En la primera semana de venta anticipada de entradas para visitar la muestraImagine Van Gogh, que inaugura el 16 de febrero en el Pabellón Frers de La Rural, se vendieron más de 50 mil tickets. Ya están agotadas unas doscientas “funciones”: son turnos de media hora con aforo limitado. Éxito de público en países como Canadá, Francia y Estados Unidos, la primera muestra inmersiva que invita a sumergirse en las obras de Vincent Van Gogh ya es un fenómeno en Buenos Aires, antes de su apertura.
“Nos sorprendió mucho la rapidez con que se agotaron las entradas para las primeras funciones. Superó nuestras expectativas, sin duda. La respuesta del público excedió el mejor escenario que nos habíamos planteado”, dijo a LA NACION Daniel Grinbank, productor local de la exhibición. “Si esta tendencia continúa, Buenos Aires marcará un récord mundial en venta anticipada. Creo que se debe a dos motivos: por un lado, la atracción que generan las obras de Van Gogh; y, también, que es la primera vez que el público argentino va a acceder a la experiencia del arte inmersivo”, agregó.
Para Grinbank, que el ingreso de los visitantes esté pautado cada media hora, con cupo limitado, ayudó a que la gente se decidiera a comprar entradas en este contexto pandémico.
En el sitio La Rural tickets están colgados los carteles que indican las fechas y los horarios que ya están agotados. Los precios de los tickets se ubican entre tres mil pesos (general adultos) y dos mil (general menores de 12 años). Se puede comprar un pack familiar para dos adultos y dos menores de 12 por ocho mil pesos. Los niños de hasta tres años no abonan entrada.
Creada a partir de obras icónicas del pintor holandés, Imagine Van Gogh presenta una tecnología de avanzada, denominada “imagen total”, un concepto original de las exposiciones inmersivas creada en 1977 por el fotógrafo y cineasta francés Albert Plécy y desarrollado por su nieta Annabelle Mauger para esta exhibición itinerante que ya recorrió varias capitales del mundo desde su lanzamiento en La Cathédrale d’Images (Francia) en 2008.
La muestra invita a los espectadores a sumergirse en unas 200 obras de Vincent Van Gogh, en formato de gran tamaño, proyectadas en el piso de la sala, las paredes y en velas móviles monumentales de más de ocho metros de altura. La tecnología “imagen total” aporta una dimensión totalmente nueva al concepto de exposición de arte y revoluciona el encuentro entre artistas, obras de arte y público.
Con la inmersión, el estado de conciencia del espectador se transforma: al verse rodeado de un entorno audiovisual se produce una percepción de presencia en un mundo no físico. El arte inmersivo explora las emociones, los mecanismos de la percepción y los estados alterados de conciencia.
El público recorre la exhibición en un espacio a oscuras, donde se imponen las proyecciones gigantescas de las pinturas mientras se escucha una selección de música clásica. La escenografía, realizada por Julien Baron, incluye la proyección simultánea de unas tres mil imágenes a través de 48 proyectores láser de alta definición que transmiten 30 minutos de señales de video y audio sincronizadas en bucle por un software de avanzada tecnología.
Los 200 cuadros seleccionados para la muestra forman parte de prestigiosas colecciones de museos como el Orsay de París, la Galería Nacional de Arte de Londres, el Museo Van Gogh de Ámsterdam, el Museo de Arte Moderno y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Una verdadera inmersión en un universo onírico, que sorprenderá a los visitantes en el Pabellón Frers de La Rural.
El furor actual por Van Gogh se refleja en otras muestras itinerantes que reúnen obras del artista holandés. En Buenos Aires se había anunciado la exhibición Meet Van Gogh, organizada por el museo Van Gogh, que fue suspendida por el momento.
Fuente: Natalia Blanc, La Nación