El Louvre, el Prado, el National Gallery son grandes galerías del mundo, y cuando uno piensa en un museo se imagina esos grandes edificios repletos de salas con cientos de artículos relacionados con el tema a tratar.
Uno siente que tiene todo el tiempo del mundo para pasear entre los objetos expuestos, y disfrutar del espacio para admirar las colecciones que se muestran. Lo que no podemos imaginar es que en espacios reducidos se pueda montar un museo.
Sin embargo, una cabina telefónica roja en Inglaterra, concretamente en el condado de West Yorkshire, posee el que podría ser el museo más pequeño del mundo.
Una cabina de teléfono en Inglaterra compite por ser el museo más chico del mundo. (Instagram mummybearcara)
El uso de los celulares por supuesto dejó obsoletas a las cabinas telefónicas, así que la compañía British Telecommunications (BT) quiso desmantelarlas, pero este ícono del Reino Unido no podía desaparecer, por lo que empezaron a tener otros usos, desde quioscos a bibliotecas.
Warley Museum
En algunas localidades se conservaron estos tradicionales locutorios vacíos como simples recuerdos de la historia, mientras que a otras se las quiso dotar de significado, como en la localidad de Warley Town, donde decidieron convertir una de ellas en un museo. El Warley Museum abrió sus puertas, en octubre de 2016, con una exposición de artefactos antiguos y recuerdos donados por los vecinos.
El museo está situado frente al Maypole Inn, en el centro de la aldea de Warley, y es gratis para el público, aunque solo puede ser visitado por una persona a la vez debido a sus reducidas dimensiones. La exposición varía cada tres meses con nuevos objetos.
Mmeuseumm está en el huevo de un ascensor en Nueva York. (Instagram mmuseumm)
Los vecinos de Warley querían inscribirlo en el libro Guinness de los récords como el «museo oficial más pequeño del mundo», pero este título está en disputa, hay otros que también lo quieren, como el «Museo más Pequeño del Mundo» que hay en la localidad de Superior, Arizona (Estados Unidos), ubicado en una pequeña granja o el Mmeuseumm ubicado en un viejo hueco del ascensor de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos); o el Museo Hoosesagg de Basilea (Suiza) en un armario, entre otros.
Fuente: La Vanguardia