Cuando el gobierno de Noruega se disponía a trabajar en las obras de un nuevo tramo de la ruta E39, en sur del país, la percepción de una estructura en el subsuelo frenó de inmediato el proyecto. El Instituto de Patrimonio Cultural (NIKU) encontró un barco vikingo enterrado, posiblemente uno de los más inmensos hallados hasta el momento.
Según cita National Geographic, los arqueólogos escanearon el terreno con georadar y las imágenes que obtuvieron les revelaron la silueta de un barco que los sorprendió. El bote mide entre 8 y 9 metros de largo y se trata de uno de los más grandes encontrados hasta la fecha.
Los científicos del Instituto noruego determinaron que, en primera instancia, fue enterrado en una cavidad excavada en la tierra e indicaron que luego fue cubierto por un túmulo circular del que todavía se conserva el perfil. La nave fue hallada en un lugar destinado a enterramientos.
En la sociedad vikinga, la elite mantenía el hábito de enterrar a sus difuntos junto con un pequeño bote en el que se colocaban las riquezas más preciadas por las familias. La idea era que pudieran aprovecharlas en su camino hacia el otro mundo.
Para los científicos, los restos hallados representan el primer caso de un barco funerario encontrado hasta la fecha en el pequeño asentamiento de Øyesletta en el sur de Noruega.
Los miembros del NIKU indicaron que la zona donde se halló el barco vikingo fue en su momento un cementerio que se encontraba al lado de una de las principales vías de acceso al pueblo. Allí, los poderosos se enterraban en una serie de túmulos, una serie de construcciones con la que los vikingos cubrían las tumbas.
Si bien la necrópolis hallada fue destruida, y convertida con el paso de los años en un campo de cultivo, los arqueólogos esperan encontrar restos humanos y diferentes artefactos ni bien comiencen las excavaciones.
Otros barcos enterrados
El reciente descubrimiento de un barco vikingo enterrado en Øyesletta no es un caso aislado. En 2020, en Noruega, un grupo de arqueólogos descubrió un centro ritual vikingo, que incluía un salón de fiestas, una casa de culto y un entierro de barcos.
Como en esta oportunidad, aquel hallazgo se realizó sin desenterrar el sitio. Se utilizó un radar de penetración terrestre (GPR) para mapear las características debajo de la superficie. En la zona se encontró uno de los túmulos funerarios de la Edad del Hierro más grandes de toda Escandinavia.
En tanto, en 2021, en Islandia, un equipo de científicos descubrió un misterioso objeto de piedra con forma de barco en la cueva en Surtshellir, Islandia. Según los investigadores, el navío pudo haber sido utilizado por vikingos para evitar el fin del mundo o Ragnarök.
De acuerdo con el informe de los expertos, la construcción del barco data de hace aproximadamente 1100 años y estaba oculto debajo de un campo de lava.
Los registros indican que los vikingos asociaron la cueva con Surtr, un gigante en la mitología nórdica que finalmente causaría la serie de eventos conocidos como Ragnarök. Según la creencia, Sutr mataría al último de los dioses y, en consecuencia luego envolvería el mundo en llamas.
Fuente: La Nación