A los 81 años, a Barbra Streisand ya no le importa lo que otras personas piensen sobre cómo se viste. La cantante y actriz cree que la edad simplemente no debería ser un factor a la hora de elegir qué prendas usar y rechaza a quienes la critican por sus elecciones de moda.
En una entrevista con The New York Times, la artista habló sobre sus looks preferidos y opinó que nadie debería estar limitado por su edad cuando se trata de elegir la forma de vestirse. “La gente debería expresarse y vestirse en relación a cómo se siente según el día, y eso no tiene nada que ver con la edad”, reflexionó.
La cantante también se refirió a la forma en que la moda ha estado presente en su vida a lo largo de los años y recordó que una vez tuvo el deseo de posar solamente con una camisa blanca -sin pantalones- enseñando sus piernas para una entrevista, pero le preocupaba la opinión de los otros. “Tenía demasiado miedo de que me vieran sexy en ese momento, pero ahora soy demasiado mayor como para que me importe”, destacó.
Streisand contó que fue idea suya usar solo una camisa para la tapa de la revista W en 2016. La foto muestra a la cantante con tacos, una camisa blanca y una corbata negra con un saco de traje colgado de su hombro y sus piernas cubiertas solo por medias transparentes.
La icónica artista también recordó el estilo poco convencional que la caracterizó al principio de su carrera. “Supongo que me veía diferente y vestía diferente. Tenía otras ideas en mi cabeza. Me inspiraron las películas de época, las pinturas de los museos y esos fabulosos carteles de [Alfons] Mucha de Sarah Bernhardt, que vi por primera vez cuando era adolescente”, apuntó.
La entrevista con el diario coincide con la reciente publicación de las memorias de la cantante, My Name Is Barbra. La protagonista de El espejo tiene dos caras menciona en el libro que no se sentía atractiva en su juventud, lo cual interfirió en su forma de vestir. “Nadie me hubiese mirado y pensado: ‘Esa chica debería ser una estrella de cine’. Tengo una cabeza pequeña, una nariz torcida, mi boca es demasiado grande y mis ojos son muy pequeños. ¿Pensé alguna vez en que era sexy? No”, reveló.
Streisand cuenta en la entrevista que, quizás por ello, desarrolló un estilo propio a la hora de vestir. “No me identificaba con el tipo de vestimenta convencional que usaban la mayoría de las cantantes de clubes nocturnos. En lugar de eso, tomé una tela de ropa de hombre y diseñé un chaleco que usé con una blusa de gasa blanca y una falda a juego hasta el suelo con una abertura al costado”, dijo. Luego, replicó el diseño en otros modelos. Ahora, sin embargo, se siente libre de ser más expresiva con sus elecciones de estilo.
La multifacética artista también hizo referencia a una crítica que recibió por el atuendo que usó para cantar en la gala de inauguración presidencial de Bill Clinton en 1993. En esa ocasión, optó por un traje de chaleco escotado y pollera a rayas con aberturas, que según una crítica de The New York Times enviaba “un mensaje inquietante”.
“Pensé que la escritora estaba interpretando demasiado en ese atuendo y que su comentario hablaba más de ella que de mí”, reflexionó la actriz. “Como escribí en mi libro: ‘¿Por qué las mujeres no pueden ser exitosas y atractivas, fuertes y sensibles, inteligentes y sensuales?’”, se preguntó.
En la entrevista, Streisand habla también sobre uno de sus conjuntos más famosos: los pantalones transparentes y el top a juego que usó cuando recibió el Oscar a mejor actriz por su papel en Funny Girl (1969).
“¡No tenía idea de que cuando las luces iluminaran ese atuendo se vería transparente! Pensé: voy a ganar dos premios Oscar en mi vida, seré más conservadora la próxima vez”, bromeó. Cuando obtuvo la estatuilla dorada por la canción “Evergreen” de Ha nacido una estrella en 1977, optó por un vestido plisado con una capa.
Fuente: La Nación