Diego Torres es un reconocido actor, músico y cantautor argentino del género pop latino. Su carrera actoral incluye papeles memorables en series como Los otros y nosotros, La banda del Golden Rocket y Vecinos en guerra. En cine, se destacó en películas como La furia y Re Loca, entre otras.
Como cantante cosecha una trayectoria de éxitos y hits como Tratar de estar mejor, Sueños y Color esperanza, que se convirtió en un himno en momentos difíciles de Argentina y otros países. A lo largo de su carrera, logró discos de oro y multiplatino en toda Latinoamérica, consolidando su fama tanto en Argentina como en el extranjero. Lanzó más de una decena de discos de estudio y obtuvo además premios Gardel, Grammy Latino y MTV Latinoamérica.
Recientemente, se estrenó su último álbum Mejor que ayer. Por entradas agotadas el 20 y 23 de noviembre, se agregó una nueva función el 18 de diciembre en el Movistar Arena. “Va a ser un show en el que vamos a pasear por las canciones de mi historia y las nuevas, algunos temas son con la banda, hay momentos unplugged y una puesta en escena que tiene que ver con este mundo de las canciones”, adelantó.
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Camila: — ¿Cómo estás viviendo este momento de tu vida?
Diego: — Muy bien, trabajando mucho, activo, contento de que estas canciones del disco nuevo tuvieron una respuesta fenomenal en la gente y ahora preparando todo lo que es la gira, que va a ser intensa, de muchos países, ciudades y lugares. Pero uno los discos los hace sabiendo que después va a salir de gira y a celebrar esa música con la gente.
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Camila: — ¿Seguís teniendo nervios y adrenalina antes de los shows o con el tiempo va disminuyendo?
Diego: — Siempre, pero se aprende a convivir con los nervios. Yo creo que los nervios son parte de nuestro trabajo y las inseguridades son parte de los seres humanos. Ahí estamos conviviendo con eso. Preparar una gira nueva es todo un desafío. Tengo un equipo en donde articulamos muy bien todo, son muchas cosas que hay que sincronizar, pero disfruto mucho trabajando en grupo y nos acompañamos. Así que estamos con muchas ganas de salir al ruedo.
Camila: — ¿Cómo compaginas las giras y los shows con tu vida personal?
Diego: — Yo ya me acostumbré a ser un viajero, desde muy joven empecé a viajar con mis canciones y entendí que las canciones solas no pueden quedar así sino que uno tiene que ir armando la relación con cada lugar, empezar de nuevo en otros lugares, ir haciendo público y cuidar ese encuentro con la gente, entonces siempre digo que no es un solo viaje, son muchos y así me acostumbré a estar yendo y viniendo, trabajando en un lado y el otro. Para eso es fundamental tener un buen equipo.
Camila: — Tu música trascendió las fronteras y sos conocido en todo el mundo. ¿Qué tiene que tener un argentino para conquistar otras audiencias, otros mercados?
Diego: — Unas ganas enormes de trabajar. Por eso yo admiro mucho a Gardel, no sólo por su voz sino porque fue un pionero en un momento en el que el mundo era otro, los aviones eran otros, las telecomunicaciones eran diferentes, y ese hombre viajaba por todos lados en barcos, cruzaba el Atlántico, iba a Nueva York a grabar películas. Es una referencia, como muchos artistas más, y creo que las cosas se logran viajando mucho y a veces no tenés ganas, estás cansado, terminaste una gira y te tenés que volver a subir a un avión para volver a otro país a empezar de nuevo y construir en ese país tu trabajo. Está bueno que las cosas signifiquen esfuerzo y en el medio vas a encontrar decepciones, triunfos, éxitos y fracasos. Todos convivimos con esas cosas.
Camila: — Son muchos años de carrera también.
Diego: — Sí, ahora se cumplen 20 años del disco unplugged con MTV que fue un disco para mí muy importante, que la gente lo amó y fue algo especial por todo el desafío que significó hacer ese disco. Era la primera vez que se hacía este tipo de discos con MTV fuera de Estados Unidos y armamos un equipo tremendo. También se están cumpliendo 30 años de Tratar de estar mejor. Cuando miro para atrás no lo puedo creer.
Camila: — Tus canciones son parte de la vida de las personas en distintos momentos.
Diego: — Sí, además uno es la historia de esas canciones y de todas las nuevas. Esto que ha pasado con Mejor que ayer, que es un tema que tiene un mensaje auténtico, sincero, nació de mí y conectó con la gente. También con el tema Las leyes de la vida, que canto con mis sobrinos. Nunca pensé que las canciones podían generarle una buena vibra, un despertar, una conciencia, un cambio de ánimo a alguien, eso fue un regalo que la gente me dio y me encuentro hoy con historias de vida muy contundentes atravesadas por mis canciones. Hace poco en el colegio una mamá me contaba que en la instancia final de su madre, que atravesaba una enfermedad terminal, grabaron un video con su madre y su hermano cantando una canción mía y me la mostraba. Estar en esos momentos tan especiales es increíble. Me pasa también con mi prima que es instrumentadora quirúrgica y me cuenta que en el parto las mujeres escuchan las canciones. Es una locura y una de las cosas más lindas. El estímulo que le genera a la gente las canciones es el mismo que me genera a mí cuando le dan valor a lo que hago.
Camila: — ¿Tenés inseguridades? ¿Cómo te llevas con el ego y la fama?
Diego: — Todos tenemos inseguridades y está bueno que nos mostremos y hablemos de ellas. Está bueno también hablar del ego porque creo que en su justa medida es necesario para, de alguna manera, luchar contra esas inseguridades. El tema es cuando el ego crece mucho y te termina acogotando, el problema es cuando la inseguridad crece mucho y te termina asfixiando, siempre el equilibrio es lo más difícil. Muchas veces escuchamos: “Las cosas son blanco y negro y sí. Pero también existe el gris y hay muchos grises” y entre los opuestos hay que ver qué equilibrio encontramos.
