Era la década del 60 y Marta Minujín invitaba a “revolcarse y vivir” con sus colchones multicolores. Su obra solicitaba la participación del cuerpo, invitaba a sentir, gozar. Mientras que Oscar Bony se filmaba en las playas de Villa Gesell con amigos revolcándose en la arena desnudos, jugando en el mar, y Alberto Greco se fotografiaba vestido de monja. Nacía pocos años después el Frente de Liberación Homosexual.
En ese tiempo de liberación sexual, el arte de vanguardia y el activismo proponían imágenes, materiales e ideas novedosas, que establecían rupturas con la tradición artística y la sociedad.
Este es uno de los períodos abarcados por la muestra Inventar a la intemperie, en el Parque de la Memoria la cual, a través de 70 artistas y más de 300 obras y documentos, da cuenta de la relación entre arte, activismo y políticas sexuales en la Argentina, desde la década del 60 hasta los primeros años de este siglo.
Oscar Bony. Ejercicio semántico o Erótico, 1966. Reconstrucción 2021. Metal y pintura, 122 x 605. Oscar Bony Estate. Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
Con la curaduría de Fernando Davis y un equipo conformado por Mina Bevacqua, Nicolás Cuello y Fermín Acosta, la exposición es el resultado de una investigación de casi diez años dedicada a reponer narrativas clausuradas o poco exploradas por la historia y la teoría del arte.
Y se estructura en cinco constelaciones o zonas que responden a períodos precisos con sus características sociales, políticas y artísticas. En todas ellas, el cuerpo prevalece como lugar de expresión, de lucha, de reclamo, de placer, de política, de pensamiento, de sentir.
Deseo y revolución
Los mencionados años 60 y principios de los 70 están atravesados por el deseo y la revolución. Encontramos la estrella, como imagen que aparece en la instalación de estrellas negras de Edgardo Giménez; en la tapa del manifiesto Sexo y revolución del grupo Eros, el cual formaba parte del Frente de Liberación Homosexual; en el mundo del espectáculo y del teatro de revista.
“Cerca”, obra emblema de Schiavi. Detrás “Sin título”, 1992, Omar Schiliro. Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
Sigue la zona del Underground destapado a partir del regreso a la democracia y luego de años de dictadura con su censura, represión y tortura.
Vemos fotografías de lugares emblemáticos como el Centro Cultural Ricardo Rojas, el Parakultural, Cemento, entre otros, donde la noche solía extenderse con humor, celebración, sarcasmo, hedonismo. Encontramos imágenes de escenas teatrales de Copi, las emblemáticas fotoperformances de Liliana Maresca, audiovisuales del grupo Gambas Al Ajillo, entre collages y más.
La vanguardia artística, la cultura popular y los grupos de liberación sexual de los 60 abren la muestra en el Parque de la Memoria. Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
Luego pasamos a la fiesta, la belleza y la precariedad de los años 90, que desde sus colores pasteles e imágenes aparentemente decorativas daba cuenta de un estado de la sociedad.
El arte recupera en este tiempo técnicas asociadas a lo femenino, lo doméstico y escolar como el bricollage, el bordado, la manualidad. Lo desechado y menor adquiere centralidad.
Detalle de “Cerca”, obra emblema de Schiavi. Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
El moño gigante de Cristina Schiavi con su centro de peluche repleto de ojos intrigantes de muñecos; la lámpara hecha con plásticos y convertida en objeto precioso de Omar Schiliro; las camperas de Ariadna Pastorini devenidas objetos artísticos; la remera de Roberto Jacoby y Mariana Sainz con la inscripción Yo tengo Sida.
De una a otra constelación hay obras que funcionan de nexo, de pasaje entre momentos. El cuerpo no binario surge en las fotografías de Marina De Caro al trasladarnos a la siguiente zona. Se abre el período signado por la crisis y el estallido social de diciembre de 2001.
En primer plano, Karina Urbina en una protesta en Tribunales, 1991. Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
A partir de ello surgieron asambleas barriales, movimientos piqueteros, fábricas recuperadas y espacios culturales autogestivos, los cuales realizaron acciones junto a colectivos de activismo artístico.
En esta zona se multiplican los afiches, los folletos, las tapas de revistas. Vemos el afiche del Kit Autoinstalable para boicotear el régimen político de la heterosexualidad de Fugitivas del Desierto; el Mapa lésbico de Argentina de Trolas del Desierto; la imagen de la Travesti Piquetera de la activista Marlene Wayar; la instalación gráfica Diferentes Deseos Iguales Derechos del Taller Popular de Serigrafía.
“Lengua larga”, 1995, de Cristina Schiavi. (reconstrucción 2021). Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
El exhaustivo recorrido finaliza con un conjunto de escrituras y ediciones de libros que constituyeron proyectos autónomos. Y todavía queda un muy interesante bonus track. La exposición se complementa con la publicación on line del micrositio Inventar a la intemperie, que oficia de plataforma de contenidos y actividades más allá de los límites físicos y temporales de la muestra. Allí, todas las semanas se sumarán contenidos.
De esta forma, las desobediencias sexuales y la imaginación política en el arte contemporáneo argentino logran cobijarse en esta muestra sin perder su poder de invención, imaginación y libertad.
Afiches y «desobediencias». Fotos Federico Lo Bianco/Gentileza
Ficha
Inventar a la intemperie
Dónde: Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, Sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre), Av. Costanera Norte Rafael Obligado 6745.
Cuándo: martes a viernes de 12 a 17; sábados, domingos y feriados de 12 a 18.30. Hasta el 12 de diciembre.
Entrada: gratuita.
Fuente: Clarín