La historia del Salvator Mundi, la “última” gran pintura encontrada y que fuera atribuida a Leonardo Da Vinci, merece una serie policial que podría rodarse en los escenarios más fabulosos entre Florencia, Milán y el sur de Francia.
Por lo pronto, el martes 13 se va a estrenar en la televisión francesa el documental El Salvador en venta de Antoine Vitkine que explica por qué la obra –que muy pocos vieron en persona– nunca apareció en la gran exposición de 2019 de Leonardo da Vinci del Museo del Louvre cuando se cumplieron 500 años de la muerte del artista más multifacético de la historia.
El Salvator Mundi fue rematada en Christie’s de Nueva York en 450 millones de dólares, una cifra obscena e inconcebible. En 2005, la obra, entonces de autor desconocido, se había vendido en 10 mil dólares.
El Salvador en venta. El documental de Antoine Vitkine sobre la obra de Leonardo Da Vinci
La película –vista por un grupo de periodistas europeos– está estructurada en clave policial y con voces anónimas. Se supo que una de ellas es la de un alto funcionario del gobierno de Emmanuel Macron.
Aparece con un nombre en clave: «Jacques», y es él quien asegura que el profundo examen científico del Louvre sobre el cuadro, realizado en secreto, concluyó que Leonardo da Vinci «solo contribuyó» al cuadro, y que su «autenticidad» no puede confirmarse.
Vitkine (1977) es documentalista, realizador de Mein Kampf (sobre el libro de Adolf Hitler) y Les esclaves oubliés (sobre la trata de esclavos)y autor de ensayos como Les Nouveaux imposteurs (2005), sobre las teorías del complot en el atentado del 11 de septiembre.
Es curioso, la noticia recorre portales franceses, españoles, estadounidenses y latinoamericanos. Cuesta mucho encontrar rastros en los medios italianos. El asunto es casi religioso.
El caso del Salvator Mundi admite muchas entradas, algunas mucho más allá de la estética, los artistas y los especialistas en la obra de Leonardo. Uno de los abordajes posibles es la “autenticidad” de la obras, es decir la autoría.
Da Vinci. La Tavola lucana, el único cuadro que, según los expertos, podría ser considerado el verdadero autorretrato de Leonardo. Foto EFE
También está en juego la noción misma de lo que se considera auténtico. No es una obra falsificada. En el peor de los casos no se trataría de una obra pintada totalmente por Leonardo, pero hay coincidencia de que sí salió de su taller y que tal vez su alumno preferido, Salai, haya tenido mucho que ver en esta obra realizada en Milán entre 1510 y 1515.
Es auténtica porque proviene del contexto en el que trabajó Da Vinci hace más de medio siglo y porque hubo quienes identificaron rastros de la técnica del sfumato davinciano. Recurso de marca registrada de Leonardo, que durante un tiempo resistió el secreto. Es casi seguro, sostienen las pericias, que no haya una mano sola,: los trazos del autor de La Gioconda serían reconocibles en pocas partes del lienzo.
Dicen los expertos
José Emilio Burucúa es un experto internacional en Da Vinci. Junto con Nicolás Kwiatkowski son autores y traductores de Cuadernos de arte, literatura y ciencia de Leonardo da Vinci. Consultados por Clarín respecto de si el Salvator Mundi pertenece o no la pertenencia o no a la mano de Leonardo sostienen que son todas conjeturas.
Y en ese tono destacan que: “en la figura de Cristo notamos una suerte de tensión psicológica, de movimiento emocional profundo, que dota a la pintura de un aura de misterio. Esa sensación es común al Salvator Mundi y la Gioconda del Louvre.»
El globo terráqueo transparente, uno de los aspectos que más fascina de Salvator Mundi.
Además, «el orbe que Cristo salva y sostiene en su mano izquierda es una esfera perfecta y transparente, que distorsiona levemente la imagen de la mano que se ve a través suyo. Dentro de ese globo cristalino, se observan pequeñas burbujas brillantes, que reflejan la luz proveniente del resto de la pintura».
Los expertos sostienen que «tres conclusiones pueden extraerse de estas particularidades de la esfera». En primer término, dicen, «dan cuenta de los experimentos ópticos que tanto apasionaban a Leonardo.»
En segundo lugar, «según sostiene Luke Syson, la identificación de la esfera pintada por Leonardo con el universo creado por Dios podría ser un argumento pictórico explícito acerca del artista entendido como demiurgo, y de una creatividad propia semejante a la divina».
José Emilio Burucúa. Un estudioso de la historia del arte. Foto David Fernández
En tercer término, «remiten también a la cosmología prevaleciente en la época del vinciano: de acuerdo con una idea propuesta por Syson y Martin Kemp. Si pensamos que la esfera cristalina son los cielos y las pequeñas burbujas las estrellas fijas, resulta evidente que el Salvator Mundi es el salvador del cosmos como un todo y no solamente de la Tierra”.
Sin ser contundentes –y dentro de un esquema conjetural– manifiestan un gozoso asombro con las similitudes entre las obras del vinciano.
