«La gente piensa que estamos locos o somos estúpidos», dice el galerista Emmanuel Perrotin, en su stand de Art Basel Miami Beach 2019, del que todos hablan, por exhibir la última creación del polémico artista italiano Maurizio Cattelan: una banana pegada a la pared con un trozo de cinta plástica, que el galerista define como escultura y que ya se vendió por 120.000 dólares.
En el primer día de la feria -una jornada VIP a la que solo pueden acceder invitados y prensa, y donde incluso se lo vio por los pasillos a la estrella de Hollywood Leonardo di Caprio- nadie quería perderse la selfie junto a la «escultura» de Cattelan titulada «Comediante», una muchedumbre apiñada frente a esta fruta adosada a la pared, algunos sonrientes, otros con cara de asombro y varios, incluso, de indignación.
Emmanuel Perrotin es el galerista de Cattelan desde hace 27 años así que pareciera ya nada sorprenderlo de este artista que presentó en el Guggenheim de Nueva York un inodoro real de 18 quilates de oro; que diseñó una escultura del papa Juan Pablo II aplastado por un meteorito, o que «inauguró» una muestra en una galería en la que colocó un cartel en la puerta que decía «Regreso pronto»: no había obras adentro y el artista, claro, nunca regresó.
La gente piensa que estamos locos o somos estúpidos”EMANUEL PERROTIN
«Es una serie de tres piezas y ya vendimos dos ejemplares, a 120.000 dólares cada uno. Así que esta es la tercera y está a la venta en 140.000 dólares», dice Perrotin, simpatiquísimo, en una entrevista con Télam, mientras señala la bendita escultura que Cattelan realizó primero en resina, luego en bronce, pero que finalmente decidió exhibir en su versión real.
Cattelan se refirió entonces -según cuenta el galerista- a la icónica portada del album The Velvet Underground ilustrada por Andy Warhol, y luego a la famosa pintada del muro de Berlín, de hombres cabeza de robot comiendo bananas, símbolo de la división de Alemania.
Sería injusto decir que la pieza Cattelan se robó toda la atención de Basel Miami, donde participan 269 galerías de todo el mundo -entre ellas las más importantes del mundo como Gagosian, Pace o White Cube-, pero sí que acaparó gran parte de ella en la primera jornada de la feria, uno de los eventos centrales de la Semana del Arte de Miami, que incluye otras 20 ferias satélites y literalmente 1.000 eventos diferentes, a los que resulta imposible asistir.
Pero hay mucho para ver en esta impresionante feria, que incluye pintura, escultura, instalación, fotografía, dibujo, video y obras digitales, como por ejemplo la impresionante escultura con forma de flor, de tres metros de alto y colores vibrantes de la japonesa Yayoi Kusama, en el stand de la galería Victoria Miro, de Londres, donde prefieren no dar el precio de la obra.
La Argentina tiene una presencia importante este año en la feria, y además de galerías como Barro o Ruth Benzacar, se ven por los stands las esculturas flotantes del tucumano Tomás Saraceno, en la alemana Esther Schipper y también en Tanya Bonakdar, cerca de las bellísimas obras de su amigo, el danés Olafur Eliasson, quien sorprende con sus esculturas de esferas vidriadas, que invierten el reflejo de la imagen, o esa suerte de mirador de espejos, como un caleidoscopio, que atrapa postales únicas de esta feria.
Las luces de neón parecen ser uno de los must de esta edición, algo palpable en los trabajos de Andrea Bowers o del colectivo Superflex, pero también hay varias piezas que aluden a la migraciones, uno de los grandes temas en la actualidad, en una oferta ecléctica, de impacto y deliciosa, que abarca además obras del chino Ai Weiwei y sus ladrillos Lego; de Jeff Koons, Damien Hirst, Anish Kapoor, Helio Oiticica, el rosarino Lucio Fontana y sus pinturas con tajos, los Totem de Keith Haring o las muy conocidas series de pinturas pop “Flowers”, de Andy Warhol.
Una hora antes de abrir sus puertas tuvo lugar una conferencia de prensa en el Centro de Convenciones de la ciudad, con la presencia de Noah Horowitz, director de Art Basel Miami Beach, junto a Laurel Lee, secretaria de Estado de Florida; Dan Gelber, alcalde de Miami Beach, y John Matthews de la patrocinadora UBS.
También estaba presente Marc Spiegler, director global de Art Basel, quien dijo a Télam -al término de la conferencia- que esta edición “va a ser increíble, ya que luce fantástica” en el marco de “una semana en la que Miami Beach se convierte en el centro del mundo, porque el arte contemporáneo ha florecido en el clima tropical del sur de Florida”.
Y dedicó unas palabras también al más novedoso emprendimiento del coleccionista argentino Jorge Pérez, quien inauguró un nuevo centro de arte, El Espacio 23, con una impresionante muestra dedicada al arte en tiempos turbulentos.
La feria Art Basel arroja miles de postales a cada paso, es cuestión de caminar sus pasillos, hasta que el cuerpo aguante y encontrarse frente a cada obra de cada artista, diferentes historias que germinan en distintas partes del mundo.
‘See the Highlights of Art Basel Miami Beach’s Newest Section, Dedicated to Art That’s Just Too Awesome For an Art Fair’ via @artnet: https://t.co/NqvHDaYJqM pic.twitter.com/8qd7LQ3mnj
— Art Basel 🌴 #ArtBaselMiamiBeach (@ArtBasel) 5 de diciembre de 2019
Afuera del Centro de Convenciones, en la playa de Lincoln Road, se encuentra otro de los eventos rutilantes de la semana: la obra del argentino Leandro Erlich, una monumental instalación bautizada «Order of importance», encargada por la ciudad de Miami que presenta una hilera de 66 autos hechos de arena, la postal de un clásico embotellamiento, pero en la playa y a escala real, la obra más grande que el artista haya realizado hasta el momento; en su statement, Erlich habla del cambio climático, y de sus consecuencias, en referencia a esta creación que el paso de los días, el viento y el clima, derrumbará.