Desde que multiplicó sus ofertas en internet, para compensar el bloqueo forzado por el coronavirus, ha reunido más de 10 millones de visitas virtuales en 71 días.
Todavía no se sabe cuándo el museo parisiense, cerrado desde el 12 de marzo, volverá a abrir sus puertas. Mientras tanto, su equipo ha trabajado para ofrecer cursos virtuales cada semana en inglés. Para beneficiar principalmente a los turistas estadounidenses, seguidos por los chinos, que son los más asiduos del museo símbolo de París.
En las primeras semanas, en particular, hubo un pico de 330 mil visitas por día en promedio. Para Sophie Grange, subdirectora de comunicación del Louvre, “la combinación de teléfonos inteligentes y redes sociales consagra el triunfo de la imagen virtual y los grandes museos no tienen más remedio que aprovechar al máximo estos medios para darse a conocer a un público más amplio, en casa”. Aunque, admitió, “luchemos un poco porque la obra de arte no es una imagen y requeriría una reunión real” con el observador. Entre las herramientas más exitosas está la aplicación que ofrece una experiencia de realidad virtual, “Tête à tête con la Gioconda”, descargada más de 10.500 veces, y un nuevo servicio para niños (petitlouvre.louvre.fr) , que reúne historias animadas correspondientes a las obras del museo.
En Italia, en cambio, la espera para la reapertura de los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina y las estancias de Rafael llega a su fin y a partir del próximo 1 de junio se podrá visitar esas joyas que atesoran inmensas colecciones de arte. “A partir del primero de junio, después de casi tres meses de cierre, será posible volver a visitar los Museos Vaticanos con toda seguridad”, aseveró la institución, que anunció también la reapertura de la villa pontificia de Castel Gandolfo. Asimismo, se informó sobre “medidas sanitarias extraordinarias para la seguridad de los visitantes y el personal”, así como los nuevos horarios de apertura. “La actual situación de emergencia sanitaria impuso como principal propósito, para poder reabrir, equilibrar, lo máximo posible, las exigencias de seguridad y de la salud con las dinámicas propias de una visita que no sea, sin embargo, desvirtuada de su esencia”, explicó la dirección de los museos.
Desde el pasado 8 de marzo, los museos estuvieron cerrados y eso implicó fuertes pérdidas, en el orden de varias decenas de millones. Por lo tanto, “en cumplimiento escrupuloso de las normas de higiene y de distancia, todos aquellos que accedan a los museos se someterán a control de temperatura corporal a través de equipos termométricos y el ingreso de los visitantes sólo se permitirá sólo con barbijos”. Durante el horario de apertura al público, “siempre estará activo un equipo de personal médico y sanitario de la Misericordia de Italia que, junto con la Dirección de Salud e Higiene del Estado Ciudad del Vaticano, garantizará todo lo necesario”, prosiguió la dirección de la institución. Otras novedades se refieren a la modalidad de la visita, según una programación extraordinaria que podrá, en cualquier momento, ser revisada de acuerdo a cómo evolucione la emergencia el Covid-19. También para ingresar a los Museos Vaticanos será obligatoria una reserva.
Fuente: Ámbito