1. John F Kennedy – Estados Unidos
La tumba de Kennedy con la llama eterna, que encargó su mujer, Jackie.
El entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas, durante un viaje de campaña. Su tumba se encuentra en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia, alineada con el monumento dedicado a Lincoln.
Inspirada en la llama eterna de la tumba del soldado desconocido en el Arco de Triunfo de París, su viuda, Jackie Kennedy, pidió una igual para la de su marido. Desde entonces, el servicio postal Estados Unidos usó una imagen del fuego para el sello oficial que conmemora al presidente asesinado y que lleva su frase: «El resplandor de ese fuego puede encender el mundo».
2. Lady Di – Inglaterra
El mausoleo levantado en honor a Diana de Gales.
Aunque muchos aseguran que los restos de la princesa de Gales no están en la isla de Althorp, miles llegan cada año para venerarla. Su familia levantó un monumento en su honor en la casa de su infancia y es ahí donde se la homenajea, a pesar de las sospechas de que estaría a unos kilómetros, en una cripta de los Spencer, en Great Brington.
El templo que lleva su nombre y su silueta pintada en negro se construyó sobre una isla del jardín. Tiene dos placas: una con el discurso que su hermano, el conde Spencer, leyó en su funeral y otra con una cita de Lady Di a cerca de su trabajo caritativo. Hay además arboles, rosas blancas y cisnes en honor a la princesa que murió en un accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997, en París.
3. Marilyn Monroe – Estados Unidos
A pedido de Hugh Hefner, su tumba está junto a la de Monroe.
Icono de los años 60, nació como Norma Jean Baker y fue enterrada como Marilyn Monroe, en Westwood, de Los Ángeles. Joe DiMaggio, su último y gran amante, de quien se había divorciado en 1954, decidió el lugar de sepultura por considerarlo un cementerio alejado y tranquilo. No calculó que tras la muerte de Marilyn cobraría otro significado: ahí querrían descansar personajes como Roy Orbison, Frank Zappa, Truman Capote y Ray Bradbury.
De hecho, Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy, compró la parcela contigua, en medio de críticas y controversias, para reposar junto a la primera chica de tapa de su revista. En relación a las ofrendas, DiMaggio depositó rosas rojas tres veces por semana durante veinte años. Actualmente hay marcas de lápiz labial, más flores y tarjetas.
4. Fidel Castro – Cuba
La tumba de Fidel Castro, en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. Fuente: Lugares Crédito: Soledad Gil.
Es un atractivo reciente, en la entrada del Cementerio Santa Ifigenia, de la ciudad de Santiago de Cuba. Sencilla «como un grano de maíz» -en palabras de José Martí-, se erige como una gran roca de 50 toneladas que proviene de Sierra Maestra y hace referencia a la vida revolucionaria de Fidel.
Tiene una placa de mármol que sólo dice su nombre (sin fechas ni apellidos) y que comenzó a idearse en 2006, diez años antes de su muerte y después de que sobreviviera a varios intentos de asesinato. Detrás de la placa está la urna de cedro con sus cenizas, que fue depositada por su hermano Raúl. Hay además dos soldados que lo custodian.
5. Frank Sinatra – Estados Unidos
«Lo mejor está por llegar», proclama la lápida de Frank Sinatra en Cathedral City.
La Voz, como solían llamar al mítico cantante, fue enterrado con una botella de Jack Daniels y un paquete de cigarrillos en el Desert Memorial Park de Cathedral City, California. «Estoy perdiendo», fueron sus últimas palabras cuando tuvo un ataque al corazón y dejó este mundo, en 1998.
En su lápida puede leerse: «Lo mejor está por venir». Hace referencia una de las canciones que más le gustaba cantar de su repertorio. Sobre su tumba los visitantes suelen dejar monedas de un centavo, como un guiño a su canción Pennies from Heaven.
6. Jim Morrison – Francia
Morrison está en el cementerio Père – Lachaise de París. Crédito: Earth trekkers
Falleció en París el 3 de julio de 1971 y su tumba es un tributo a su vida como leyenda de la música. El líder de la banda The Doors está enterrado en el cementerio de Père – Lachaise, en la capital francesa.
Si bien es cierto que muchos otros artistas famosos como Edith Piaf o Max Ernst también están enterrados allí, su tumba es la más visitada del cementerio. Y año a año, los funebreros tienen que lidiar con los homenajes no autorizados que le hacen los fans.
7. Bruce Lee – Estados Unidos
La tumba de Bruce Lee, junto a la de su hijo Brandon.
Los restos del maestro de artes marciales, actor, filósofo, guionista, escritor, director y productor, nacido en Estados Unidos, están en el cementerio Lake View de Capitol Hill, Seattle, junto a los de su hijo Brandon.
El protagonista de Operación Dragon -que marcó un antes y un después en las artes marciales- falleció los 32 años en condiciones poco claras. Alergia a un medicamento, envenenado o por un golpe de calor… Como fuera, miles de personas visitan cada año su tumba, entre los que se destacan tres mongoles que caminaron 6.000 kilómetros para honrar a Lee en el aniversario de su nacimiento.
8. Bob Marley – Jamaica
Bob Marley está enterrado en su casa, que además es museo. Crédito: Nosotrosandamos.com
El mausoleo que conserva en un sarcófago de mármol las cenizas de Robert Nesta Marley es un lugar de culto rastafari. En Nine Mile, Saint Ann, en las sierras de Jamaica, homenajea al artista que murió de cáncer -tras negarse a hacer tratamiento contra el melanoma que le habían descubierto- en mayo de 1981.
Está en la casa dónde nació y vivió buena parte de sus 36 años de vida, que además ahora funciona como museo. Hay discos de oro, su cama oxidada, su guitarra Les Paul dorada, una biblia, una pelota de fútbol y la piedra que, se dice, usaba de almohada como inspiración para recibir las letras de sus canciones. Además, hay un restaurante vegetariano y un negocio para comprar souvenirs. Dentro del mausoleo se puede fumar marihuana pero hay que sacarse los zapatos en símbolo de respeto.
9. Elvis Presley – Estados Unidos
La tumba de Elvis está en el jardín de su casa.
El Rey del Rock murió de una sobredosis con fármacos en agosto de 1977 y fue enterrado en un mausoleo en el cementerio de Forest Hills en Memphis, Tennessee. Más tarde, por un intento de robo frustrado, sus restos fueron trasladados a Graceland, la mansión donde vivió desde los 22 hasta morir.
En los años 80, Graceland se convirtió en un problema financiero para la familia. Entonces Priscilla Presley, viuda de Elvis, la abrió al público para mantener vivo el legado de su marido y solucionar los temas económicos. Actualmente cerca de 600.000 personas por año recorren la casa, que es la segunda más visitada en Estados Unidos, después de la Casa Blanca.
10. Oscar Wilde – Francia
Escritor Oscar Wilde descansa en el cementerio parisino Père – Lachaise.
El autor de El Retrato de Dorian Grey murió en 1.900 y descansa en Père – Lachaise, en la capital francesa. Está en un monumento del escultor Jacob Epstein, que trabajó sobre un bloque de piedra de 20 toneladas y recrea la figura alada de un mensajero. Algunos aseguran que el diseño estuvo basado en La esfinge, el poema de Wilde.
Durante años, los visitantes besaron la piedra con lápiz labial para dejar su impresión. Pero como la grasa impregnada sobre la piedra porosa se volvió difícil de limpiar, en 2011 se colocó una barrera de vidrio de dos metros para cubrir el monumento.
Fuente: La Nación