Se trata de la obra conocida como «Piedad Bandini», una de las tres realizadas por Buonarroti, mientras que las otras dos están en el Vaticano y en Castillo Sforzesco de Milán.
La primera limpieza de la superficie, realizada en el dorso del grupo escultórico y en la fase inicial en el frente, dejó al descubierto los colores resultantes de los tratamientos previos del mármol.
Con la restauración también surgieron detalles desconocidos como las marcas realizadas con diferentes herramientas y las impresiones de las piezas del molde decimonónico o las huellas de intervenciones anteriores, ocultas bajo capas de polvo mezclados con ceras, acumulados y modificados en los más de 470 años de vida de la obra, informó el diario ABC de España.
La escultura, de más de dos metros de altura, que representa el cuerpo de Cristo sostenido por Nicodemo abrazado por la Virgen María y, a la izquierda del grupo, María Magdalena, fue empezada hacia 1550 en Roma.
En esta época Miguel Ángel estaba influido por su profundo pensamiento religioso y en el rostro de Nicodemo el artista realizó su propio autorretrato. Su idea era que la escultura fuera colocada en su sepultura en la basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Posteriormente, el artista cambió de opinión y vendió la escultura a Francesco Bandini por doscientos escudos, y decidió ser enterrado en Florencia. La obra estuvo en la villa romana de Francesco Bandini hasta su traslado y colocación en la iglesia de San Lorenzo de Florencia por Cosme III en 1674.
La obra permaneció en ese lugar hasta que en el año 1722 fue transferida a Santa María del Fiore y finalmente desde 1960 se expone en el museo de la catedral.
Miguel Ángel, insatisfecho con su obra, había empezado a destruirla, pero fue detenido por su criado. En el brazo y en la pierna izquierda de Cristo se pueden observar cicatrices, así como en los dedos de la mano de la Virgen. La figura de la Magdalena, a la izquierda del grupo, fue terminada por Tiberio Calcagni, alumno y amigo de Miguel Ángel.
Los trabajos de restauración se habían iniciado en noviembre de 2019 y se suspendieron debido a la pandemia de la Covid-19.
A partir del próximo lunes, 21 de septiembre, se podrá acceder al lugar de restauración con visitas guiadas junto a los restauradores y expertos de la Opera di Santa Maria del Fiore.