Un Cupido escondido.. ¿cambia toda la obra? ¿Cuenta qué es lo que piensa, que late en el corazón de la chica que lee en la ventana? ¿Habla de lo que dice el libro? Y además: ¿por qué ocultar a Cupido, por qué taparlo, por qué querer borrarlo? La obra Muchacha leyendo junto a la ventana, del pintor holandés Johannes Vermeer (1632-1675), recuperó luego de dos siglos y medio de su creación, un elemento que estaba oculto tras ser restaurada por especialistas de la institución alemana Staatliche Kunstsammlungen Dresden. Era el dios del deseo amoroso, era Cupido.
Ahí está. El restaurador Christoph Schoelzel muestra el trabajo, en Dresden, Alemania. / AP
Los expertos que llevan a cabo la restauración eliminaron la capa de pintura que ocultaba la figura, que fue pintada originalmente por Vermeer y luego fue tapada por otra mano que no era la del artista.
En 1979, un análisis con rayos X develó la existencia de esa imagen de Cupido en la pared situada detrás de la figura principal, y varios científicos asumieron que Vermeer había cubierto ese espacio pero ahora se sabe que no fue él quien lo hizo.
Las últimas pruebas de laboratorio confirmaron que el sobrepintado no lo realizó el artista holandés y que se aplicó varias décadas después de que completara la obra, informó la agencia de noticias Efe.
En un comunicado, Marlies Giebe, jefa de restauración del museo, declaró que con la restauración se recupera «el color fresco» que caracteriza a Vermeer. «A partir de hoy, el público puede beneficiarse de la oportunidad única de observar nuestros hallazgos directamente en el trabajo original», añadió.
Sin Cupido. El cuadro de Vermeer, antes de la restauración que reveló una figura tapada por manos distintas de las del autor.
La obra Muchacha leyendo junto a la ventana, pintada entre 1657-1659, representa una de las pinturas principales de la Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde, y fue adquirida en París en 1742, para la colección del Elector Sajón Federico Augusto II.
Durante los siglos XIX y XX la pintura fue varias veces restaurada en Dresde y en 2017, cuando se inició la restauración integral actual de la pintura, ya se pudo contar con los resultados de numerosos análisis precedentes.
Fuente: Télam