Solo en grandes espacios para más de 5000 personas hay programados al menos cien shows musicales, y si a eso se agrega la oferta de teatros porteños para más de 1000 asistentes, la suma supera ampliamente el promedio de un show por cada día de los que restan de 2022.
Por supuesto que habrá varios en un mismo día y quedarán algunos vacantes. Aunque, a este paso, tal vez solo quede libre el del 18 de diciembre, día en que se juegue la final del Campeonato Mundial de Fútbol. Claro que esto dependerá de la performance argentina y su evolución en el torneo. Todo lo demás está prácticamente cubierto.
Semanas atrás se pensó que la dificultad de la salida de dólares para el pago de artistas del exterior podría ser una complicación, algo que no produciría inconvenientes para lo que resta del año, aunque sí podría afectar a las contrataciones de cara al 2023. Mientras tanto, a disfrutar, porque la cartelera es generosa en su nivel de oferta.
La gran vedette de esa agenda es la banda inglesa Coldplay con una decena de shows en Buenos Aires. Y aunque parezca demasiado pronto volver al fútbol, habrá que decir que su estada en Buenos Aires está bien pensada y quizá tenga que ver con esto. ¿Pudieron agregar más funciones? Quizá sí. Pero sus recitales en el Monumental de Núñez quedaron estratégicamente ubicados en el calendario. Comienzan días después de que River juegue el último partido del campeonato como local en Núñez y termina casi dos semanas antes del comienzo del Mundial (en realidad, toda la gira de este año culmina con esos shows en Argentina). Tal vez los Coldplay sean todos muy futboleros y no quieran estar en medio de un tour con la cantidad de partidos que habrá en esos días para ver en directo o frente a la tele.
A cielo abierto
Entre septiembre y diciembre, además de la banda inglesa, serán varios los artistas muy convocantes que actuarán en estadios o predios al aire libre muy grandes, como River, el Único de La Plata, Vélez, el Campo Argentino de Polo y el Hipódromo de Palermo. En septiembre llegan Dua Lipa, Maneskin, Green Day con Billy Idol, Justin Bieber y Guns N’ Roses; en octubre, Coldplay, Imagine Dragons y Daddy Yankee; en noviembre siguen los Coldplay y en diciembre Harry Syles será uno de los últimos extranjeros de gran convocatoria que pise el suelo argentino.
Como curiosidad, este año se realiza por primera vez en nuestro país el festival Primavera Sound, en diversos espacios de la ciudad. Tendrá como punto principal una sede que no es la que habitualmente recibe a músicos y público de recitales. Se trata del Parque de los Niños, que tendrá en sus escenarios, entre el 14 de octubre y el 12 de noviembre, a los Arctic Monkeys, Lorde, Jack White, Pixies y Travis Scott, entre muchos otros.
El Estadio Luna Park y el Movistar Arena se reparten la mayoría de las funciones que se realizarán hasta fin de año. Son más de 100 (porque algunos artistas agotaron varias fechas y siguieron agregando). Ricardo Arjona terminó en el Arena una serie de ocho funciones y Luciano Pereyra tiene todavía por delante ocho de un total de veinte, en el Luna Park.
Aquello de que “lo importado es mejor” no tiene sustento al momento de analizar la preferencia del público. La regla que se impone es la de la popularidad, más allá de su procedencia. Así como Coldplay es un estándar del pop rock, hay artistas locales que tienen mucha llegada y más convocatoria que los que vienen del exterior. Según las mediciones y la respuesta de la crítica, a nivel mundial, C. Tangana y Rosalía están llenos de premios y son dos verdaderos faros creativos de la producción musical actual. Sin embargo, y si bien serán escuchados por veinte o treinta mil jóvenes, no superan la convocatoria de locales como Duki, que puso a la venta cuatro funciones en Vélez y tres de ellas están agotadas. Wos, por su parte, tiene un par de shows agendados en Argentinos Juniors.
