En una ceremonia privada en el Museo Nacional de museo nacional de bellas artes.jpg , el presidente de la Fundación María Calderón de la Barca, Alberto Robredo, otorgó el Premio Bienal de Pintura 2024, dotado en u$s 25.000, al artista argentino Felipe Pino cuyo jurado estuvo integrado por Ana María Battistozzi, Laura Feinsilber, Alberto Bellucci, Fernando de las Carreras y Eduardo Mallea.
Esta fundación tiene por objeto el otorgamiento de un Premio Bienal de Pintura al artista argentino autor del mejor trabajo expuesto durante los dos años anteriores al otorgamiento del premio en muestras oficiales o privadas, y la realización de cualquier tipo de contribución a entidades de bien público, oficiales o privadas, entre cuyos destinatarios están el Instituto de Investigaciones Bioquímicas Leloir, la Academia de Medicina, Obispados e instituciones diversas de la Iglesia Católica, Fragata Libertad, ITBA, escuelas y asilos de niños y ancianos, centros de salud, hospitales, sostenimiento de becas de estudio, Patronato de la Infancia y colegios rurales.Informate más
Museo Nacional de Bellas Artes, uno de los centros de la cultura porteña.
Museo Nacional de Bellas Artes
Premio Bienal de Pintura 2024
A lo largo de su historia el Premio le fue otorgado a Jorge Larco (1965), Teresio Fara (1966), Roberto González (1968), Roberto Oswald (1969) y Domingo Gatto (1970).
Convertida en Fundación, fueron acreedores Ary Brizzi (1990), Mely Gómez (1992), Guillermo Roux (1994), Leopoldo Presas (1996), Eduardo Mc Entyre (1996), cuya obra “Cristo La Luz” está en la Pontificia Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales en la Casina Pío IV de la Ciudad del Vaticano.
Otros artistas que obtuvieron este premio fueron Miguel Ocampo (1998), Carlos Alonso (2000), Miguel Dávila (2002), Víctor Chab (2004), Eduardo Faradje (2006), Juan Doffo (2008), Antonio Seguí (2010), Josefina Robirosa (2012), Gustavo López Armentía (2014), José Alberto Marchi (2016) y Carolina Antoniadis (2018), todos artistas de renombre nacional e internacional.
Nacido en Buenos Aires en 1945, Felipe Pino estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y en el taller del pintor Manuel Álvarez. Participó del Grupo “Generación del 75”, así denominado por Luis Felipe Noé. Ganó la beca Braque, exhibió en la Bienal de La Habana en 1986, en Bruselas en 1994 y también en 1994 fue seleccionado para una muestra de artistas latinoamericanos en Santiago de Chile. En 2010 ganó el Premio Adquisición Banco Central y en 2017 el Gran Premio de Pintura del Salón Nacional de Artes Visuales.
Varios críticos de arte se han ocupado de su obra, entre ellos, Raúl Santana, quien con motivo de una muestra en Ruth Benzacar expresó: “siempre al límite del desborde pero con rara precisión, Pino desata sobre el plano esas visiones que parecieran habitarlo con la urgencia de un asedio, como si el único destino de su pintura fuera capturar lo que se desvanece en la precariedad del instante”.
Eduardo Stupía, gran artista, en ocasión de su curaduría en el Espacio de Arte OSDE en la calle Suipacha escribió “Pino fue conformando un inconfundible estilo, un estilo que lo hizo un grandísimo pintor, arrebatado, acuciado por la pintura de otros grandes. Pino ha sido una verdadera usina, un ejemplo intachable. Sin ninguna pretensión ni verborragia, nos ha enseñado cómo y por qué se pinta, pero además ha señalado el aspecto ético del problema”.
En 2006 realizó una muestra en el pabellón de las Artes (UCA). En la nota publicada en su momento por este diario apelamos a Nietzsche: “para que haya arte, para que de alguna manera haya una actividad y una visión estéticas, es indispensable una condición fisiológica: la embriaguez”.
“En Pino hay embriaguez en el color que aparece terminante, sonora; por el trazo vital, la corporeidad rotunda de las formas. Una pintura lúdica que no esquiva lo mordaz, la crítica a la crítica de arte, al coleccionista, a la política, sin prejuicios, con libertad. Pino desenmascara con bronca el repertorio de situaciones tanto crueles como absurdas de la época en la que le toca vivir, lo hace con agudeza, con sabiduría, como quien está de vuelta.”
Fuente: Ámbito