De formato industrial y espíritu artesanal la silla Eutopia se impuso a sus competidoras internacionales en la categoría Diseño para el habitar. Es la primera vez que una pieza producida y fabricada en el país resulta finalista de este galardón que distingue desde 1954 a la excelencia en el diseño. Fue elegida por el Observatorio Permanente del Diseño de ADI (Asociación por el Diseño Industrial), integrado por una comisión de expertos, diseñadores, críticos, historiadores y periodistas.
«Este premio es la prueba de que en tiempos de la revolución industrial 4.0 ya no es una utopía que el proyecto, con sus valores y su entera complejidad, pueda nacer, crecer y ser producido en situaciones lejanas al tejido industrial habitual», señaló Gómez Paz desde Milán, la ciudad a la que llegó en 1988 con su diploma de diseñador industrial (Universidad de Córdoba) bajo el brazo.
El origen de la silla
Hace 4 años decidió volver a Salta y montar un taller digital para cumplir el sueño de fabricar Eutopia, la silla premiada, que no lleva clavos ni tornillos. A partir de cuatro planos de multilaminado que se intersectan en un robusto encastre, las uniones sólo llevan cola. Se fabrica en serie, con tecnologías flexibles como el corte láser, el control numérico y la impresión 3D. Es de madera de Pawlonia, resistente, sustentable y súper liviana: pesa apenas 1, 8 kilos y soporta más de 100.
La silla de la cuarta revolución industrial se presentó en 2018 en el Salón Internacional del Mueble de Milán, la plataforma de difusión de novedades y tendencias internacionales, y fue exhibida en prestigiosas galerías de diseño.
Gomez Paz, máster de diseño de la Domus Academy de Milán, es reconocido por el desarrollo de luminarias. De hecho, la pieza Hope (para la firma Luceplan) obtuvo un Compasso d’Oro en 2011 y es la estrella de esta empresa italiana. Requerido por tanques como Artemide, entre otras, el diseñador salteño decidió volver a producir en Argentina, por la necesidad de «experimentar e innovar».
Un premio en cuarentena
Cuarentena mediante, Gómez Paz llegó con tiempo a Milán para cumplir con los protocolos de aislamiento y cruzar los dedos. Emocionado, señala que «este momento es único, es un sueño poder unir mis dos mundos, Argentina y Milán. Y una utopía que se cumplió: producir desde Salta un producto de relevancia internacional. Este es el único premio que me mueve la aguja, es el más importante del sector. Ratifica que la apuesta fue válida, que valió la pena creer. Y rompe los paradigmas del diseño industrial».
Entre los premios que cosechó a lo largo de su carrera en Milán se destaca el German Design Award (2018, por la luminaria Candela) y el Red Dot Award (2016, luminaria Mesh).
Cuando el mes que viene regrese a su atelier digital planea seguir el camino de la experimentación, pero sobre todo, confirmar que su elección fue la correcta. «El mundo está hecho para conquistarlo, para ser parte con lo que cada uno tiene. Este proyecto demuestra que hoy más que nunca el diseño es pura innovación».
Sofisticada, elegante y sensual. Con una fórmula que articula procesos industriales y artesanales, Eutopia hoy se consagró en el mercado del diseño internacional. De Salta a Milán, un puente de 13 mil kilómetros que posiciona a la Argentina en la capital del diseño mundial.
Fuente: Vivian Urfeig, La Nación.