«Llegó a New York el túnel de neón de la Menesunda», dijo la prestigiosa artista pop en un video que posteó en su cuenta oficial de Instagram, ante un fondo de luces de colores parpadeantes, ya acostumbrada a dar las novedades a través de las redes sociales antes que por otros canales de comunicación.
Obra central del imaginario cultural argentino, «La Menesunda», fue concebida en 1965 como un recorrido de estructura laberíntica que buscaba sacudir los sentidos del visitante, a través de diversos estímulos sensoriales.
La exposición duró tan solo dos semanas abierta al público y luego se desintegró, pero su rastro quedó solo en diarios y documentos de la época.
Realizada por Minujín junto a Rubén Santantonín, y con la colaboración de los artistas Pablo Suárez, David Lamelas, Rodolfo Prayón, Floreal Amor y Leopoldo Maler, la obra invitaba a recorrer una secuencia no lineal de espacios cúbicos, poliédricos, triangulares y circulares recubiertos por materiales de distintas texturas, conocidos como «la heladera», «los intestinos», «la cabeza de mujer» y así.
«La Menesunda», cuyo título significa «mezcla» o «confusión» invitaba al espectador a ver su propia imagen en un circuito cerrado de televisores; luego, a una pareja reposando en paños menores en una cama, y más adelante, a atravesar un angosto pasillo de paredes recubiertas por enormes «intestinos» de goma espuma.
La de Nueva York es la segunda reconstrucción de esta pieza, luego del proyecto que encaró en 2015 el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, realizado a partir de documentación, fotografías, videos, notas de prensa, material audiovisual y testimonios de los artistas que participaron.
Curada por el italiano Massimiliano Gioni, la muestra que permanecerá abierta al público hasta el 22 de septiembre en el museo situado en Lower East Side de la isla de Manhattan, ofrece la posibilidad de sumergirse en uno de los grandes hitos de la historia del arte argentino.
Minujín ha realizado obras centrales del arte argentino como «La destrucción», un happening de 1963; «Simultaneidad en simultaneidad», «La Torre de Babel con libros de todo el mundo» (2011) y también es reconocida por sus performances y sus esculturas de colchones fluorescentes y multicolor.