Este tuit, publicado este sábado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, añadió más tensión si cabe al conflicto entre su país e Irán.
Tras sus declaraciones, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recordó este lunes que tanto EE.UU. como Irán firmaron convenios internacionales en los que se comprometen a no dañar el patrimonio cultural y natural del resto de países signatarios, incluso en casos de conflicto armado.
El enfrentamiento entre Washington y Teherán alcanzó un punto crítico el pasado viernes, cuando EE.UU. mató en un «ataque selectivo» al general iraní Qasem Soleimani, considerado un héroe militar en su país y pieza vital de la influencia iraní en todo Oriente Medio.
Tras su muerte, el ayatola Alí Jamenei, el líder supremo de Irán, prometió una «venganza severa contra los criminales».
En 2012, la mezquita Masjed-e Jameh fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que destacaba: situada en el centro histórico de Isfahán, la “Mezquita del Viernes” ilustra de manera sobresaliente la evolución de la arquitectura de mezquitas desde el año 841 d. de C. y a lo largo de doce siglos.
Es el edificio más antiguo de su estilo en Irán y sirvió como prototipo para varias mezquitas posteriores construidas en Asia Central. El complejo tiene una extensión superior a los 20.000 metros cuadrados, es también el primer edificio islámico que adaptó el diseño de un patio a la arquitectura islámica de carácter religioso. Sus cúpulas abovedadas representan una innovación arquitectónica que inspiró a los constructores de otros edificios en la región: la cúpula sur fue construida para albergar el mihrab en 1086-1087 y era más grande que cualquiera conocida en su época. La cúpula del norte se construyó un año más tarde.
El sitio tiene además detalles decorativos representativos de desarrollos estilísticos que abarcan más de mil años de arte islámico.
El Palacio de Golestán, en Teherán
Sitios culturales Irán. Palacio Golestan. /Shutterstock
Durante el reinado de Safavid Shah Abbas I, en los alrededores de Teherán y donde se encuentra ubicado hoy el Palacio de Golestán, se construyó, entre 1524 y 1576, un vasto jardín llamado Chahar Bagh (Cuatro Jardines), como residencia gubernamental. Este complejo fue reconstruido entre 1750 y1779, y en 1813 la zona este del jardín Real se amplió. De todos sus salones, el más famoso es del de Ayibeh por su extaordinario trabajo con los espejos.
Otros sitios bajo amenaza son la ciudad de Bam, de 2.000 años de antigüedad y la estructura de adobe más grande del mundo, y la tumba de Ciro II de Persia, conocida como Ciro el Grande, el fundador del imperio aqueménida persa en el siglo VI a. C., en la ciudad de Pasargadae.
Fuente: BBC
Si Trump encuentra algún tipo de límites a este impulso destructivo que alerta al mundo, se los impondrá, en principio, el Congreso de su país, que tiene el único poder de declarar la guerra y ya se quejó de que Trump no notificó por adelantado su ataque aéreo contra Soleimani en Bagdad (aunque el mandatario cumplió con el plazo de 48 horas requerido por la Ley de Poderes de Guerra para notificar al Congreso después del ataque, el documento era clasificado y no hubo versión pública). Se espera que la administración informe a los legisladores sobre sus acciones esta semana.
Entre tanto, personalidades de los distintos ámbitos de la vida política y cultural a nivel planetario manifiestan su repudio a la posibilidad, siquiera remota, de que esos sitios históricos amenazados puedan verse afectados en el marco de la escalada en Medio Oriente. Esto sucede en un clima de crecientes tensiones: una pesadilla que observa el mundo, y con final abierto.
Fuentes: Agencias, CNN, New York Times, The Guardian, UNESCO.