La Pirámide de Sahura (2400 a.C.) en Abusir, Egipto, encierra muchos misterios en cuanto a su construcción. A raíz del paso de los años, el mantenimiento de la misma debe ser exhaustivo y debe ser llevado a cabo por los mejores arquitectos del mundo, quienes analizan su interior para realizarle mejoras.
Así fue como en los últimos meses, la Universidad Juliuis-Maximilians de Würzburg, de Alemania, encabezó una misión junto a varios arqueólogos para conocer su interior y entender un poco más de la historia de este monumento. En lo que parecía un simple trabajo de rutina, se asombraron por un descubrimiento sin igual: dentro de la pirámide encontraron ocho cuartos secretos, los cuales no habían sido documentados.
Maravillados por este hecho, los arqueólogos empezaron a indagar estos lugares, similares a pasillos internos, donde se encontraron con un deplorable estado de los materiales. A la hora de brindar más detalles, la Universidad de Würzburg detalló que estos lugares “secretos” tienen 47 metros de altura.
La pirámide fue visitada y examinada por primera vez en 1836 por John Perring, un ingeniero británico. Años más tarde, en 1907, según consignó el medio DailyMail, el arquitecto alemán Ludwig Borchardt exploró también la zona. Debido a las limitaciones de la época, no pudo sacar las dimensiones originales del lugar, ni tampoco indagó en profundidad, aunque mencionó la aparición de un recoveco que estaba completamente abarrotado de escombros y basura, por lo cual no pudo ingresar.
La creación de nuevos mapas para indagar en su interior
La Universidad Juliuis-Maximilians de Würzburg comenzó a explorar la zona y propuso “estabilizar la sub estructura de la pirámide” con el fin de que no colapse. Para ello, emplearon la tecnología de láser 3D para crear nuevos mapas, aún más detallados de lo que existían.
El resultado fue inmediato y sorprendente al explorar áreas externas como los pasillos estrechos y las cámaras internas de la pirámide: se descubrieron ocho cuartos, de gran tamaño, que sorprendieron a los especialistas.
“Aunque las partes norte y sur de estos cuartos, especialmente el techo y el suelo original, están muy dañados, todavía se pueden ver restos de las paredes originales y partes del suelo”, explicaron en diálogo con DailyMail.
En esa misma línea, agregaron: “Durante la restauración, se buscó un equilibrio entre preservación y presentación para garantizar la integridad estructural de las salas y al mismo tiempo hacerlas accesibles para estudios futuros y potencialmente para el público”.
Tras completar una misión que trajo un resultado inesperado, los arqueólogos se mostraron completamente satisfechos por su trabajo y avisaron que seguirán tras el misterio de cómo se construyó la Pirámide de Sahura y qué uso se le dio a estos espacios secretos.
“Se espera que el descubrimiento y restauración de los almacenes revolucione la visión del desarrollo histórico de las estructuras piramidales y desafíe los paradigmas existentes en este campo”, concluyeron los autores de este descubrimiento.
Fuente: La Nación