Puede ser que algún día Coronel Díaz se llame avenida Charly García. Y quizá el primer paso lo haya dado el artista Tian Firpo, que en la terraza del edificio en el que vive el músico desde los 80 pintó un mural en el que, además de incorporar la que para él debe ser la nomenclatura urbana de esa calle, hay un teclado gigante y una partitura.
Firpo publicó imágenes y un video que acompaña esta nota en su cuenta de twitter @tianfirpo. Desde el aire se ve su obra en la terraza del que él considera «uno de los edificios más emblemáticos e icónicos de la música nacional, en el barrio de Palermo».
El departamento de García, en Coronel Díaz y Santa Fe, fue escenario de ensayos memorables y reportajes publicados en diarios y revistas. Y de acuerdo con lo que sostiene Firpo en su cuenta de la red social, el proyecto de pintar el mural comenzó a gestarse en enero.
Fue una idea propia y de Marcelo Ferrán, que vive en el edificio.
«Con Marcelo somos amigos desde hace mucho tiempo. Cuando a él se le ocurrió la idea, nos tomamos unos dos meses para proyectarlo. Nunca había pintado una terraza», le dice Firpo a Clarín. Luego hicieron una presentación digital que le acercaron a Mecha, la novia de García, quien eligió no contarle al músico para sorprenderlo. Hasta este jueves a la noche, Charly no había visto el mural.
No muy lejos de la casa de Charly, en Soler y Coronel Díaz, Firpo había dejado su huella sobre las persianas de los comercios de la zona, a pedido de los dueños de los locales. Por eso, esa parte de Palermo se transformó en «la esquina de la música», por los murales con retratos de Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Sandro, Gilda y María Elena Walsh, entre otros.
La primera persiana que pintó fue un retrato del propio García, con gafas de sol y pelo largo.
Av. Charly García. En Coronel Díaz y Santa Fe, donde vive el músico, un artista pintó un mural de 9×7 metros y pide cambiar el nombre de la avenida.
«En enero de este año, cuando surgió el proyecto, estaba pintando a Federico Moura, que curiosamente nació el mismo día y año (23 de octubre de 1951) que el protagonista de este mural», relata Firpo en twitter, y agrega que la idea original fue de Marcelo Ferrán, que durante la cuarentena «pasó largas tardes refugiado en su terraza, que es también la de Charly García».
Otro dato que aporta el autor: «La iniciativa fue tomando vuelo después de varios encuentros, y el primer día de relevamiento nos cruzamos en el ascensor con el Maestro. Buena señal, pensamos».
La obra mide 9×7 metros. El teclado, según Firpo, «es una réplica del Oberheim usado para grabar Yendo de la cama al living, en 1982″. Y la partitura que se ve sobre el borde que separa la terraza del alero del edificio es de la introducción del tema que le da nombre al primer disco solista de García, tras haber formado parte de Sui Generis, PorSuiGieco, La máquina de hacer pájaros y Seru Giran.
El trabajo demandó tres días. Firpo y Ferrán empezaron el jueves pasado y terminaron el sábado. «Tuvimos suerte porque nos tocó un clima bárbaro la semana pasada. Lo hicimos con presupuesto propio», cuenta el artista. Después explica que solo usaron pintura negra, ya que la terraza es blanca. «Aprovechamos que la semana anterior llovió mucho y fuimos a limpiar para que quedara bien blanco», recuerda.
«Siempre me movilizó mucho la idea de que la avenida Coronel Díaz se transforme en Av. Charly García, tal como el mismo Charly propuso, en algunas notas», dice Firpo, y agrega: «La intención del mural es impulsar ese cambio».
La publicación en redes sociales se fue replicando a lo largo de la tarde de este jueves con el hashtag #avcharlygarcia.
¿Qué dice la ley porteña sobre la nomenclatura de calles? Que «en ningún caso deberán designarse calles o lugares públicos con nombres de personas antes de haber transcurrido diez (10) años de su muerte, su desaparición forzada o de haber sucedido los hechos históricos que se trata de honrar».
Más allá de lo que suceda en el futuro, el edificio donde vive Charly desde hace 40 años ya tiene una obra que dio el puntapié inicial para la iniciativa.
Fuente: Clarín