«Resalto la importancia de esta muestra, que narra, desde la perspectiva de la cultura del rock, un momento clave de nuestra historia: el pasaje entre la más cruenta de las dictaduras y la recuperación de la democracia», explica la secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González, en el catálogo de la exitosa muestra Los 80. El rock en la calle que se exhibió este año en nuestro principal Museo Histórico.
«El nombre de la exposición es muy
importante, porque hace referencia a una dimensión central de la experiencia de
los 80: “el rock en la calle”. Hablamos del fervor cultural en la recuperación
de lo que había sido reprimido y de la ocupación del espacio público como
ámbito de lo colectivo», agrega González en el texto.
La publicación se presentará oficialmente el viernes 25 de noviembre a las 18h en el Museo Histórico Nacional (Defensa 1500, CABA). Con entrada libre y gratuita, participan de la presentación Gabriel Di Meglio, director del museo; Carlos Giustino (Aspix) curador fotográfico de la muestra-; la licenciada en comunicación Cora Gamarnik, la directora Nacional de Gestión Patrimonial, Viviana Usubiaga, y Ricardo Watson, historiador y curador de la exhibición.
La publicación incluye más de 800 objetos, fotografías, instrumentos, discos, vestuarios y afiches que formaron parte de la muestra en el Museo Histórico Nacional durante este año además, de textos y reflexiones de Cristina Civale, Fernando García, Humprey Inzillo, Daniela Lucena, Martín Pérez, Martín Rodríguez, Luis Sagasti, Ana Sánchez Trolliet, Inés Ulanovsky y Ricardo Watson.
«El rock de los 80 está a la vez muy lejos y muy cerca. Lejos porque ya pasó un largo tiempo del período que toma la muestra, una era analógica que parece a veces otro planeta por la cantidad de diferencias con nuestro tiempo. Pero también es cercana porque entre quienes llegaron a la exposición hay personas que recorrieron aquella escena, o que por lo menos escucharon la música en ese momento, y revivieron sus experiencias en el viaje al pasado que permite un museo histórico, al tiempo que hay visitantes que no habían nacido en los 80 pero son fans de distintos artistas de esa época hoy ya mítica», señala a su vez en el texto Gabriel Di Meglio.
Sobre el contenido de la muestra y el catálogo, Di Meglio explica: «Con excepción de un casco de un soldado que combatió en Malvinas y una urna usada en las elecciones de 1983,el museo no posee nada de lo que se vio. Se trata de una exhibición montada en base a préstamos de instrumentos, vestuario, equipos, afiches, volantes, discos, diseños originales, letras manuscritas, skates, revistas, fanzines y otras cosas, que provinieron de múltiples artistas, coleccionistas, periodistas, managers, plomos, dueños de locales, fans y otros. La cantidad y calidad de lo que hay sobre cada banda o solista dependió de lo que fue apareciendo prestado en esas búsquedas intensas de patrimonio. Otro pilar de la muestra fue la presencia de la obra de los y las principales fotógrafos/as especializados/as de la época, con fotos muy conocidas y otras que no lo son».
El recorrido comienza con una línea de tiempo de 1982 a 1991 en la que se describen los principales acontecimientos políticos, sociales y económicos de ese periodo. Y prosigue en diversas salas de planta baja y el subsuelo en las que se descubren verdaderos tesoros como la valija con la que Luca Prodan llegó a la Argentina; la letra manuscrita por Spinetta de Rezo por vos; el velador del concierto en el que Charly García presentó Clics Modernos; las guitarras emblemáticas de David Lebón, Gustavo Cerati y León Gieco; el arte original de Rocambole para las tapas de los discos de los Redondos y un teclado de Fito Paez entre las abundantes perlas del rock.