Mientras se esperaba una decisión de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) sobre el futuro de la controversial muestra feminista, con obras consideradas “ofensivas” por la Iglesia mendocina, un grupo de católicos ingresó esta tarde a la exhibición y destrozó los polémicos trabajos.
De esta manera, el conflicto escaló a una situación imprevista, ya que el Consejo Superior de la casa de estudios tenía decidido sentar postura al respecto pasado mañana, tras el pedido de la curia local para que la exposición fuera dada de baja, ya que transmitía “violencia simbólica”. El motivo de la controversia fueron dos obras que intervinieron el imaginario católico en el marco del Día Internacional de la Mujer, en las que se observaba la crucifixión de Jesús en versión mujer con una cabeza de burro al revés y una vagina gigante con la silueta de la Virgen.
Todo lo realizado por estudiantes, docentes y egresados de la Facultad de Artes y Diseño quedó hecho trizas, a pesar de que la muestra, denominada “#8M Manifiestos Visuales”, tenía fecha de finalización el 31 de marzo.
El sorprendente hecho ocurrió en pocos minutos, durante la tarde de hoy, luego de que los fieles ingresaran a las instalaciones del Rectorado, en el anexo del Espacio de Arte Luis Quesada, y rezaran plegarias a la Virgen, con las obras feministas de fondo. Unas 50 personas fueron las autoras de los daños a los objetos que se exhibían. De acuerdo con el relato de testigos de la tensa situación, los manifestantes cristianos, guiados por un “líder espiritual”, comenzaron a gritar “viva la Virgen, viva Cristo Rey” hasta que decidieron avanzar, principalmente, contra las dos obras de arte cuestionadas, ante la imposibilidad de acción del guardia de seguridad. Luego, arribó al lugar la Policía, pero ya se habían retirado la mayoría de los fieles.
Los destrozos se produjeron luego del silencio de la rectora de la institución, Esther Sánchez, quien aguardaba al miércoles para recién comunicar la evaluación del caso que realizaría toda la mesa académica, compuesta por más de 40 integrantes. En tanto, Sergio Rosas, secretario de Extensión de Articulación Social de la Facultad de Artes y Diseño, salió a defender el trabajo artístico antes del ataque. “No hay que fragmentar la obra; hay que tener una visión de conjunto, albergar las disidencias y la libertad de expresión. No tiene la finalidad de herir sentimientos religiosos”, expresó la autoridad académica.
Tras los hechos, a través de un comunicado, la universidad sostuvo: “La rectora Esther Sánchez, el vicerrector Gabriel Fidel y autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo condenan todo tipo de violencia y llaman al diálogo. La UNCuyo, con su pluralidad de ideas, visiones y pensamientos ofrece su espacio para la reflexión. Llama a la escucha y a aceptar las diferencias en paz”.
Escalada
Previo al ataque del grupo de católicos, circuló por redes sociales y mensajes de WhatsApp un documento online para completar datos personales, en el que se exigía dar de baja la exposición artística, que se podía visitar en el edificio del Rectorado. En tanto, en las últimas horas cada vez más padres y alumnos de la universidad habían salido a cuestionar la muestra por las plataformas virtuales. Asimismo, hubo docentes que se sumaron al reclamo, solicitando el retiro de las obras por reproducir “de manera ofensiva y grosera imágenes y símbolos religiosos católicos”.
Antes de la inauguración, realizada el 7 pasado y que contó con la participación de las máximas autoridades de la UNCuyo, desde la Facultad de Artes y Diseño indicaron que el trabajo pretendía “contribuir al establecimiento de una mirada reflexiva desde el arte sobre la sociedad patriarcal, entre otros objetivos”.
Para la Iglesia mendocina, el arte expuesto por la universidad “hiere gravemente nuestras convicciones religiosas”. Además, en nombre de la Pastoral Social, señaló: “Contiene elementos que, desde lo caricaturesco, ejercen una violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos, no solamente católicos, traicionando el camino que queremos recorrer de respeto y plena vigencia de todos los derechos humanos, incluidos los religiosos”.
También desde la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa de Mendoza se sumaron al rechazo de la muestra: “Queremos manifestar nuestro dolor, malestar, perplejidad y rechazo a la muestra ‘#8M Manifiestos Visuales’ por ser una expresión ofensiva a los sentimientos religiosos de nuestros socios, de gran parte de la comunidad universitaria y de los ciudadanos de la provincia de Mendoza. En la misma se exhiben obras que constituyen una ofensa al cristianismo”.
Fuente: Pablo Mannino, La Nación