El viernes de lluvia trazó un amanecer distinto en el Aeropuerto de Ezeiza: en la nueva terminal de partidas fue inaugurada una imponente obra artística bautizada “Sol”, que rinde homenaje a la bandera argentina.
El padre de la obra es Julio Le Parc, renombrado artista plástico de 95 años radicado hace varias décadas en París. Diseñó un móvil esférico de 10 metros de diámetro y 1550 kilos. Se encuentra suspendido a 19 metros de altura y se compone de 2913 piezas de acero inoxidable espejado dorado traídas de Japón. Está ubicada en el hall de la nueva terminal de partidas.
“Es un móvil que se enmarca en la tradición de Le Parc de hacer obras en movimiento. Es el móvil esférico más grande que hizo”, contó a TN Yamil Le Parc, uno de los hijos del artista y director del proyecto.
«Sol», la obra del artista Julio Le Parc que se exhibe en el hall del Aeropuerto de Ezeiza. (Foto: Aeropuertos Argentina)
Según Yamil, su padre “quiso representar un sol frente a esta pared de vidrio azul y blanca. Queríamos aprovechar este espacio, resaltar el blanco de las nubes”. Y resaltó: “Así se armó esta obra, que es un homenaje a la bandera de nuestra patria”.
El diseño arquitectónico de la nueva terminal de partidas incluye una estructura edilicia dentro de otra con la forma de un Zeppelin gigante a la altura del primer piso, por el que los pasajeros acceden al área de controles de seguridad y Migraciones, al área comercial y a los sectores de preembarque. Es un espacio de 190 metros de largo dentro de la terminal, contenido por una estructura metálica de 950 toneladas en forma de red que está revestida por más de 2100 vidrios laminados templados, que permiten el contacto con el exterior y el ingreso de luz natural. Allí resalta “Sol” desde este viernes.
Los números de una obra imponente
- 10 metros de diámetro.
- 2913 piezas de acero inoxidable espejado dorado (comprado en Japón) de 33×33 centímetros.
- 2100 kg de peso total (solo la esfera pesa 1550 kg).
- 19 metros de altura en el hall central de la Terminal de Partidas del Aeropuerto de Ezeiza.
Julio Le Parc, el “mago de la luz y el movimiento”
Julio Le Parc, artista plástico argentino, es una de las figuras más reconocidas en el campo de la investigación y las artes visuales experimentales centradas en el op-art moderno y el arte cinético, cuya influencia se extiende desde mediados del siglo XX hasta la actualidad.
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Argentina, donde inició su interés por las relaciones entre luz y forma. Inmerso en el entorno radical de los movimientos estudiantiles de su país natal, entre 1955 y 1958 fue partícipe de las ocupaciones en la Academia de Bellas Artes y en las reformulaciones de sus planes de estudio, orientándose por las propuestas de artistas de vanguardia como el movimiento Arte-Concreto-Invención y donde conoció al influyente crítico de arte Jorge Romero Brest.
En 1958 viajó a París tras recibir una beca del Servicio Cultural Francés, donde conoció a artistas como Víctor Vasarely y otros importantes representantes del arte cinético. De este, Le Parc extrae no solo sus propuestas formales en cuanto al movimiento, sino también sus implicaciones políticas, como una forma de articular experiencias estéticas sin la necesidad de conocimientos previos o familiarización alguna con el mundo del arte.
Tales implicaciones se derivan de las prácticas colectivas del Groupe de Recherche d’Art Visuel (GRAV), del cual fue miembro fundador; guiado por un rechazo de la posición del arte en el capitalismo. El colectivo enfatizaba la anonimidad y la participación de los espectadores a través de la aplicación de técnicas industriales, mecánicas y cinéticas por igual.
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Posteriormente, participó en el Atelier Populaire de Francia durante mayo de 1968 y en diversas publicaciones radicales de vanguardia, afianzando su producción, siempre cercana al cientismo, en un compromiso social y político que concibe a los espectadores ya no solo como participantes en la obra, sino como coautores.
A lo largo de su vida recibió importantes premios como el de la Bienal de Venecia en 1967. También fue nombrado Officier des Art et des Lettres por André Malraux en 1968 y condecorado con la legión de honor por el gobierno francés de Emanuel Macron en 2019. Actualmente, vive y trabaja en París, Francia.