A continuación, un adelanto exclusivo del libro “Todo lo que necesitas saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI» (Paidós, 2019), que escribieron Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga.
Sin siquiera haber conocido las redes sociales, la figura de Leonardo da Vinci puede darse el lujo de ser trending topic, un eterno hashtag, una etiqueta permanente, un post, miles de posts. Sus creaciones artísticas son subidas a Instagram, Facebook, Twitter; miles de personas se toman selfies junto a ellas. Sus frases, tanto las atribuidas como las auténticas se comparten cada día, y nunca pasan de moda, sin contar las efemérides. ¿Cómo sería hoy, en la era de Instagram, la cuenta personal de Leonardo? Vivo en Florencia. Autodidacta. Trabajo en la corte de los Médici. Autor de La última cena y La Gioconda. Inventé el tanque de guerra. Gustos: amante de la naturaleza y el sfumato. ¿En una relación? It’s complicated.
La figura de Leonardo da Vinci —sus creaciones y toda su genialidad— ha sido estudiada y analizada como ninguna otra en la historia de la humanidad. A quinientos años de su muerte, sigue dando que hablar, y en una plataforma de la magnitud de Internet los usuarios hacen eco de sus creaciones o difunden datos, a veces, por cierto, falsos. Hay cientos de páginas web donde se atribuye a Leonardo la invención de la bicicleta, lo cual es erróneo.
Pero esto es solo el comienzo: la etiqueta o hashtag #leonardodavinci arroja miles de resultados cada día, y sin dudas uno de los más populares es la mentada selfie junto a La Gioconda en el Louvre. La Mona Lisa es toda una influencer actual. No debe existir en la historia de la humanidad una obra tantas veces reproducida, tal vez como en una suerte de homenaje implícito al teórico alemán Walter Benjamin.
La cantante Beyoncé se tomó una foto frente a la pintura haciendo la V con los dedos. Fue en 2014, en una visita exclusiva en la que abrieron las puertas del museo para ella sola. Tan solo ese post obtuvo más de 800.000 likes o me gusta. Tiempo después, en 2018, junto a su marido Jay-Z, ambos estrellas del r’n’b, filmaron un video bautizado Apeshit, en el mismo museo parisino, un clip impactante que los muestra junto a muchas de las obras de la colección y, por supuesto, que tiene su momento apoteósico en el cierre, cuando ambos miran a cámara juntos, parados frente a la pintura de Leonardo. Una imagen por lo menos llamativa, ya que estamos acostumbrados a ver a la misteriosa y sonriente mujer casi siempre con miles de teléfonos celulares que le apuntan al rostro.
Para el crítico de The New York Times Scott Reyburn, en su artículo titulado «What the Mona Lisa Tells Us about Art in the Instagram Era» y publicado el 27 de abril de 2018, la experiencia de fotografiarla en la Grand Gallery del museo, donde se aloja, se ha convertido en más importante que apreciarla, en una época marcada por el turismo de masas, los teléfonos móviles, las aplicaciones y una atención fragmentada.
«La forma en que observamos a La Mona Lisa es representativa, de manera aleccionadora, de cómo se aprecia la mayor parte del arte en la cultura visual saturada y digitalmente mediada de la actualidad», explica el periodista residente en Londres. ¿Existe una forma más contemporánea de ver el arte?, se interroga.
El crítico inglés John Berger, quien fuera una de las voces más lúcidas del intelectualismo europeo, autor de clásicos como Mirar y Modos de ver, decía que la falsa religiosidad que ahora rodea a las obras de arte originales depende, en última instancia, de su valor de mercado y se ha convertido en el sustituto de las pinturas que se perdieron cuando la cámara las hizo reproducibles.
A tono con los tiempos actuales, uno de los videos más divertidos al respecto, subido a YouTube por Playground, propone un trap (híbrido género musical) que protagoniza una digitalizada Mona Lisa en una batalla musical, de palabras, con la escultura el David, de Miguel Ángel, que se titula «Luk at mih».
«Nacida pa’ refrescar el arte digital», canta La Mona Lisa mientras mueve sus labios en un videoclip realizado con técnicas de animación digital y una estética pop que roza lo kitsch y bizarro, cuya letra dice: «Yo soy La Mona Lisa, baby, empieza a enterarte, mi linda cara es oro y mi sonrisa es arte, luk at mih, milagro renacentista, la más cara que ha pintao’ ningún artista. Yo me quito la careta, tengo más guardaespaldas que Beyoncé y Jay-Z. Soy la Moni, la que más money genera, todo el mundo me retrata, Sprite es mi mecenas». A lo que inmediatamente responde el David de Miguel Ángel: «Chst, chst, Gioconda, ¿qué dices? Loca. Estás un poco high, ¿no?». Y replica a modo de rap: «En belleza te supero sin poner ningún empeño que to’ el mundo comenta que tu cuadro es muy pequeño». «A mí no te dirijas si no es pa’ gramearme que tienes enfrente a la influencer más grande», se jacta La Gioconda del video que, una vez subido a la web, en agosto de 2018, se convirtió en cuestión de días en el top ten de la semana. Se trata de un ejemplo más de la potencia con la que Leonardo permaneció en el tiempo, en redes y en el universo virtual.
En Twitter, la plataforma de los caracteres contados, se multiplican las frases atribuidas al genio, como «quien de verdad sabe de qué habla no encuentra razones para levantar la voz» o «al igual que el coraje pone en peligro la vida, el miedo la protege».
En Facebook, la página dedicada al maestro más grande de la tierra posee cerca de dos millones de seguidores, aunque existen muchísimas más con el mismo nombre que congregan hasta 45.000 seguidores, 12.000 seguidores, 6.000 seguidores y así. En definitiva, hay cientos de páginas que llevan su nombre.
Asimismo, miles de sitios web mencionan a Leonardo, a veces desde los ángulos y puntos de vista más inesperados e inverosímiles. Por ejemplo, una escuela de negocios dedicada a la innovación y los emprendedores, con sede en España, comparó, en uno de sus artículos, la figura de Leonardo con la de un community manager —el encargado de redes sociales de una empresa o institución—, alguien con múltiples competencias y habilidades, que fusione lo creativo y lo analítico. Todo ello debe formar parte de una estrategia integrada, señala el artículo, y definen al cm como el Leonardo da Vinci de la web 2.0.
De cara al futuro, algunos especialistas no desdeñan la idea de vincular directamente a Leonardo con el enorme caudal de información que trae aparejado las nuevas tecnologías. Según el escritor estadounidense Walter Isaacson, autor de Leonardo da Vinci. La biografía, el desafío actual ante tal magnitud de información es hacer las conexiones pertinentes para dar origen a la próxima ola de innovación digital, es decir, generar ideas o propuestas transformadoras.
«Como Leonardo, necesitamos ver los patrones en los datos. Él tenía la capacidad de establecer conexiones que no sabíamos que existían. Pudo ver patrones en todas las disciplinas. Leonardo conectó los puntos», aseguró el autor en una conferencia que brindó en 2017, reflejada en un artículo de la revista Forbes titulado «Five Lessons from Leonardo da Vinci about Digital Innovation».
Fuente: Infobae.