Imagen de portada: la reapertura del Museo Metropolitano de Nueva York. La alegría por estos lares será la misma
El largo camino hacia la nueva normalidad comenzó para los museos. Esta semana algunos espacios ya abrieron sus puertas al público, aunque con todos los cuidados del caso.
Hay varios puntos en común que todos comparten, que se desprenden del protocolo autorizado por Ciudad y Nación, que la Red Argentina de Museos y Espacios de Arte (RAME), la organización nacida durante la pandemia, presentó a partir de junio, modificaciones más, modificaciones menos. Estas son las claves:
Para empezar, las reservas deben ser online, con una indicación del día y horario en que se realizará la visita. Esto no es al azar, sino porque cada espacio tiene un aforo máximo de personas por hora -delimitada en cada caso por los metros cuadrados del museo. Eso sí, no se supera el 30% de su aforo pre pandemia. Además, cada reserva es personal e intransferible. Las visitas son de lunes a domingos con horario máximo entre las 10 y las 20 horas.
El factor de ocupación es de 1 persona cada 15 m2, a tal fin debe tenerse en cuenta únicamente la superficie libre destinada a la exhibición de obras. El establecimiento está obligado al control estricto de ese cumplimiento y se recomienda que en cada sala de exposición se coloque un cartel en lugar visible indicando su capacidad máxima.
Las visitas pueden ser individuales. Aunque también es posible hacerlo con un grupo de convivientes que no superen las 4 personas. Deben, en este caso, mantenerse juntos y si se separan respetar el distanciamiento social.
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Una vez que se acude a la cita, personal del museo se encarga de tomar la temperatura de cada uno de los visitantes. También hay dos alfombras: una para limpiarse las suelas y otra para secarse.
También se cuenta con dispensers de alcohol en gel o en aerosol para sanitizar las manos, esto es no solo en el ingreso, sino también diferentes postas a lo largo del recorrido.
Cada museo tiene un circuito inalterable, de sentido único. Esto significa seguir un camino delimitado en el piso para que no se produzcan aglomeraciones alrededor de una obra, ni cruces innecesarios entre el público. En ese sentido, el personal dispuesto en el interior controla que los ciclos de circulación se cumplan en regla, con la distancia necesaria de dos metros entre personas.
Para el recorrido, lógicamente, es obligatorio el uso de tapabocas -que cubra nariz y boca-, y que no puede retirarse en ningún momento.
Otra característica en común es que los servicios de lockers y guardarropas no funcionan, por lo que la recomendación es ir con bolsos pequeños y livianos.
Como sucedió con la autorización de reapertura de galerías de arte, no se realizan reuniones sociales para la inauguración de una muestra, como tampoco puede haber arte perfomativo.
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Si bien el público de un museo sabe que las obras no se pueden tocar, esta prohibición está relacionada con las instalaciones participativas. También desaparecen los textos de sala y los catálogos físicos, que ahora solo pueden ser accesibles a través de sus versiones digitales. En cambio, sí se habilita el uso de dispositivos como audioguías, auriculares, tablets o pantallas (que requieran manipulación), siempre que se realice una desinfección sistemática después de cada uso.
En el caso de los museos con más de un piso, se recomienda utilizar las escaleras y dejar los ascensores para las personas con movilidad reducida.
Aquellos que cuentan con un espacio de cafetería al aire libre pueden utilizarlos. ¿Qué sucede con las tiendas de souvenires y librerías? Están abiertas, ya que los visitantes deben higienizarse las manos antes de indagar en las publicaciones o recuerdos.
Este protocolo surge de la experiencia Europa, donde los museos ya abrieron hace algunos meses, aunque con el crecimiento de las estadísticas de la pandemia, y con el otoño llegando, muchos podrían volver a cerrar sus puertas.
El Museo Terry de Tilcara, Jujuy, reabrió con actividades al aire libre
Desde la semana pasada, además, ya son varios los espacios que realizaron una apertura para sus jardines y patios, donde se realizan actividades al aire libre. El primero en hacerlo fue el jujeño Museo Terry, que organizó una actividad para los niños y niñas. Otros que también confirmaron su apertura al aire libre son el Museo Nacional de Arte Decorativo, el Museo Histórico Nacional, el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur y el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces.
La normativa no se aplica a todas las provincias, ya que dependen estrictamente de la situación pandémica de cada uno. Por ejemplo, en Córdoba, Rosario y Mendoza todavía no hay una fecha certera ni aproximada de el regreso. En ese sentido, la autorización no solo depende de las carteras de cultura locales, sino que deben tener autorización de la nacional.
Los museos Nacional de Bellas Artes, Malba, Moderno y Fundación Proa
Desde la cartera porteña explicaron que la reapertura se realiza de forma escalonada. En ese sentido, en estos días muchos lugares están realizando las pruebas necesarias para que el primer paso, el de las reservas online, funcione a la perfección. Otros, en cambio, ya regresaron.
El Museo Moderno, ubicado en San Telmo, fue el primero en reabrir y es posible agendar la visita a partir del miércoles 28. En esa fecha también reabrieron el Museo Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco (sede Palacio Noel), y el Museo de Arte Español Enrique Larreta.
Por su parte, el Muntref -Museo de la Inmigración y Centro de Arte Contemporáneo-, que posee su sede en el viejo Hotel de Inmigrantes, abre al público este sábado 31 de octubre.
Desde la Fundación Proa -que ya tiene abierto su café y librería con reserva previa- explicaron que la apertura se realiza en estos días. Otros espacios como el Malba y la Museo Nacional de Bellas Artes también confirmaron su reapertura.
Fuente: Juan Batalla, Infobae.