La exposición «Un visionario», que inaugura este viernes en el CCK, recorre la vasta producción del artista mendocino Julio Le Parc desde sus primeras obras realizadas en la Argentina en 1958 hasta sus creaciones más recientes, un itinerario colorido, magnético e interactivo por 160 obras que se despliega en 3.000 metros cuadrados.
«Se trata de la mayor exposición de Le Parc en la Argentina y en el mundo, un homenaje que invita a un recorrido sensorial», señaló con entusiasmo Gabriela Urtiaga, directora de artes visuales del CCK, durante una rueda de prensa junto al maestro radicado en París, quien a los 90 años se mostró de buen humor, con sus infaltables anteojos de sol, boina negra y foulard de color azul marino.
«¿Qué es lo que ha perseguido o buscado como artista a lo largo de su trayectoria», lo consultó Télam durante la rueda de prensa, previa a la recorrida por las salas.
«Mi obra ha sido siempre un trabajo de experimentación. Tuve siempre la actitud de experimentar con la luz, con el movimiento. Y me ha interesado siempre la respuesta de los visitantes más que de las instituciones. Las repercusiones en el público siempre me interesaron más que lo económico», dijo Le Parc.
Se requiere tiempo para recorrer esta inmensa exposición retrospectiva que atraviesa todas las etapas creativas de este pionero del arte cinético, nacido en Mendoza en 1928, radicado en París desde 1958 y considerado uno de los artistas argentinos más importantes del siglo XX.
Además de la ya emblemática “Esfera Azul”, exhibida de manera permanente en el hall de ingreso al centro, no faltarán en este recorrido las obras más reconocidas de Le Parc: sus esculturas lumínicas, las grandes instalaciones móviles espejadas, las obras de luz o sus relieves, creados bajo la concepción del arte como un laboratorio social capaz de producir situaciones impredecibles y llevar al espectador a la acción.