El artista, que aquí se integró a la escena musical cubana y caribeña de Buenos Aires, nunca dejó de apelar a sus dotes histriónicas para acompañar al certero cantante capaz de entonar sones y boleros como piezas de contenido social.
“La columna vertebral de mis presentaciones pasa por el actor que es quien, de la mano de las canciones y los textos, permite estar mirando siempre hacia el stress de la inseguridad», se definió en una entrevista en 1997.
Rafael nació en Camagüey el 30 de julio de 1951 y allí, además de su pertenencia trovadoresca, integró los grupos Agramonte, Guaican, Tributo, Jelengue y el Conjunto Nacional de Espectáculos y fue parte de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
De esa primera época de su vida artística son sus canciones «Luciérnaga», «Aún no sé corazón» y «Canción para un fin de siglo» y también el protagónico en el musical «Para Habana me voy».
Antes de afincarse en la Argentina pasó por más de una treintena de países entre los que se contaron Finlandia, Suecia, España, Suiza, Noruega, Angola, Turquía, Rusia, Alemania, Venezuela y México.
En otro reportaje, en este caso al periódico La Nación, De la Torre reseñó su ligazón con la Argentina: “En 1993 estaba en casa de Silvio Rodríguez para su cumpleaños y Fito Páez me preguntó un poco en broma por qué no iba a la Argentina. Y quién te dice que no haya sido eso una especie de lucecita; al poco tiempo vine de gira”.
“Regresé en junio del otro año y entonces ya conocí a mi mujer, Patricia. Luego llegó (el hijo de ambos) Santiaguito. Es así, Buenos Aires te atrapa. Es que mi generación está absolutamente penetrada por la cultura argentina, sobre todo por las películas de Mirtha Legrand, Pedro Quartucci, Niní Marshall…”, repasó en esa charla de 2003.
Una vez aquí supo desplegar su música tanto en modo cantautor -solo a guitarra y voz o en formato de dúo y trío- como plegarse a formaciones más numerosas y rítmicas.
Sobre el carácter de sus presentaciones solistas, dijo a esta agencia y sin dejar de apelar a la ironía: «Mezclo anécdotas, textos de Oliverio Girondo, canciones de Silvio Rodríguez, Noel Nicola y Augusto Blanca, hago un homenaje a la trova tradicional cubana y también canto temas míos, para poder desarrollar el concepto de la diversión higiénica».
En ese trayecto compartió escenarios y grabaciones con Ibrahim Ferrer Jr. (llegando incluso al Festival Nacional de Folclore de Cosquín) y juntos impulsaron la agrupación Clave Cubana, conformada por músicos de ambos países.
Ese peculiar universo de la música cubana en la ciudad perdió hace 13 días, también por culpa de la Covid-19, a Matías Conte, cantante y compositor de 47 años que lideró las bandas Las Sabrosas Zarigüellas y La Descarga.
Pero, además, la versatilidad y el talento del instrumentista e intérprete también le permitió, por ejemplo, ser parte del disco “Colores” (2019), en el que cantó sobre la base musical armada por los Hermida, Juanjo pianista de jazz y Julián guitarrista de tango.
En ese incesante camino por la búsqueda artística compartió escenario con Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Noel Nicola, León Gieco, Víctor Heredia, Ibrahim Ferrer, Dante Spinetta, Luis Salinas, Augusto Blanca, Liuba María Hevia y Alejandro García Virulo, entre más.
Llegó al cine tomando parte en la coproducción argentino-cubana “Al fin, el mar” (2003), de Jorge Dyszel, encabezada por Audry Gutiérrez Alea, Carmen Daysi Rodríguez, David Andriole y Enrique Pinti.
Al conocerse la noticia sobre su fallecimiento, Valentino Spinetta, uno de los hijos del “Flaco”, escribió en Twitter “Que en paz descanse Rafael de la Torre. Todo el amor para su familia y seres queridos. Gracias por la música y los momentos compartidos”.
También en la misma red social el embajador de Cuba en la Argentina, Pedro Pablo Prada, señaló: “El cantautor cubano Rafael de la Torre ha fallecido en #ArgentinaUnida a consecuencia de la #COVID19. Fundador de la Nueva Trova, deja una estela como intérprete, autor, pedagogo y defensor comprometido de la música y cultura de #Cuba. Nuestra solidaridad a su familia y amigos”.