La tendencia de las escuchas en plataformas digitales de música y videos no muestra un correlato con la demanda de entradas. Mientras que la mayor convocatoria en plataformas es una atracción que ejercen los artistas de moda, en los vivos la lectura posible está más orientada a un fenómeno pospandémico relacionado a la necesidad del disfrute, aunque más no sea por un par de horas, de manera presencial, frente a nuestros artistas favoritos. Lejos de suponer que los músicos con larga trayectoria quedarían muy por debajo de los jóvenes que están de moda, encontramos casos que confirman la diversidad de esta demanda. Billy Idol llega como telonero de Green Day pero sumó, a su actuación en Vélez, otra solo con su banda, en el Luna Park. Fito Páez amagó con ponerle un freno a las funciones que fue agregando en el Movistar Arena. Sin embargo, decidió sumar una más la última semana. En total serán ocho.
La paleta estética de un venue como el Arena es realmente amplia. De Liam Gallagher a Marc Anthony y de Michael Bublé a Joan Manuel Serrat. De Lali y Emilia a Dream Theater o el musical Drácula. De La Sole a Babasónicos, de Los Kjarkas a Nathy Peluso y de André Rieu al reggaetonero colombiano J Balvin. Los teatros con aforos entre 1000 y 4000 asistentes también tienen sus agendas bastante ocupadas. Las tradicionales salas de la avenida Corrientes, como el teatro Gran Rex y el Opera muestran una generosa oferta, con unas 50 funciones.
Agenda recomendada
Si el gusto está en la variedad, un menú bien diverso puede ser la manera de ampliar el registro de nuestros oídos. Y ya en plan de recomendaciones es el momento de trazar un listado que no va en desmedro del resto de los artistas. Los niños mimados de la música urbana actual (esos que ha parido la Madre Patria) son para recomendar: Rosalía y C. Tangana. De la Península Ibérica llegará también Serrat y como es su gira de despedida, no habrá luego excusas para arrepentimientos si no vamos a verlo. Ara Malikian es un violinista libanés de ascendencia armenia que vive (casualmente) en España. Dentro del rubro rarezas convendría incluirlo para esta lista posible. Sin salir de mainstream, Maneskin es otra rareza, porque esta banda que ganó el festival Eurovisión de 2021 ostenta una estética glam retro para nada común en los escenarios de estos tiempos.
La chilena Mon Laferte es una de las artistas más elocuentes de los últimos años. El veterano Pat Metheny es una leyenda del jazz fusión, que finalmente dará dos funciones, luego de que su gira fuera varias veces postergada por la pandemia y las cuarentenas. Ocurrió con muchos otros artistas. La brasileña Marisa Monte es parte de un Brasil internacional, pero no for export, absolutamente accesible. Los amantes del trap tendrán citas con Cazzu, Trueno y Duki. Wos, más allá de la cantidad de estatuillas que se lleve -resultó favorito por el número de nominaciones- en la ceremonia de los Premios Gardel a la Música, que se realizará este martes, es uno de los nuevos artistas que hay que ver. Die Toten Hosen celebra sus treinta años de carrera con un show en el Estadio Obras, en octubre. El de la cantante peruana Susana Baca y el cantautor santiagueño Raly Barrionuevo será un interesante cruce, en el marco de un concierto llamado “Puentes”. En ese mismo plan, en octubre, se presentará en el Coliseo Liliana Herrero, María Gadú y Silvia Pérez Cruz, tres voces personalísimas. Para los fans de las bandas tributo, el Gran Rex tiene un buen menú: habrá grupos dedicados a los repertorios de The Beatles, Pink Floyd, Charly García, Michael Jackson y Queen. Entre las perlitas se puede encontrar A Genetics, que recreará, en el Teatro Opera, el legendario concierto de Genesis de 1980, en el teatro londinense Lyceum.
Y como última recomendación: echar un vistazo cada semana al circuito de salas porteñas de menor porte. Porque allí se puede encontrar a grandes artistas. El tango estará garantizado en la orquesta estable del recientemente reabierto Michelangelo y también en el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), que en septiembre tendrá su Festival FACAFF y, unos días antes, ofrecerá noches tangueras como la que protagonizarán ese cantorazo llamado Guillermo Fernández y la talentosa y ascendente Delfina Cheb. El jazz estará garantizado en Bebop o en Virasoro, el rock en La Trastienda y en Strummer Bar, la música popular en espacios renovados, como Vinilo, o recientemente inaugurados, como la versión porteña del Café Berlín. La música sigue brotando en estos tiempos pospandémicos.
Fuente: Mauro Apicella, La Nación