El galerista Stephane Custot, los reyes de España y Pablo Reinoso, creador de la obraGentileza Rodrigo Reinoso
MADRID.- “Hemos pasado la prueba”, dijo el rey hoy, tras sentarse junto a la reina Letizia sobre una obra de Pablo Reinoso durante la recorrida inaugural de la 44a edición de la feria ARCO. “Somos cuatro”, aclaró Felipe, ya que el artista porteño residente en París y su galerista, Stephane Custot, también descansaban sobre Curly Bench (2019) frente ante la atónita mirada de cientos de personas. “Peor que cuatro, con el peso que tiene sobre sus espaldas…”, le recordó el argentino.
La pareja real quiso saber cuánto pedía la galería inglesa Waddington Custot por ese banco de madera de castaño, similar a los que permanecieron nueve años años en los pasillos del Malba, que parece convertirse en una enredadera. “Me preguntaron cómo hacía para doblar la madera y les expliqué que está esculpida”, dijo a LA NACION Reinoso, que también fue elegido en 2024 por el presidente Emmanuel Macron para instalar una obra en el ingreso de la sede del gobierno francés, justo antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.

La “prueba” que pasaron los reyes fue doble, por lo menos. También evitaron un momento incómodo al pasar rápidamente por la sección principal de la feria, dedicada al arte indígena del Amazonas. Titulada Wametisé: ideas para un amazofuturismo, propone entre otras cosas tomar conciencia de “la emergencia ambiental actual”. No parece oportuno tocar el tema ante las cámaras, tres meses después de que fueran increpados por las consecuencias de las inundaciones en Valencia -donde continúa la situación de riesgo- y mientras no para de llover en Madrid. Sin embargo, estuvieron luego un buen rato en la galería Luis Adelantado, de esa ciudad, que resultó muy afectada.

Esta vez, Felipe y Letizia no se detuvieron en ninguna galería argentina. Ni siquiera en Ruth Benzacar, que cumple sesenta años y tuvo un rol destacado en el puente que ARCO fue consolidando con América Latina en las últimas décadas. Tal vez los haya disuadido el hecho de que allí se exhiben obras de Carlos Herrera que vinculan cruces e imágenes de la Virgen con otras de sexo explícito y anuncios de pornografía homosexual. Otra prueba superada.

Por unas horas, tampoco estuvieron presentes en el apagón de unos minutos organizado por las galerías españolas para reclamarle al gobierno de Pedro Sánchez una reducción del IVA para el arte contemporáneo, que actualmente es del 21%. “Es muy importante para todas las que estamos aquí esta reivindicación, que se reconozca el arte contemporáneo como el motor esencial de la cultura y del pensamiento”, dijo la directora de ARCO, Maribel López, al dar la bienvenida a un nutrido grupo de periodistas internacionales.

Unos 350 importantes coleccionistas de distintos puntos del planeta llegaron además a Madrid desde distintos puntos del planeta, para sumarse a otro centenar residente en España y ver la oferta de 214 galerías de 36 países. En el primer día destinado solo a los invitados especiales, varios argentinos destacados estuvieron presentes en la Institución Ferial de Madrid (Ifema), donde se abrirán las puertas al público general desde el viernes hasta el domingo.

Entre ellos Eduardo Costantini, reconocido el lunes con el Premio Internacional de Mecenazgo, que compró para su colección personal obras de Sandra Gamarra Heshiki, Leda Catunda, Santiago Yahuarcani y Fernanda Laguna; Hugo Sigman y Silvia Gold; Juan Vergez y Aldo Rubino, que compró tres obras para el museo Macba: dos en la galería madrileña José de la Mano, de Manuel Calvo y de Héctor García Miranda, y otra de José Pedro Costigliolo en la uruguaya Galería de las Misiones. También, Diego Costa Peuser e Inés Katzenstein, curadora de Arte Latinoamericano del MoMA y directora del Instituto Cisneros para la Investigación del Arte de América Latina, fundado por la venezolana Patricia Phelps de Cineros. Anoche acompañó a esta última a recibir uno de los Premios “A” al Coleccionismo otorgados por la Fundación ARCO.

Un gran entusiasmo demostró el ministro de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, al participar en parte de la visita guiada a cargo de Mariano Mayer que integra la programación de la Semana Argentina en España, organizada junto a Marca País, la Agencia Argentina de Inversiones, la Cancillería, Meridiano y la Fundación arteba. Incluye, entre otras actividades, una recepción que se realizará mañana con coleccionistas, curadores y críticos internacionales en la residencia oficial de la Embajada Argentina.

Por los pasillos que abarcan 38.000 m2 circulaban además los curadores Cuauhtémoc Medina y Manuel Segade, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que desde noviembre alojará la muestra La Menesunda según Marta Minujín. La prestigiosa institución española colaboró con Tate Liverpool y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en la organización de esta exposición itinerante que está recorriendo varios países de Europa, y está preparando otras dedicadas a Alberto Greco y Fernanda Laguna para el año próximo.

En esta edición de ARCO, los “diarios psicodélicos” de la época hippie de la reina argentina del arte pop conviven con obras de Greco -su gran amigo- y otras más contemporáneas como los textiles realizados en conjunto por el colectivo Tsufwelet, integrado por Martín Churba, Fidela Flores y Candelaria Aaset. Jorge Pérez, coleccionista argentino radicado en Madrid, compró la primera.

Otros argentinos que brillan en la feria son León Ferrari en Gomide & Co; Chiachio & Giannone en Bendana-Pinel; Liliana Porter en Espacio Mínimo; Tomás Saraceno en Pinksummer y Neugerriemschneider, y Julio Le Parc, con un gran móvil amarillo exhibido por la galería Albarrán Bourdais. Mientras que esta última inaugurará mañana en su sede madrileña una muestra dedicada al maestro mendocino residente en París, Saraceno se cuenta entre los pioneros del “artivismo” en defensa del medioambiente que gana espacio en la escena global.

Fuente: La Nación