Hace mucho tiempo tengo ganas de hacer música junto a mis hijos públicamente. Desde la infancia de cada uno de ellos me gusta estar cerca. Cada uno es diferente. Siempre he cantado para que duerman. A Moreno y Zeca les gustaba. Tom me pedía que dejara de cantar. Yendo por caminos diferentes, todos se acercaron a la música a partir de un momento de la vida. Moreno, que nació veinte años antes de Zeca, se formó en física. Tom, que nació cinco años después de Zeca, sólo le gustaba el fútbol. Moreno y Tom ya se profesionalizaron como músicos. Zeca, después de pasar parte de la adolescencia experimentando con música electrónica, comenzó a componer solitariamente. Quiero cantar con ellos por lo que eso representa de celebración y alegría, sin dar importancia al sentido social de la herencia. Es algo más allá del «nepotismo del bien», en la expresión creada por Nelson Motta. Hace unos años, hice, atendiendo a una invitación específica, un show con Moreno, que fue una de las mejores cosas que me sucedieron en la vida. En el show que haremos ahora, volveremos a ciertas canciones imposibles de ser descartadas, como «Un canto de afoxé para el bloque del Ilê». Moreno tiene una línea creativa extremadamente refinada. Los trabajos con el grupo +2 son una marca profunda y duradera de su generación. Su disco individual es uno de los más bellos ejemplos de delicadeza de la historia de la canción brasileña. Luego empecé a hacer el trabajo con la Banda Cê. Y recuerdo para Gal. Moreno estuvo en todos esos proyectos como productor, trayendo su sabiduría. En el medio tiempo, Zeca y Tom fueron creciendo. Tom, al principio, ni le llamaba la atención la música. Hoy es parte de la banda Dónica y es, de nosotros cuatro, el más naturalmente dotado para las relaciones entre las alturas, los tiempos y todos los signos musicales. Zeca, que siempre adoró la música, justo cuando creía que no había para sí mismo un camino en esa actividad, compuso un grupo de canciones conmovedoras. Al oír una de ellas, Djavan exigió que él la mostrase en público. Se resistió, pero en este show finalmente obedecerá a Djavan. Tom, en su relación de discípulo con Cézar Mendes,desarrolló una capacidad de ejecución notable. Y luego empezó a componer con su maestro. Me invitó como letrista en una de esas canciones que él hizo con Cézar. Y ahora, en la preparación de este nuevo show, hice letra para una canción sólo suya. Así, en el show presentaremos algunas de esas cosas que crecieron con nosotros, de nosotros. Y mis canciones escogidas por ellos. Como «El leonzinho», que los hijos de tanta gente piden, y los míos no dejaron de pedirla. Y cosas como «Reconvexo» tienen que estar allí confirmando el linaje. Hay clásicos de Moreno y canciones nuevas de todos (incluso mías). En las primeras conversaciones, imaginamos llamar a un pequeño grupo de músicos para enriquecer los arreglos. Pero, ensayando, decidimos quedarnos sólo los cuatro en el escenario. El sonido será bien acústico y muy sencillo. Yo soy el único que sólo toca la guitarra. Los demás se pueden ver en algunos instrumentos. Es un show familiar, nacido de mi voluntad de ser feliz. Tener hijos fue lo más importante de mi vida adulta. Lo que aprendí con el nacimiento de Moreno – y se confirmó con las llegadas de Zeca y Tom– no tiene nombre y no tiene precio. Pero nuestro show también tiene la responsabilidad de presentar números con calidad profesional. Creo que no somos una familia de músicos, como hay tantos, dado el carácter comprobadamente genético del talento musical, pero seguramente somos músicos de familia. Los conciertos se dedican a sus madres, a Cézar Mendesya a la memoria de mi madre.Caetano Veloso. Adquirí tus entradas a través de Ticketek o en las boleterías del teatro. |
Caetano Veloso llega a la Argentina junto con sus hijos Tom, Zeca y Moreno
El 19 Y 20 de septiembre en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires.