El comediante, actor y famoso presentador televisivo Arsenio Hall decía, hace tres años, en uno de los programas especiales que la cadena ABC le dedicaba a los grandes éxitos de la música, que desde que la señal MTV puso a la canción “Down Under” en su pantalla, la banda Men At Work se instaló en el mapa de la música mundial. Para ese show de homenaje proponía al público un menú con “Vegemite sandwich” y le pedía que se prepara para escuchar la música de la tierra del “Down Under”, en la voz de su compositor, Colin Hay. “El hombre que hizo ‘El’ hit australiano, mucho antes de la llegada de Cocodrilo Dundee”, bromeaba el animador. Más allá de las humoradas, Arsenio tenía razón: “Down Under”, que este año cumple cuatro décadas de vigencia, es el mayor hit de la música pop que ha dado Australia.
Muy a pesar de los fans de artistas como Kylie Minogue o Inxs, el hit del grupo de blondos muchachitos se transformó en el himno de la música pop de su país. Un poco por el guiño geográfico (down under, que es como si acá nosotros dijéramos “al Sur del Sur”), otro tanto por su pegadiza melodía, que tiene a una flauta traversa como sello distintivo (toda una rareza para una década del 80 que pretendía dejar atrás el sonido acústico folk de los setenta). Lo curioso es que luego de muchos años hubo por ese solo una disputa por derechos autorales que terminó en los tribunales australianos y, según Colin Hay, la exposición mediática del caso se habría cobrado la vida de su padre y del flautista de la banda.
Aunque tanto australianos como neozelandeses no se vean a si mismos caracterizados como gente del “down under” (del mismo modo que los argentinos no encontraremos en la palabra “gaucho” la más abarcativa caracterización del ser nacional de nuestros días), la referencia que hizo el grupo de la gente “que viene de la tierra del down under” fue la clave para que los identificaran en todo el mundo. Pensado desde Occidente no tiene tanto sentido porque el continente americano se extiende de Norte a Sur. Pero en donde se encuentra Oceanía, no hay mucha extensión de tierra debajo del Ecuador. Por eso Australia viene a ser la tierra que está “debajo del abajo”. Y en un sentido más metafórico, la tierra profunda que se hace más profunda a medida que una persona se adentra camino al desértico y extenso centro de Australia.
La canción que escribieron Colin James Hay y Ron Strykert se estrenó en 1980 como el Lado B del single “Keypunch Operator”. Sin embargo, la versión que se hizo famosa fue la que se publicó en el disco Business as Usual, que el grupo editó en 1981. Para diciembre de ese año llegó al primer puesto del chart australiano. Al año siguiente ingresó al mercado neozelandés y al canadiense y en 1983 alcanzó la cima del ranking Billboard de los Estados Unidos, donde permaneció durante cuatro semanas. Eso le reportó una venta de 2 millones de copias.
Con temas como “Down Under” se inauguraba el sonido pop de los ochenta. Así como la voz en falsete de los setenta había sido canonizada por las voces de los Bee Gees, en los ochenta no sólo eran otras, además, sonaban distintas, sin impostación. En esos años comenzaba a aparecer los agudos de Men At Work en temas como “Who Can It Be Now?” y (el más notorio) “It’s a Mistake”, o los de la banda británica The Outfield, (”Your Love”, Say It Isn’t So”, entre otros).
La letra de “Down Under” no decía demasiado. Apenas tres situaciones de un australiano viajero en Bombay, en Bruselas y en un lugar no determinado que podría ser el propio desierto australiano donde una misteriosa mujer aparece, quizá como un espejismo, y dice “¿Vienes de la tierra del Down Under, donde las mujeres resplandecen y los hombres “asaltan”?”.
