañana con “There’s a Place”, una composición en la que John intentó emular el estilo del sello Motown. Luego siguieron con “I Saw Her Standing There”, que el mismo Paul calificó como el mejor trabajo de su carrera y que el tiempo convirtió en un estándar de rock and roll. Acertadamente, fue la pista elegida para abrir el LP. Su cuenta inicial y sus guitarras abrasivas anunciaban que la revolución ya había comenzado y que era imposible volver atrás.
Uno de los rasgos distintivos de The Beatles era la variedad de su repertorio. Mientras que la mayoría de sus contemporáneos habían puesto el foco en el blues y el rock, ellos también tocaban rhythm and blues, music hall, éxitos del momento y números de musicales de Broadway. Tras el almuerzo, grabaron su primera versión, “A Taste of Honey” de Bobby Scott y Rick Marlow, proveniente de la obra de teatro y la película del mismo nombre. Es un clásico ejemplo de lo que Lennon luego llamó “la música de abuela de Paul”, pero que también le permitió al cuarteto llegar a un público adulto.
“Do You Want to Know a Secret” era el número de George Harrison. Inspirada en la canción “I’m Wishing” de Blancanieves y los Siete Enanitos que su madre le cantaba de niño, John creyó que le iría bien a su compañero porque “solo tenía tres notas y no era el mejor cantante del mundo”, tal como le dijo en 1980 a David Sheff en su famosa entrevista para la revista Playboy.
Tras grabar algunas superposiciones para el material que habían hecho más temprano –como palmas para “I Saw Her Standing There” o la voz duplicada de Paul en “A Taste of Honey”–, llegó el turno de “Misery”, originalmente una obra de Lennon pensada para la cantante Helen Shapiro, con quien habían compartido una gira y que por culpa de su manager nunca llegó a interpretar. Con esta canción, la dupla logró imponer ocho canciones de su autoría en su primer larga duración, un hito sin precedentes para un artista pop. Como afirma MacDonald, “la repentina aparición de un grupo que escribía su propio material fue una pequeña revolución en sí misma”.
Los Fab Four marcaron la revolución musical más importante del siglo XX con el álbum «Please Please Me» (EFE)
Eran las siete y media de la tarde y todavía faltaban cinco temas por grabar. Intentaron hacer otra de las suyas, “Hold Me Tight”, pero insatisfechos con el resultado y habiendo perdido demasiado tiempo la dejaron a un lado para retomarla meses más tarde durante las sesiones de su siguiente álbum, With The Beatles. Habían destinado muchas horas a sus composiciones, por lo que optaron por tocar algunas versiones que eran parte de su espectáculo y que podían hacer rápidamente en pocas tomas.
Primero arremetieron con su propia lectura de “Anna (Go To Him)” del cantante y compositor de R&B Arthur Alexander, muy respetado en Inglaterra. Le siguió “Boys”, del grupo femenino americano The Shirelles, que era cantada por Ringo. No se le dedicó más que una toma, aunque merecía un poco más de trabajo, ya que al cantar y tocar al mismo tiempo el baterista perdió el tempo sobre el final. En vivo, era el momento en el que todas las miradas se fijaban sobre él, que era ovacionado por el público.
A continuación, grabaron “Chains”, una composición de Gerry Goffin y Carole King popularizada por The Cookies, un grupo formado por las coristas de Little Eva, tan solo tres meses antes de que The Beatles decidieran incluirla en su álbum debut. Se trataba de un éxito moderado actual que, pensaron, le daría frescura a la placa, además de permitirle a George ser la voz principal por segunda vez. La siguiente canción fue otra de The Shirelles, la balada “Baby It’s You”, compuesta por Burt Bacharach, Mack David y Barney Williams. Con esta selección, The Beatles dejaron al descubierto no solo sus variadas influencias, sino su capacidad para apropiarse de ellas.
“Twist And Shout” quedó para el final. Era uno de los números centrales de los Fab Four, pero requería de un gran esfuerzo vocal por parte de John, que estaba engripado y afónico y mantuvo su voz durante toda la sesión a base de leche y caramelos para la garganta. Sabían que solo había una oportunidad para capturar la crudeza de este éxito popularizado por The Isley Brothers el año anterior y por eso los cuatro lo dieron todo. Si bien el LP no logró capturar el poderío de The Beatles sobre el escenario, esta última interpretación fue lo más cercano a estar una noche en The Cavern o el Star Club de Hamburgo. “La última canción casi me mata. Mi voz no fue la misma por bastante tiempo. Cada vez que tragaba, sentía como si fuera papel de lija. Siempre me sentí amargamente avergonzado por ella porque podía cantarla mucho mejor, pero ahora ya no me molesta. Lo que se escucha es a un chico en estado de frenesí haciéndolo lo mejor que puede”, confesó Lennon.
Hecho con un presupuesto mínimo, Martin no pudo corregir algunas imperfecciones, pero en una sesión posterior añadió un piano en “Misery” y una celesta en “Baby It’s You” tocados por él mismo. El carácter low cost del disco está presente en la portada, que consta de una foto de la banda posando en la escalera de las oficinas de EMI realizada por Angus McBean, un fotógrafo que trabajaba habitualmente con la disquera.
«Please Please Me» es la primera muestra del talento de Lennon y McCartney (Gunther / MPTV / REUTERS)
Tras su salida el 22 de marzo de 1963, Please Please Me trepó rápidamente en los rankings y llegó al primer puesto en mayo –probablemente propulsado por el éxito del simple “From Me To You”– y se mantuvo allí por treinta semanas hasta que fue desplazado por el siguiente álbum del grupo, With The Beatles, y se quedó en el top ten por más de un año, un hecho inédito para una banda de rock and roll.
Los cambios en las pautas de consumo y comercialización de la música que produjo el lanzamiento de Please Please Me continúan vigentes hoy, sesenta años después. Con The Beatles, el pop fue copado por la juventud, que por fin empezó a imponer las tendencias del futuro y a comprar discos. Además, los Fab Four demostraron al resto de los músicos que podían escribir sus propias melodías y de igual manera animaron a quienes componían a encarar sus propios proyectos musicales. Así, alteraron los cimientos de la industria, ya que las grandes usinas de canciones como el Brill Building y el Tin Pan Alley perdieron terreno y al poco tiempo se desintegraron.
Tras la salida de ese primer álbum, la Beatlemania se expandió por toda Europa y llegó a los Estados Unidos casi un año más tarde, cuando debutaron en el show de Ed Sullivan, y provocó efectos en todo el mundo, en especial durante la segunda mitad de la década del 60. Con la conquista en Norteamérica, The Beatles quedaron al frente de la vanguardia y su música sirvió como guía para la aparición de nuevas tendencias.
Más allá de su impacto, Please Please Me tiene grandes canciones. Ante todo, constituye la primera muestra del talento de Lennon y McCartney como compositores, la prueba de que la calidad de sus primeros sencillos no fue casual. Y después están las interpretaciones de canciones ajenas, que en sus manos adquirieron su forma definitiva. Baladas, easy listening, rhythm and blues, rock and roll vernáculo, son varios los estilos que confluyen en ese LP que, compactados en poco más de media hora, respondían a una imparable e inesperada explosión de energía juvenil.
Fuente: Infobae