Competencia en el Golfo Pérsico
Otro elemento presente en esta apasionante investigación es el componente geopolítico. Una segunda fuente secreta que aparece en el documental -un alto funcionario del Ministerio de Cultura, cuyo nombre en clave es «Pierre»- relata cómo el acuerdo para que el Louvre presentara el Salvator Mundi se discutió en la cumbre franco-saudita de abril de 2018.
El polémico príncipe saudita Mohammad bin Salman (MBS) «fue recibido con mucha pompa en París y el acuerdo con la provincia de Al-Ula (de diez años, de decenas de miles de millones de euros, que otorgaba a Francia un papel exclusivo en el proyecto para desarrollar allí un polo cultural, patrimonial y como destino turístico) se firmó entonces”.
Era muy importante para MBS posicionarse como alguien que estaba abriendo Arabia Saudita culturalmente, situarse como un “símbolo de modernidad”.
Con honores. El entonces primer ministro francés Edouard Philippe recibiendo al príncipe saudita Mohammed bin Salman en París, en 2018. Foto AFP
A su vez, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) compiten por dominar la región del Golfo Pérsico en términos económicos y culturales. La amplitud occidental que desarrolló Dubai (EAU) es algo imposible de superar para el conservadurismo saudita.
Y el enorme desarrollo cultural de Abu Dhabi con más de 20 museos de interés internacional, es un terreno en el que poderío económico saudita quiere y podría competir. Recordemos que hay un Louvre en ese emirato y una sucursal del Guggenheim en construcción dirigida por el arquitecto Frank O. Gehry, con un presupuesto que supera los 200 millones de dólares y cuya inauguración está estimada para el año 2022.
A principios de noviembre de 2018, las salas del Louvre árabe comenzaban a exponer Caminos a Arabia, tesoros arqueológicos de Arabia Saudí. Un conjunto de obras que recorrió Europa, Estados Unidos, Asia y que desembarcó en el Louvre de Oriente un mes después del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul.
Museo Louvre Abu Dhabi. Modernidad, arte y riqueza en el emirato.
El periodista había huido de Arabia Saudita, donde había sido amenazado por haber escrito contra el príncipe Mohammad bin Salman. Desde entonces, Arabia pugna por limpiar su imagen política, misógina y de fanatismo religioso.
También se conoció que la segunda Garganta Profunda explica en el documental que el cuadro cuestionado llegó a París en junio de 2019, permaneció tres meses en el Louvre y fue analizado en el laboratorio técnico del Museo (C2RMF) para preparar su papel estelar en la exposición de Leonardo en el Louvre que se inauguró el 21 de octubre de 2019. Pero la obra no apareció en las salas.
El cuadro había pasado por varios análisis y fue sometido a rayos X. Vincent Delieuvin (curador jefe del departamento de pinturas del Louvre) reveló el veredicto: la evidencia científica era que Leonardo da Vinci sólo había hecho un aporte al cuadro. No había ninguna duda. Sin embargo, MBS exigía mostrar el Salvator Mundi junto a la Mona Lisa sin ninguna otra explicación, presentarlo como si fuera cien por cien Leonardo da Vinci.
Dos versiones
Un funcionario del Louvre dijo a la publicación especializada The Art Newspaper que se habían diseñado dos versiones del catálogo: una para ser utilizada si el cuadro se mostraba en la exposición, la otra por si no estaba.
A fines de septiembre de 2019, Macron tomó una decisión: no aceptaba las condiciones sauditas. En diciembre, el Louvre publicó un libro pequeño dedicado al Salvator Mundi, en el que se presentan detalladamente las conclusiones de sus exámenes de laboratorio del cuadro.
En el prefacio, el director del Louvre Jean-Luc Martinez afirma que «los resultados del estudio histórico y científico presentados en esta publicación permiten confirmar la atribución de la obra a Leonardo da Vinci...».
La gran muestra. La exposición sobre Da Vinci en el Louvre, en 2019. Foto AP
Los capítulos del libro de Vincent Delieuvin y sus colegas del departamento de investigación del C2RMF apoyan la atribución positiva a Da Vinci. Esto parece una contradicción, de hecho va en contra de la argumentación del documental pero también se asoma a la ambigüedad del concepto de autenticidad.
Queda claro que no se puede negar que Leonardo haya participado de la obra. De todos modos, el mayor perjudicado de esta lectura ambigua se pregunta, en Riad, en cuánto tasará hoy esa pintura por la que pagó 450 millones de dólares.
El experto global en Da Vinci, Martin Kemp, también fue entrevistado por Vitkine. Kemp fue uno de los más destacados defensores de la atribución del Salvator Mundi a Leonardo da Vinci cuando apareció por primera vez en una exposición de la National Gallery de Londres en 2011 y también cuando se vendió en Christie’s el 15 de noviembre de 2017.
«Lo que se publicó en el catálogo de Christie’s fue definitivo, absolutamente», dice Kemp. Y concluye «No me arriesgaría a menos que estuviera razonablemente seguro, pero siempre podés equivocarte. Si me equivoco, nadie habrá muerto, pero alguien habrá perdido mucho dinero…»
* Héctor Pavón es autor, junto con Mercedes Ezquiaga, de «Todo lo que necesitás saber sobre Leonardo da Vinci en el siglo XXI» (Paidós).
Fuente: Clarín