Más de 140 edificios y viviendas porteños abrieron sus puertas en el festival Open House en Buenos Aires

Apreciar las maravillas de algunos de los edificios emblemáticos de la Ciudad, asomarse a la relación que los porteños entablan con el espacio a partir de la visita a más de 40 casas particulares y conocer los avances en la reurbanización de la villa 31.

La oferta actual amplía la disponibilidad de la edición anterior, cuando se abrieron 109 edificios y hubo 42.000 visitantes.

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¿Nunca sentiste curiosidad por conocer la casa de otro? Con ese lema, que apela al componente fisgón de la naturaleza humana, la séptima edición del tradicional festival de arquitectura y urbanismo ofrece una nueva oportunidad para redescubrir la arquitectura de Buenos Aires ingresando de manera gratuita a edificios de gran valor arquitectónico que normalmente se encuentran cerrados al público.

En esta ocasión el acento parece estar colocado en los espacios privados, ya que se sumaron unas 30 viviendas a la oferta de la edición pasada: «El festival se caracteriza por abrir aquellos espacios que generalmente están cerrados al público para poder ser recorridos durante ese fin de semana. Por eso nos concentramos este año en lo privado», explica a Télam uno de los organizadores de la iniciativa, el arquitecto Santiago Chibán.

«Por otro lado más del 70 por ciento de la arquitectura en las ciudades es residencial, y me parece que es una buena manera de poder mostrar la producción arquitectónica de una gran ciudad como la nuestra -acota-. En alguno de los casos, los espacios no son elegidos por la arquitectura en sí, sino por la actividad que se desarrolla en ese edificio o por alguna particularidad que genere algún interés en quien lo visita».

Uno de los espacios que integra la oferta es Casa Ho, un complejo de viviendas «bike friendly» situado en el barrio de Coghlan que permite llegar en bicicleta hasta la puerta del departamento a través de una rampa que recorre las seis plantas del edificio y que además cuenta con huerta urbana en cada unidad y múltiples terrazas de acceso común.

Interesante por su fusión entre hormigón y naturaleza es el edificio ubicado en Maure al 3200, en la zona de Colegiales, un complejo de unidades que presenta una impactante fachada vegetal, donde las bignonias trepadoras juegan a diluir los límites geométricos del cemento y dibujan una cascada verde que atraviesa la construcción. En el interior de los departamentos, el toque original está dado por un baño cilíndrico central que organiza el espacio y permite infinitas variantes de armado.

El festival de arquitectura y urbanismo surgió en Londres en 1992 a partir de la iniciativa de Victoria Thornton, que pensó en esta movida con la intención de acercar la arquitectura contemporánea a los habitantes de su ciudad.

El proyecto fue tan exitoso que pronto tuvo una frecuencia anual y ya se replica en más de 45 ciudades.

En la Argentina es organizado desde 2013 por la asociación civil sin fines de lucro «CoHabitarUrbano» y cuenta con 800 voluntarios que reciben al público, aunque en muchos de los sitios se suman también a la recorrida los dueños de las casas y hasta los arquitectos que las construyeron o remodelaron.

«Hay distintas formas de acercarse a la arquitectura. La tradicional es entrando a conocer los espacios. Pero hay muchas otras. Nosotros planteamos recorridas a pie o en bicicleta como diferentes maneras y velocidades de relacionarse con las obras, o la cámara oscura que recorre el fenómeno óptico de una cámara fotográfica a través de un espacio habitable», explica Chibán.

Este año se podrán conocer las nuevas urbanizaciones para relocalizar a vecinos de distintos asentamientos porteños.

Así, con inscripción previa, se podrán visitar las nuevas viviendas de la Villa 31 y la reorganización de las villas Rodrigo Bueno o Fraga y del barrio Papa Francisco, junto a la villa 20 de Lugano.

Entre los espacios para recorrer sobresalen varios clásicos, como el Planetario, el Palacio Barolo, la Biblioteca Nacional, el Edificio Comega, el Banco Hipotecario (ex Banco de Londres), o el Polo Científico Tecnológico.

Además se suman decenas de nuevas propuestas, como la Torre Monumental y la Casa Betbeder.