La muestra pareciera continuar la polémica de aquella pieza que el artista italiano Maurizio Cattelan exhibió a principios de diciembre de 2019 en la feria Art Basel de Miami: una banana real pegada a la pared con un trozo de cinta metálica, vendida a 120 mil dólares, y que muchos tomaron con tanto asombro como indignación.
Sin embargo, la obra de Bader (1978) es una pieza que el Whitney adquirió en el año 2015 para su colección permanente y que la institución decidió exhibir por primera vez en este comienzo de año.
«Una escultura impecable de la naturaleza», definió el artista a cada una de las frutas presentadas como objetos formales, sobre pedestales de madera, de modo que se pueda apreciar su color, su forma y su textura.
Claro que con el paso de los días las frutas van a pudrirse, así es que, antes de madurar en exceso, el personal del museo retira las frutas de los pedestales; se pelan y cortan en cubitos para preparar una ensalada que se servirá al público.
Según informó el museo, «los visitantes están invitados a comer ensalada los lunes, miércoles y domingos de 15 a 18 y los viernes de 19.30 a 22» (hora de Nueva York).
Luego del aperitivo, la obra de arte se «refresca» con una nueva selección de frutas y verduras que se colocan sobre los pedestales, siempre siguiendo las instrucciones del artista.
«Riguroso, divertido y extraordinariamente extraño, el trabajo de Bader prueba no sólo lo que una obra de arte puede ser, sino también lo que un museo puede coleccionar y cómo lo exhibe. Estamos encantados de mostrar esta reciente adquisición por primera vez, aunque tal vez no sea tan rico como parece», bromeó el curador en Jefe del museo Whitney, Scott Rothkopf.
En esta muestra, Bader crea una experiencia visual y participativa a partir de objetos cotidianos –como continuación de su larga investigación sobre el legado de Marcel Duchamp y sus Readymades- pero además «indaga en el arte como concepto, como lenguaje y como mercancía», señala la curadora Christie Mitchell, quien define la premisa de esta muestra de «absurda pero sincera».