Sabina y Páez compartieron este honor de la Academia Latina de la Grabación junto a otros nombres en mayúsculas de la música hispana y latina como el brasileño Martinho da Vila, el mexicano Emmanuel, los estadounidenses Sheila E. y Pete Escovedo, la dominicana Milly Quezada y el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa.
Este emotivo evento, que se celebró un día antes de la gala de los Latin Grammy 2021, tuvo un sabor especial para Joaquín Sabina y Fito Páez por su turbulenta —y luego cordialmente resuelta— historia en común.
En 1998 editaron «Enemigos íntimos», un disco a cuatro manos que, desde su título, dejaba el claro el clima de enfrentamiento, bronca y tensión en el que se produjo el álbum.
La amistad y colaboración entre el español y el argentino saltó en mil pedazos y ambos se cruzaron duros ataques en la esfera pública hasta que en 2007 hicieron por fin las paces.
Amistados en los Latin Grammy 2021
Lejos de aquellos años de discusiones, Joaquín Sabina y Fito Páez ensalzaron este miércoles su amistad, pero no renunciaron a su particular sentido del humor.
«Ahora le tiraré algunos dardos», dijo a EFE un divertido Páez al asegurar que Sabina y él no saben «vivir de otra manera».
Sin embargo, fue Joaquín Sabina el que golpeó con ironía en su discurso de agradecimiento.
«Les juro por mi santa madre, y que Fito se rompa una pierna si miento, que nunca había estado en una auditorio con tal cantidad de talento junta», afirmó.
En tono menos jocoso, Sabina señaló en la alfombra roja que estaba «especialmente» feliz por obtener esta distinción honorífica junto a Fito Páez.
«Hacía mucho que no le veía. Me lo encontré en el avión viniendo de Miami y fue una alegría muy grande», apuntó.
Fito Páez, quien recibió el Premio Lifetime Achievement Award 2021 (a la Excelencia Musical) en la semana de la 22da. entrega del Grammy Latino, celebró “formar parte del gran laboratorio artístico argentino de la música”.
“Al dejarme entrar a sus salas de ensayo, Litto Nebbia, Luis Alberto Spinetta y Charly García, que fueron tres mentores de parte de la invención de la música moderna argentina y americana, hacen que me sienta parte de un eslabón de todo el tesoro americano que se creó y que se inventó en todo el continente”, expresó Páez el recibir el lauro en el Four Seasons Hotel de Las Vegas.
El músico, cineasta y escritor rosarino, de 58 años, quien gracias a esta distinción se reencontró con el también laureado trovador español Joaquín Sabina (ambos hacedores en 1998 del álbum “Enemigos íntimos”, título premonitorio de un vínculo que estalló), festejó el premio inscribiéndose en una tradición cultural.
“Siento que medio que me la ligué de rebote, porque claro, cuando estás allí en la sala y está Charly García levantándote los dedos y te dice que la oncena se puede tocar o el Fa cuarta se puede tocar con muchísimas menos notas de lo que yo estaba tocando… o Luis Alberto Spinetta te dice que tenés que hacer un arreglo de cuerdas para tal orquesta, o tal cosa, bueno… todo eso evidentemente te pone en una situación de privilegio y de gran responsabilidad”, repasó.
Y enseguida añadió: “No lo sabía eso yo en aquel momento, porque era muy pequeño cuando estaba con ellos, pero de alguna forma, es tan fuerte el lenguaje musical, y marca tanto la vida de las personas, tanto en los hacedores como en las escuchas, que inevitablemente pasa el tiempo y recibir este premio para mí es realmente una responsabilidad por un lado, y por otro lado cuando me llamaron de la academia pensé claramente, bueno me están llamando para que les devuelva todos los premios que me dieron, evidentemente me equivoqué”.
Para finalizar su emotivo mensaje, el creador que en marzo último ganó un Grammy al Mejor Álbum Latino Rock o Alternativo por el disco “La conquista del espacio”, sostuvo «#con mucha gratitud, con mucho amor y con mucha alegría, recibo este premio precioso y se lo dedico a mi hijo Martin y a mi hija Margarita”.