En general toda la canción tiene cierto toque irónico, que termina casi caricaturizado en el videoclip que el grupo grabó el mismo año del estreno. Por un lado, aparecen frases cannábicas como “Traveling in a fried-out Kombi / On a hippie trail, head full of zombies”. Por otro, buena parte de la letra esta inspirada en Las Aventuras de Barry MacKenzie (1972), en las que el inculto protagonista sale de viaje y recorre el Reino Unido, justamente, para cultivarse. La versión “década del ochenta” podría estar sintetizada en el videoclip de la banda. Si bien son los códigos estéticos de una época, hay sobre esa imagen y sobre una letra de pocos versos, algunas referencias muy localistas. Ya sea desde el título hasta frases como “Vegemite sandwich” (una mermelada típica para untar sobre el pan) o la mención a la llegada de un “trueno” (se refiere a un famoso boxeador australiano llamado Kostya Tszyu, que era apodado “The Thunder From Down Under”). El video, además, suma otras ideas, como la de una Australia vendida, o que pierde sus horizontes. En 2018, cuando la cadena de radiodifusión TripleM decidió hacer un top 100 con la música “más australiana de Australia” (”Ozzyest 100″), la canción de Men At Work quedó en el segundo lugar. No es poco.
Sin duda, Men At Work publicó otros temas un poco más sofisticados. Algunos que, incluso, también fueron exitosos, como los mencionados “Who Can It Be Now?” y “It’s a Mistake” y el inquietante “Overkill”. Pero la simpleza y lo pegadizo de “Down Under” terminaron imponiéndose. Los años y, sobre todo, algunas versiones, como la acústica que suele cantar su propio autor, rejuvenecieron aquel hit de las tierras profundas, al Sur del Sur. La original, compuesta en 1978 y publicada en 1980 tiene su encanto. La que Colin hace ya en este siglo, con voz añosa, más disfónica y cálida, puede ser una versión absolutamente superadora.
Disputa legal
En un documental sobre su carrera, Waiting For My Real Life, Colin Hay se refiere una denuncia de plagio. El famoso solo de flauta sería parecido a la canción infantil “Kookaburra”. “Mi padre [fallecido en Melbourne, en 2010, a los 87 años] sabía que cuando escribí la canción no había nada que fuera apropiado de alguien. Y estaba indignado. Salía humo de sus oídos. No puedo hacer ninguna afirmación de que este (caso judicial) fue la razón por la que murió, pero siento instintivamente que contribuyó a derribarlo”. También se refirió a que si bien el saxofonista y flautista Greg Ham no escribió la canción, la interpretó y se sintió atacado por la demanda: “Estoy terriblemente decepcionado de que así me recuerden: por copiar algo”, habría dicho. Ham murió de un ataque al corazón en abril de 2012 en su casa de Carlton North, a los 58 años. “Y se va, se muere -dice Hay en el documental-. Es sangre, es gente que amas a quienes estás perdiendo por este litigio“.
“Kookaburra” fue escrita por la maestra Marion Sinclair, in 1932, pero recién fue registrada en 1975 porque hasta ese momento la mujer no había tenido interés en los derechos de propiedad intelectual de la pieza. “Murió en 1988, se supone que había escuchado ‘Down Under’, pero nadie le escuchó a ella decir nada sobre esta cuestión”. Luego de su muerte, los derechos de la canción infantil fueron comprados y los nuevos dueños iniciaron la demanda.
A favor de Colin James Hay, Ron Strykert y Greg Ham, más allá de las resoluciones judiciales, que fueron desfavorables, la realidad está en el pentagrama e indica que hay un muy leve parecido en apenas unas pocas notas, durante un compás y medio. Eso no representa plagio.
De hecho, hay análisis más exhaustivos que se pueden encontrar en redes sociales y que aportan otros detalles. Mientras que la melodía en disputa de “Kookaburra” funciona como una pregunta, la de “Down Under” es claramente una respuesta y proyección de un motivo que se repite durante casi toda la canción por debajo de la armonía e incluso de la voz del cantante.
Fuente: Mauro Apicella, La Nación