La familia guardaba en un cajón de su casa la pequeña imagen de 8,8 centímetros de un guerrero medieval tallado en marfil de morsa, que formaba parte de un juego de ajedrez. El abuelo había comprado dicha pieza en un local de antigüedades de Edimburgo, Escocia, por un poco más de 5 euros. Pero sucede que la pieza pertenece a una colección del siglo XII, estaba perdida hace más de 200 años, y hoy está valuada en más de un millón de euros.
La familia -que prefirió mantenerse en el anonimato- guardaba la pieza desde 1964 en su hogar. El abuelo legó el objeto a su hija al morir, y esta mujer luego se lo heredó a sus hijos. Ninguno tenía idea de que pertenecía a la colección de los Lewis Chessmen -Los juegos de Lewis-, el juego de ajedrez más antiguo que se conoce.
Estas piezas de Lewis fueron encontradas en 1831 en las islas escocesas de las Hébridas Exteriores. Fueron exhibidas en museos de Londres y de Edimburgo. Los especialistas en antigüedades estiman que las piezas datan del siglo XII, entre los años 1150 y 1200.
El viejo guerrero ha perdido un ojo y parece cansado y agobiado, según lo describió en valuador de la casa de subastas Sothebys
En el momento del hallazgo se recogieron 93 piezas de cuatro juegos de ajedrez combinados que conforman la colección, y las cinco piezas faltantes se daban por desaparecidas, según informó el diario británico The Telegraph.
Pero una de estas piezas, cuya fisonomía seguramente le resultará familiar a los fanáticos de Harry Potter, era la que tenía en su casa la familia de esta historia, que recién supo su valor verdadero cuando acercaron el objeto a la famosa casa de subastas Sotheby’s, en Londres.
El valuador de Sotheby’s, boquiabierto
Allí, el experto en antigüedades Alexander Kader, admitió que se quedó boquiabierto cuando descubrió el objeto que tenía en sus manos. La pieza, que fuera comprada por pocas libras, será vendida en julio por un valor estimado de entre 600 mil libras esterlinas -678.000 euros- y un millón de libras -1,13 millones de euros.
«La trajeron para su evaluación. Eso sucede todos los días. Nuestras puertas están abiertas para valoraciones gratuitas -dijo Kader a la Press Association-. Nos llaman al mostrador y no tenemos idea de lo que vamos a ver. La mayoría de las veces no vale mucho».
Pero esta vez, el especialista de la casa de subastas, se sorprendió realmente. «Dije: ‘Oh, Dios mío, es uno de los Lewis Chessmen’», relató y luego contó que la familia estaba «bastante sorprendida».
«Está un poco destrozado. Ha perdido su ojo izquierdo. Pero ese tipo de guerrero cansado y agobiado por el clima le sumó encanto a la pieza», dijo.
Un guerrero en la familia
La mamá fallecida del actual dueño de la pieza veía el objeto como un talismán, que «casi tenía cualidades mágicas».
En tanto, un vocero de la familia emitió un comunicado: «Mi abuelo era un comerciante de antigüedades con sede en Edimburgo, y en 1964 compró un ajedrez de marfil de otro comerciante de Edimburgo».
«Durante muchos años, el guerrero residió en un cajón de su casa, donde estaba cuidadosamente envuelto en una pequeña bolsa».
Los Lewis Chessmen se componen de reyes y reinas sentados, obispos, caballeros y guardianes de pie y peones. Unas 82 piezas son del Museo Nacional de Escocia. Además de las piezas de ajedrez, el tesoro incluye 14 piezas de juego «tablemen» y una hebilla.
La pieza recién descubierta es un guardián, un hombre con casco, escudo y espada y el equivalente a una torre en una tabla moderna. Su descubrimiento permanece en el misterio, pero se cree que fue desenterrado por una vaca pastanto en bancos de arena.
El señor Kader completa la información al informar: «Todavía hay cuatro por ahí en algún lugar. Tomará unos 150 años para que aparezca otro».
El guerrero de marfil de morsa, de más de 9 siglos de antigüedad, se exhibirá en Edimburgo y luego en Londres justo antes de la subasta, que se realizará el próximo 2 de julio en la capital británica.
Fuente: La Nación.