A estas alturas todos conocemos el meme de los porteadores ghaneses de ataúdes, en el que el vídeo de una conducta más o menos peligrosa da paso a la imagen de estos profesionales funerarios que bailan con un féretro a cuestas (como explicábamos en este reportaje). Pero recientemente se ha comenzado a compartir lo que parece una ilustración medieval con los protagonistas de esta escena.
Por desgracia, no se trata de ninguna miniatura real de ningún manuscrito más o menos premonitorio: este meme y otros similares son obra de los creadores de Deus lo vult, un juego de mesa ambientado en la Edad Media, creado y diseñado por tres amigos de Kiev (Ucrania).
Mike Badelin, su desarollador, explica a Verne por correo electrónico que la empresa tenía previsto empezar hace unas semanas a enviar el juego a quienes lo compraron por la plataforma de financiación colectiva Kickstarter. Sin embargo, “el envío se retrasó muchísimo debido a la cuarentena, primero en China y después en todas partes”. Con los paquetes parados en Shanghái, los autores comenzaron a compartir las versiones medievales de algunos memes conocidos: “Hicimos lo poco que podíamos hacer: alegrar a nuestra comunidad con dibujos tontos. Funcionó y la gente lo encontró divertido”.
Probablemente su meme más compartido es el de los porteadores, publicado el 13 de abril, que ha circulado a menudo con la firma cortada: “Es el precio de la popularidad, imagino… Pero, por favor -añade, dirigiéndose a quienes lo comparten-, no cortéis la firma. No cobramos por usarlo”. Hay incluso una segunda versión de este meme, en la que se ve el momento en el que se cae el ataúd, como ocurre en uno de los vídeos de los porteadores.
En su cuenta hay memes clásicos y nuevos, como el de los porteadores, pero también han adaptado algunos a la actual pandemia. Por ejemplo, el meme de Drake, solo que sustituyendo al músico estadounidense por la muerte. En esta versión, la muerte aprueba las acciones que a ella sí le van bien, como no respetar la distancia social y batirse en duelo con la visera del casco levantada. Al respecto, Badelin explica que el humor puede ser “la mejor manera de que la gente se acuerde de algunas de las nuevas normas”.
Otros son memes clásicos, como el novio distraído o el de la mujer gritando a un gato. Incluso hay una versión humorística de los populares acertijos matemáticos que se comparten en redes y de los memes inspirados en el dilema ético del tranvía. La empresa se ofreció a diseñar para Verne una versión del meme de la “maravillosa jugada”, protagonizado por Leontxo García, cronista de ajedrez de EL PAÍS, que publicamos aquí debajo. Hemos reunido unos cuantos ejemplos más al final del artículo.
Lo que tienen en común memes y miniaturas
El estilo de estas publicaciones es el que se puede encontrar en su juego de mesa, que toma su nombre del lema cristiano que significa «Dios lo quiere» y que se usó en la primera cruzada. En el juego no hay memes, aunque sí más de 300 ilustraciones inspiradas en manuscritos medievales de los siglos XII a XV.
Según concreta Badelin, estas imágenes rinden especial homenaje a “las iluminaciones de Las grandes crónicas de Francia de Saint Denis y el arte de los hermanos Limbourgh”, autores de Las muy ricas horas del duque de Berry. Badelin es el desarrollador de Deus lo vult, pero para las ilustraciones contó con el trabajo de Alexander Komyakhov y Mykhailo Skop, que además es el autor de los memes. Los tres se conocieron estudiando Historia del Arte.
En opinión de Badelin los memes tienen mucho más en común con las miniaturas medievales de lo que puede parecer a simple vista. En su opinión, tanto estas ilustraciones de hace siglos como las imágenes que se comparten en redes sociales “dan más presencia al componente pictórico que al verbal, dependen de varios contextos culturales cruzados, son hermenéuticos -es decir, requieren interpretación-, son simbólicos y también son muy canónicos, ya que se basan en miles de normas no escritas”, que llevan a una clara consistencia visual a pesar de que haya “innumerables autores anónimos”.
Aunque el objetivo no era hacer publicidad del juego, Badelin apunta que “más gente lo conoce ahora” y esperan que eso les ayude a vender más y a comenzar la segunda campaña de crowdfunding, ahora que finalmente las cajas se están repartiendo a sus compradores. Además de eso, han publicado una versión imprimible y gratuita de su juego “para ayudar a la gente a pasar el tiempo de cuarentena». Se puede bajar tanto en su página web como en su perfil de Kickstarter. En esta versión, cruzados y sarracenos aparecen con mascarilla.
Badelin define este juego como “una broma oscura sobre una de las iniciativas más oscuras, más tontas y aun así más majestuosas y exaltadas de la historia de Europa”. Y apunta a los lectores españoles que uno de los jugadores puede llevar el Reino de Castilla y jugar con el Cid o con el templario y trovador catalán Olivier lo Templier. El desarrollador también recomienda otros juegos para esta época de pandemia y confinamiento: This War of Mine, «si te sientes lo suficientemente macabro», y Pandemic, que, como su propio nombre indica, consiste en contener una pandemia.
Y, si alguien ha llegado por los memes y no por la historia, aquí hay unos cuantos más:
Fuente: El País