Italia celebra los 500 años de la muerte de Rafael con una importante retrospectiva en Roma. Un recorrido a través de la vida y la obra de uno de los grandes artistas del Renacimiento, desde los inicios en su Urbino natal hasta su consagración definitiva durante el pontificado de León X.
La exposición reúne más de 200 obras maestras de Rafael Sanzio (1483-1520) procedentes de medio centenar de instituciones de todo el mundo, incluidos el Museo del Prado, el Louvre, la National Gallery de Londres o los Museos Vaticanos. Pinturas como la Dama velada o La velada, uno de los retratos más célebres del pintor; San Juan Bautista de niño; la Virgen de la Casa de Alba o el retrato del Papa León X con los cardenales Giulio de Medici y Luigi De Rossi, un préstamo de la Galería de los Uffizi recientemente restaurado, que ha abierto una crisis dentro de la institución.
La semana pasada el comité científico de la galería presentó su dimisión en bloque en protesta por el traslado de la tela, considerada demasiado delicada para poder salir del museo florentino, de donde proceden buena parte de las obras de la exposición. Una decisión que, sin embargo, reivindicó el director de los Uffizi, el alemán Eike Schmid. «La gran exposición sobre Rafael, un evento cultural histórico, será uno de los grandes motivos de orgullo para Italia en el mundo entero este año, de ahí que no pueda prescindir del retrato de León X, una obra maestra que, por cierto, disfruta de una salud muy buena y está en condiciones óptimas para viajar a Roma, después de haber sido restaurado».
Concebida como la mayor retrospectiva jamás realizada en torno a la figura de Rafael, la muestra se inspira especialmente en el período romano que consagró al pintor y arquitecto como un artista a la altura de Leonardo da Vinci o Miguel Ángel, los otros dos grandes genios renacentistas, con quienes entró en contacto durante su etapa en Florencia. Ambos tuvieron una gran influencia en el artista, al igual que Pietro di Cristoforo Vanucci, llamado el Perugino, considerado el maestro del genio de Urbino, que murió casi en el olvido superado por su alumno. El bello’ Rafael, como lo llamaban en la época, fue un niño prodigio que gozó de gran respeto desde muy temprana edad. Tras su muerte prematura con 37 años, fue despedido con un funeral en el Vaticano y enterrado en el Panteón de Roma.
La exposición representa el evento más emblemático del programa aprobado por el Comité Nacional instituido por el Ministerio de Cultura italiano por el 500 aniversario de la muerte del artista. A pesar de la crisis por la difusión del coronavirus en el norte del país, ya se han vendido más de 70.000 entradas, según los organizadores. Rafael, 1483-1520 podrá visitarse desde hoy y hasta el 2 de junio en las Escuderías del Quirinal.
Fuente: Soraya_Melguizo – El Mundo