Camila: — ¿Qué es lo mejor que tiene esta carrera?
Diego: — Me gusta todo lo que propone el mundo de la música. Meterme en el estudio, trabajar con todo el equipo, componer, escribir, producir, arreglar, ver cómo van a sonar esas canciones en vivo. Los lanzamientos son intensos porque hay que viajar mucho y exigen mucho esfuerzo. Las giras son cansadoras, pero son lindas. Después está ese plus que me dio la vida que es que la gente te quiera. Que te digan: “Me caes tan bien, me pareces tan cercano”. Lógicamente conocen mi historia, la gente más grande conocía a mamá y ese amor se traslada, las generaciones más chicas conocen a mis sobrinos y somos una familia que de generación en generación viene conectándose con la gente a través del arte. La autenticidad para mí es muy importantes, porque cuando soy actor construyo un personaje, pero acá soy yo y creo que la gente lo recibe bien porque hoy en día no hay muchas cosas auténticas y verdaderas. No todos necesitamos lo mismo, pero yo necesitaba esta autenticidad, este camino y fluir para tener este canal de comunicación con la gente. Es lo que más disfruto y hace que la gente quiera seguir viniendo.Diego Torres: “Somos una familia que de generación en generación viene conectándose con la gente a través del arte”. (Candela Teicheira)
Paternidad
Diego es padre de Nina, hija que tuvo con la modelo Débora Bello, con quien compartió 14 años. Proviene de una familia de artistas. Su madre, la destacada cantante y actriz Lolita Torres, fue una gran influencia en su desarrollo artístico. Además, sus sobrinos Ángela y Benjamín Torres también han seguido el camino de la música y juntos lanzaron una canción a finales del año pasado. Actualmente, mantiene una relación con Martina Díaz, la cual se hizo pública este verano tras compartir fotos de sus vacaciones en las redes sociales.
Camila: — ¿Qué es lo más difícil de ser padre?
Diego: — Ser padre te modifica completamente. Ya no me acuerdo cómo era antes de ser padre. Aparece una persona tan importante en tu vida, un amor tan grande que te corre de eje, dejas de ser el protagonista de tu vida y tenés una incondicionalidad enorme que no para de crecer y que te exige ser coherente: lo que decís es lo que hacés. Creo que lo mejor que puede pasar hoy es tener diálogo, los tiempos han cambiado, la educación que yo recibí es diferente a la que le doy a mi hija. Tomo cosas buenas que me dieron mis viejos, que hay muchísimas, pero hay otras que ya no porque cambiaron.
Camila: — ¿Qué buscas inculcarle o transmitirle?
Diego: — Muchas cosas. Primero, por mi trabajo me preocupa que viajo mucho y no quiero ser un fantasma para mi hija, entonces estoy todo el tiempo viendo “a ver estoy acá, me voy estos días, pero vuelvo tal fecha” porque tengo que dividir mi vida entre el trabajo, mi hija, mi novia y querés estar en todos los lugares al mismo tiempo. Vamos hablando de la vida, de lo importante que es ser buena persona, convivir con las cosas que este mundo nos plantea: con los celos, la envidia, las subidas y bajadas. Es mujer, está creciendo y le están pasando un montón de cosas.
Camila: — ¿Cómo tomó el divorcio? ¿Cómo se lo explicaron?
Diego: — Fue sentarse y hablar con ella. Lógicamente fue un golpe difícil, pero creo que ella nos fue marcando claramente lo que quería. No quería ruido a su alrededor, quería que nos llevemos bien, quería a sus padres presentes y creo que eso nos marcó un camino muy claro, sano, adulto, siendo tan chiquita. Yo creo que a veces los adultos complicamos las cosas y las buenas intenciones de parte de su madre y de parte mía prevalecieron y eso es lo importante.
Camila: — ¿Podés compaginar estar presente en su vida y en sus compromisos escolares con las exigencias de tu carrera?
Diego: — Sí, es muy importante estar presente. Yo la llevo al colegio o a su actividad deportiva como hacía mi viejo conmigo, que me llevaba los fines de semana a jugar al fútbol o al rugby y yo miraba el costado de la cancha y estaba mi viejo ahí. Mi hija hace lo mismo. Está jugando un torneo de tenis, se da vuelta y yo estoy ahí. Empezamos a trotar juntos porque ella está en grupo de corredores del colegio, vemos series, compartimos la música. Hace poco tenía que ir a México una semana y realmente tenía ganas de estar con ella porque tenía cosas que eran importantes y yo quería estar. Entonces, le digo: “Nina me tengo que ir a México y realmente tengo ganas de quedarme acá, compartir con vos” y medio que me quebré. Ella me mira, me agarra la mano y me dice: “Está bien papá. Quedate tranquilo. Está todo bien”.
Camila: — Que adulta. Ella te contuvo a vos.
Diego: — Yo por dentro pensaba me parece que esto tendría que ser al revés (risas). Pero los chicos de hoy y las relaciones que tenemos son diferentes tal vez a las que teníamos con nuestros padres. El amor es todo en la vida, es el antídoto, podemos cometer errores, pero si hay amor verdadero es lo que sostiene al mundo. Si no hay amor hay miedo. La contracara del amor es el miedo y todos a veces tenemos miedo porque nos sentimos faltos de amor o porque está pasando algo en nuestra vida que nos produce un desequilibrio emocional muy grande, entonces los hijos nos proponen ese abrazo que nos hace sentir una energía que, en mi caso, me hace seguir adelante en la vida.