Presentaron el libro: “Todo lo que necesitás saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI”

Cuando hablamos del hombre del Renacimiento estamos hablando de un hombre que se creó a si mismo, que no descansó hasta conocer casi todo lo que él podía inventar a inventar casi todo lo que podía. La palabra autodidacta le queda chica. Y si hablamos de genio corremos el riesgo de pensar que fue tocado por un poder divino y por eso hizo todo lo que podía hacer. Pero creo que está muy cerca de ser un hombre perfecto, suelta de corrido Héctor Pavón.

Me interesó pensar dónde está Da Vinci hoy (1452-1519) porque justamente pasaron cinco siglos de su fallecimiento y no se deja de hablar de él. Todo los que hizo de algún modo perdura de una manera u otra. Leonardo era un investigador muy curioso que tomaba nota de todo lo que hacía, era un cronista de aquella época. «Todo lo que necesitás saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI», que editó Paidós, lo presentaremos con Mercedes (Ezquiaga) el jueves 11 de julio a las 18:30 en la Biblioteca Parque de la Estación en Presidente Perón y Gallo de la ciudad de Buenos Aires, donde dialogaremos con Patricio Zunini. Entrada libre y gratuita sujeta a disponibilidad de la sala.

• Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga

Creo que no hubo otro y que probablemente no haya otro porque toda su capacidad única de reunir todos sus conocimientos y curiosidades no pudo repetirse, dice el colega y escritor. Pavón destaca que Da Vinci tuvo en contra que no accedió a una educación formal . Venía de una familia ensamblada. No queda claro su origen al considerarlo un bastardo que le impidió ingresar a la universidad o grandes academias. Tampoco sabía latín que era el peor de los pecados para la época que lo inhibía para conocer la gran cantidad de bibliografía que circulaba por toda Europa. Aprendió un poco solo para poder leer mínimamente. El no haber recibido una educación formal lo planteó como un desafío y se formó en muchísimas más cosas. Aunque evitó la especialización por voluntad propia y fue a la práctica directamente. Tal el caso de trabajar sobre más de veinte cadáveres para conocer el cuerpo humano, dibujar los órganos y músculos.

Pavón asegura que fue una experiencia muy linda trabajar con Mercedes para este proyecto que plasmamos en veintidós capítulos. Ezquiaga puso su experiencia como crítica de arte para aportar esto de Leonardo y el error porque todos pensamos que muchas veces se habla de un Da Vinci casi perfecto como que todo le salía bien, explica Pavón. Y no es así justamente porque él ensayaba, probaba y veía que pasaba. Contaba con mucho tiempo, se cree que dormía cuatro horas por día. Al creador de la imagen de la Gioconda y La última cena, también se le deben inventos reales y otros imaginados, como se lee en uno de los capítulos. La obra más cara de la historia; Un robot antes de que existiera la robótica; El primer activista ecológico; El paciente que Freud hubiera amado atender; ¿Creyente. agnóstico o ateo; De cómics, videojuegos y tortugas ninja; El arte de la imperfección y Del periodismo de papiros a los media lab: Leonardo el cronista pionero, entre otros temas.

Pavón detalla que en esta búsqueda del Leonardo en el siglo XXI lo encontramos en todas partes. Tanto la industria lo empezó a tomar como un ícono, como un personaje, pero también empezaba a aparecer en esta era de las redes sociales, del instagram y la manipulación tan infinita de la fotografía como no solamente la figura de Da Vinci. Inclusive con la de la Gioconda reproducidas al infinito en todas partes. Mercedes Ezquiaga propone a la Gioconda como la gran influencer de esta era y hay algo de eso porque es como sacar del lugar de ese trono que tiene en el museo del Louvre en París y puesta al alcance de todos en infinitas imágenes. Sigue una forma de tomarlo con diversión fue también asumir cuál es el lugar que tienen las obras más iconográficas de Leonardo y que habrá hecho para tener esta visión.

@camarrero1