La casa de subastas Sotheby’s sacará a la venta el miércoles 3 de julio la Amante del Vaticano de Velázquez, un retrato de Olimpia Pamphilj, cuñada y amante del Papa Inocencio X, perdido durante casi tres siglos y que fue descubierto recientemente.
Este cuadro formó parte de la colección del VII Marqués del Carpio, Gaspar Méndez de Haro y Guzmán, un «importante coleccionista y mecenas» del siglo XVII en Italia, y su último registro data de 1724, cuando desapareció «sin rastro», según informó Sotheby’s.
El paradero de la pintura, realizada durante el «periodo de oro» del artista, era desconocido hasta que una obra sin atribución vendida en la década de 1980 como ‘anónimo Escuela holandesa’ llegó a la oficina de Sotheby’s Ámsterdam, donde los especialistas descubrieron la numeración que había en su reverso e iniciaron un proceso de investigación.
En este sentido, el especialista senior de Pintura Antigua de Londres James Macdonald ha indicado que esta obra se pintó en Roma entre 1649 y 1650 durante el segundo viaje de Velázquez a la ciudad, al tiempo que ha explicado que es una representación de «una de las mujeres más poderosas y dominantes de su tiempo».
Asimismo, añadió que su redescubrimiento representa una «significativa incorporación» a la obra del pintor español, así como que es de la pocas pinturas del artista que permanecen en manos privadas hoy.
Las meninas. El cuadro más famoso de Diego Velázquez, pintado en 1656.
El Retrato de Olimpia Maidalchini Pamphilj (cuya estimación económica oscila entre los dos y tres millones de dólares) pertenece a un momento en el que artista produjo algunas de sus obras maestras «más célebres», incluyendo el ‘Retrato de Inocencio X’,y refleja «la habilidad única del artista para capturar y transmitir las personalidades de los representados».
Encargada por o para la propia Olimpia, está documentado que la pintura estuvo en las colecciones de numerosas figuras notables del siglo XVII y XVIII, entre las que destaca la del nieto del Cardenal Camillo Massimi, un famoso experto y mecenas del arte; la de Gaspar Méndez de Haro y Guzmán, VII Marqués del Carpio, quien a su muerte había reunido más de 1.800 pinturas, incluyendo al menos seis pinturas de Velázquez.
El descubrimiento
Por otra parte, este retrato se documentó por última vez junto al célebre retrato de Velázquez de su nieto, el Cardenal Camillo Massimi, en la colección del Cardenal Pompeo Aldrovandi de Bolonia y Roma, en 1724.
En este sentido, la posterior propiedad del retrato de Camillo está bien documentada hasta su actual ubicación en Kingston Lacy (Dorset, Inglaterra), mientras que los registros del retrato de Olimpia acaban en Aldrovandi y la única pista que existe de su paradero durante casi 300 años antes de su reaparición en una casa de subastas holandesa en 1986, es un viejo sello de aduanas en el reverso del anterior bastidor, indicando que la pintura salió de Italia en 1911.
Los especialistas de Sotheby’s en Amsterdam, que reconocieron la misteriosa numeración en el reverso de la pintura como del VII Marqués del Carpio, iniciaron el proceso para establecer quién era el verdadero creador de la obra, examinándola y realizando un seguimiento de varios inventarios de los siglos XVII y XVIII para trazar su procedencia.
Asimismo, se mostró la pintura a distintos expertos en el campo, que confirmaron la atribución de la obra, convirtiéndose el retrato en uno de las pocas pinturas del gran artista español que permanecen en manos privadas.
Fuente: Europa Press