Nuevo libro de Gustavo Alvarez Nuñez (La Carretilla Roja, 2020).
El nuevo libro de Gustavo Álvarez Núñez (aka GAN) indaga sobre la modernidad y la disidencia en la historia del rock argentino, revisitando ciertas etapas puntuales de algunas figuras que se atrevieron a decir no.
Desde Moris plantando bandera contra los estandartes de la industria musical en “De nada sirve” a Tanguito negándose a grabar “La balsa” por su éxito descomunal. De la aparición de Virus y el metarock en los años 80 –donde el rock es puesto en el banquillo, Festival de la Solidaridad incluido– a Babasónicos y su mirada corrosiva sobre el estado de las cosas en las últimas décadas. Éramos tan modernos se sumerge en algunas internas y discusiones rockeras con altura y una lengua tan quirúrgica como afilada.
El libro también recuerda el momento cibernético de Luis Alberto Spinetta en su álbum Privé y pone la lupa sobre el papel de enlazadores entre nuestro país y lo que sucedía afuera, como Diana Nylon y Luca Prodan. De los Redondos a Charly García, de Manal a Estupendo, de Gustavo Cerati a Todos Tus Muertos, Éramos tan modernos es una curiosa travesía, mitad documento, mitad ensayo, por una cartografía tan rica y tan heterogénea como la del rock argentino.
El libro –editado y distribuido por la Carretilla Roja– se consigue en algunas librerías: Otras Orillas (Mansilla 2974, Caba), Piccolo & Saxo (Av. Santa Fe 3591, Caba) Witolda Libros (Venezuela 615 timbre 1, San Telmo), Musaraña Libros (General José M. Paz 1530, Florida, Pcia. de Buenos Aires), Corre Como El Viento (Debenedetti 711, La Lucila, Pcia de Buenos Aires) y Malisia (Diagonal 78 num. 506, esq. 6 y 59, La Plata).
120 págs.
21 x 14 cm.
ISBN 978-987-86-6696-9
$650
Aquí un fragmento del prólogo que escribió Rafael Cippolini.
“Este libro, más que una Historia, es una crónica estratégica, que viene a reacomodar (a resituar) los discursos sobre cómo narrar al rock argentino. Sobre todo por su desplazamiento: no persigue la construcción de un movimiento, sino la de una modernidad, la instalación de novedades diversas, la postulación de ciclos.
La historia del rock argentino comenzó como la de un ecosistema privado, de uso muy local. Tan argentino que se la llamó Rock Nacional, con sus próceres, sus generaciones, etc. (tan nuestro que una de las primeras notas que recuerdo, creo que en la revista Estornudo, Charly García declaraba “ya somos internacionales”, cuando la Máquina de Hacer Pájaros viajaba por primera vez a Montevideo). Claro que eso cambió durante los últimos años de los ochentas y los noventas, cuando varias bandas se fueron haciendo cada vez más masivas en Latinoamérica.
Si internet cambió los consumos, también las recepciones: Flying Lotus samplea a Almendra, Eminen a Pescado Rabioso y los etcs son muchos. Muchos. De a poco, el rock nacional comienza a transformarse con un raro delay en una curiosidad internacional.
Gustavo Álvarez Nuñez (GAN) entiende el rock argentino (nacional) como la banda de sonido de una ciudad. De la historia de un país. Muchas canciones y una mitología que forman un entramado (estudio de casos) donde se puede leerlo todo: el sentido que los músicos le dieron a la su historia. Otras vidas epifánicas cuyas mitologías y biografías están en las canciones, en las actitudes y en los hitos.
GAN explora, entra, husmea, anota, escribe y vuelve a husmear: la Guerra de Malvinas y la trasformación de las escenas (morral vs. maquillaje), en un staff en el que se suceden el fantasma de Tanguito, la herencia de Moris, Nebbia, Manal y García, los desacomodamientos de Luca Prodan, los Redondos, Todos Tus Muertos, Melero, Estupendo, Babasónicos, el eterno Luis A. Spinetta y Cerati. Las mutaciones de los músicos y su música, las rupturas, los choques, las fricciones, las continuidades y las discontinuidades. GAN lo hace desde adentro, como compositor, escritor y editor.
Un libro imprescindible gestado en 2006 que no dejó de crecer hasta hoy.”