El circuito que invitó a conocer de cerca las residencias diplomáticas recorrió siete sedes por fuera y tres por dentro, una oportunidad para conocer de cerca la vida cotidiana de los diplomáticos. Salones, despachos, galerías y jardines estuvieron incluidos en el marco de la Noche del Turismo, una iniciativa del Gobierno de la Ciudad que, desde las 19 hasta las 0 del viernes 13, programó distintas actividades, shows y ofertas culturales.
Palacio Alvear-Ortiz Basualdo
Es uno de los platos fuertes. La imponente escalera escultural de mármol que comunica el hall central de recepción con las habitaciones de la planta alta es apenas uno de los hitos de la Embajada de Italia, en Billinghurst 2577. La actual residencia del embajador Fabrizio Lucentini se iluminó con los colores de la bandera (rojo, verde y blanco) para recibir a los inscriptos.
La historia del expalacio es tan rica como sus ornamentos, mobiliario y objetos decorativos, diseñados a medida. En 1920 Federico de Alvear y Felisa Ortiz Basualdo vivían en París mientras proyectaban en Buenos Aires lo que sería la casa de sus sueños, cuya fachada se diseñó a imagen y semejanza del Hotel de Biron, actual sede del Museo Rodin de París. La ilusión duró muy poco. Seis meses después de haberse mudado el palacio fue vendido al rey Víctor Manuel III de Saboya, para solventar las deudas familiares. Desde 1924 es la Embajada de Italia, y desde 2018, Monumento Histórico Nacional.
El patio de honor y los amplios jardines hablan de la predilección de Federico y Felisa por el estilo francés, una impronta que transforma al Palacio Alvear en un claro exponente que resume la época de las residencias proyectadas como villas rodeadas de parques. Relojes dorados con incrustaciones, puertas de hierro forjado, esfinges, espejos, cuadros y cortinados originales comprenden el catálogo de objetos, auténticas piezas de museo para contemplar. En el comedor, una imponente mesa de nogal junto a la chimenea, donde se recibe a los huéspedes del embajador.
Embajada de Chile
El recorrido contempla otra joyita arquitectónica. Se trata de la Embajada de Chile, en Tagle 2762. La visita que anuncia “sorpresas” en los salones incluye la historia del edificio de 2500 m2 que reúne, en una sola construcción, la cancillería, las oficinas y la residencia de Bárbara Figueroa Sandoval, la embajadora que asumió su cargo a fines de marzo. El conjunto proyectado por los arquitectos Juan Echenique Guzmán, José Cruz Covarrubias y Pablo Burchard Aguayo en 1966 se presenta con una envolvente de cintas ondulantes escalonadas que remiten a las características del paisaje chileno.
Austero en sus interiores, esta decisión fue una estrategia constructiva para destacar el valor del espacio arquitectónico y generar contrastes con la exuberante vegetación de los accesos. La escalera flotante conecta las plantas principales y deja en evidencia la organización en espiral del resto de los espacios. El edificio original fue intervenido en 2015 para realizar el Centro Cultural Matta, en homenaje al arquitecto y artista chileno Roberto Matta.
República de Indonesia
El itinerario de La Noche del Turismo también contempló caminatas por los exteriores de las embajadas de Grecia, Bélgica, España, Haití, Arabia Saudita, Polonia, México y Canadá, vecinas de Palermo Chico, cuyas manzanas irregulares alojan sedes diplomáticas rodeadas de verde. En una de las esquinas, quizás la más modesta, se ubica la embajada de la República de Indonesia, que también abrirá las puertas para curiosos y visitantes inscriptos. En la planta baja del edificio de la calle Mariscal Ramón Castilla 3000 sonarán acordes en vivo de Gamelán, la orquesta de música tradicional compuesta por flautas de bambú, cuerdas, xilofones, tambores e instrumentos metálicos. Además, se podrá visitar una muestra de fotos, objetos artísticos y salones de reuniones de la embajadora Niniek Kun Naryatie y su equipo.
Otras joyitas para conocer
Finalmente, el circuito recorrió el Instituto Sanmartiniano, la Casa de la Cultura Fondo Nacional de las Artes proyectada por Alejandro Bustillo, donde vivió Victoria Ocampo. Además, la icónica y misteriosa construcción art nouveau, la Casa Redonda Mario Palanti, el mismo autor del Palacio Barolo. También, el edificio de la TV Pública y la escultura Floralis Genérica que domina la Plaza de las Naciones.
La iniciativa contempló otras visitas temáticas, como el circuito Mujeres Argentinas, por Puerto Madero, el Casco Histórico en Monserrat y San Nicolás, Cultura Tanguera, por Villa Crespo, y shows de cierre a cargo de distintas bandas. g
Fuente: La Nación .