«Disruptivo». Pocas palabras más usadas en el vocabulario contemporáneo. No llama la atención entonces que «Disrupciones» haya sido el título elegido por Diana Wechsler y Florencia Battiti para la muestra que reúne esculturas públicas de seis artistas argentinos en el Collins Park de Miami Beach durante la gran semana de Art Basel, del 3 al 8 de diciembre.
Con esta muestra accesible a todo público, la feria de arte suiza -la más importante del mundo- culmina los tres años de acciones de Art Basel Cities: Buenos Aires, programa impulsado junto con el gobierno porteño para promover el desarrollo de la escena local. Ahora está representada en uno de los principales parques de Miami por «embajadores» argentinos de distintas generaciones: Matías Duville, Graciela Hasper, Marie Orensanz, Pablo Reinoso, Marcela Sinclair y Agustina Woodgate.
«Aunque apelamos a la curiosidad del público, a su capacidad de asombro, reflexión, complicidad y sorpresa, ‘Disrupciones’ también implica necesariamente un compromiso con lo desconocido, una ruptura del statu quo«, sostienen las curadoras.
«En el espacio público pasan otras cosas que en el cubo blanco, que está dando señales de agotamiento. Hay otra predisposición de quien se encuentra con la obra y un montón de variables que ni los artistas ni los curadores controlamos. Eso lo vuelve más disruptivo e interesante para trabajar», dijo Battiti, curadora del Parque de la Memoria que este año estuvo a cargo del envío a la Bienal de Venecia. Coincide con esta idea Wechsler, directora artística y académica de Bienalsur, quien recuerda una larga tradición de Buenos Aires con obras públicas: desde la Pirámide de Mayo hasta el Obelisco -intervenido en este siglo por Leandro Erlich y Julio Le Parc-, hasta acciones colectivas como El Siluetazo. «Elegimos invadir el espacio urbano con obras que generan una interferencia en el tránsito del ciudadano; la inercia cotidiana se ve interrumpida y abre una pregunta».
Con el foco en la Argentina
Matías Duville ya debutó en el mismo parque hace tres años con una instalación reproducida en la tapa de The Art Newspaper. «En busca del próximo gran paso de Art Basel hay que entrenar su mirada sobre la Argentina», recomendaba entonces el periódico, mientras los directivos de la feria anunciaban a periodistas de todo el planeta su intención de mirar -y viajar- hacia el fin del mundo. Desde entonces se realizaron en Buenos Aires varias acciones, como la Art Basel Cities Week.
Algunos de los frutos de esas semillas maduran bajo el sol de diciembre. De ecosistemas distantes llegarán las plantas que utilizará Duville en Big Bang America (2019). Su instalación será una tubería aplastada por una roca, con ambos extremos hacia el cielo, desde los que asomará la vida vegetal. Su obra ofrecerá una imagen contundente relacionada con la tensa convivencia entre civilización y naturaleza.
Ese vínculo también está presente en las obras de Woodgate y Reinoso. Radicada entre Ámsterdam y Miami -ciudades amenazadas por el aumento del nivel del mar como resultado del cambio climático-, la primera aludirá en The Source (2019) al peligro de descuidar el agua. Y el artista argentino residente en París, habituado a trabajar con madera, evocará la sobreexplotación de la naturaleza en Still Tree (2019), al encerrar un árbol muerto dentro de una estructura de acero. De este material está hecha también Invisible (2018), de Orensanz, que exhibirá una estructura de tres metros de altura con forma de ojo de cerradura. Sobre el arco superior tiene calada la palabra «invisible», legible únicamente para aquellos que se paran debajo de ella. «El público, al atravesar, puede ser simbólicamente la llave», dice ella.
También hayá que vivir la experiencia de atravesar, como proponía el artista venezolano Jesús Rafael Soto con sus «penetrables», la instalación Intemperie (2019), creada por Hasper. Son estructuras cúbicas abiertas, de colores, similares a las que se exhiben en la flamante Fundación Santander, en San Telmo.
La interacción también es clave en Derrame (2019), la propuesta de Sinclair. Su obra deconstruye y reimagina Miami Mountain (2016), realizada por el artista suizo Ugo Rondinone, escultura permanente del Collins Park que pertenece al vecino Museo de Arte Bass. La artista argentina diseminará por todo el parque miles de piedras pintadas con los mismos colores flúo de las que componen ese enorme tótem contemporáneo para que el público pueda crear sus propias esculturas. La intención es proponer «una oportunidad de juego colectivo» a quienes transiten por el parque público, considerado un «espacio de construcción colectiva» donde sea posible «cuestionar con humor a las autoridades que regulan sus usos».
Imperdibles de la semana de Art Basel
Feria Art Basel Miami
Del 5 al 8, en el Miami Beach Convention Center
Faena Festival
Del 2 al 8 en el distrito Faena, con entrada gratis
Pinta Miami
Del 4 al 8, la feria dirigida por Diego Costa Peuser, en Mana Wynwood
Leandro Erlich
El 3 presentará en la playa la monumental obra Orden de importancia
Fuente: Celina Chatruc, La Nación