Una misión arqueológica egipcia de la Universidad de Alejandría ha descubierto la proa y la parte central de un barco comercial del siglo XVIII, que transportaba diferentes tipos de mercancías y cientos de artefactos, y que se hundió en el mar Rojo al sur de la ahora conocida localidad de Hurgada.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto informó este domingo en un comunicado que los arqueólogos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Alejandría han identificado «la parte central del barco y cientos de piezas y artefactos que estaban a bordo del navío», que naufragó cerca de la islas de Sadana.
A bordo tenía café, especias, incienso, frutas, verduras y animales, además de un gran número de vasijas y botellas.
El director del Departamento de Antigüedades Sumergidas del Ministerio, Ehab Fahmi, aseguró que la misión egipcia ha estado trabajando en este sitio del mar Rojo desde 2017, después del primer hallazgo de la embarcación hundida por un grupo de estudiosos estadounidenses en 1994.
EL BARCO ENCONTRADO
Según los estudios realizados por la misión, los restos pertenecen a un buque mercante del siglo XVIII, cuyo cargamento estaba compuesto por diferentes tipos de granos y cientos de artefactos que incluyen porcelana, vasijas de alfarería de diferentes formas y tamaños, aseveró el director.
Fahmi agregó que se han analizado los restos de la embarcación con una técnica que permite realizar un modelo tridimensional preciso del barco para estudiar su diseño y cómo fue construido.
Asimismo, en el comunicado señaló que es probable que el navío naufragara tras chocar con los enormes arrecifes de coral existentes en ese lugar durante su travesía desde Asia a Egipto.
Según la UNESCO, el barco tiene 50 metros de eslora y 18 de ancho, y tenía una capacidad de hasta 900 toneladas, y probablemente se hundió en la década de 1760, coincidiendo con el aumento de la actividad comercial en el mar Rojo.
Según la UNESCO, el barco tiene 50 metros de eslora y 18 de ancho, y tenía una capacidad de hasta 900 toneladas.
A bordo tenía café, especias, incienso, frutas, verduras y animales, además de un gran número de vasijas y botellas, según los restos encontrados durante la primera etapa de la investigación, entre 1994 y 1998.
Egipto era un importante punto de tránsito de mercancías entre el Índico y el golfo Pérsico hacia el norte de África y el Mediterráneo.
La UNESCO destaca que este hallazgo representa un «ejemplo único de los intercambios culturales y económicos a través de la ruta de la seda marítima» entre Oriente y Occidente.
Fuente: Clarín