Un grupo de científicos descubrió, gracias a la inteligencia artificial, las primeras palabras de uno de los Manuscritos de Herculano, que integra una serie de papiros que quedaron carbonizados y sepultados tras la erupción del Monte Vesubio, en Italia, durante el 79 d.C. Este hallazgo permitiría, según ampliaron los expertos, duplicar la biblioteca de textos de la antigüedad.
Este trabajo marcó un precedente en la historia contemporánea, ya que durante 2000 años se intentó leer el contenido de aquellos rollos pero, debido a su fragilidad, nunca nadie logró obtener palabra alguna. Lo cierto es que gracias al desarrollo de un programa con inteligencia artificial, se descifraron los primeros renglones de un manuscrito único.
Los protagonistas de este hecho son Luke Farritor de Nebraska y Youssef Nader de Berlín, que luego de la propuesta que impulsó en marzo el profesor de la Universidad de Kentucky, Brent Seales, conocida como Desafío Vesubio, la dupla de estudiantes reconoció de manera independiente algunas de las letras del manuscrito.
El profesor publicó miles de imágenes en 3D de dos pergaminos enrollados, así como un programa que fue entrenado para leer las marcas de la tinta impregnada en el papiro. El primer premio, de unos 40.000 dólares [14.600.000 pesos argentinos al cambio oficial a la fecha], lo obtuvo Farritor y, en segundo lugar, con un descifrado más pequeño, Nader, quien recibió 10.000 dólares [equivalentes a 3.650.000 pesos argentinos].
Si bien el profesor Seales utilizó un acelerador de partículas para penetrar en el interior del manuscrito y así captar la mayor cantidad de símbolos expresados, el riesgo de una constante exposición al aire y al ambiente actual ponían en riesgo aquellos fragmentos arqueológicos, que estuvieron bajo tierra durante 1700 años.
¿Qué dice el interior del manuscrito de Herculano?
Según se alcanzó a comprender gracias a la tecnología implementada, en el corazón del rollo dice: πορφύραc, lo que en español significa “tinte púrpura o ropa de color púrpura”.
Ambas reliquias pertenecen a un grupo de cientos de otros iguales que también están carbonizados y que fueron desenterrados en 1750. Para los arqueólogos, estos escritos fueron de Lucio Calpurnio Pisón Caesonino, suegro de Julio César.
En diálogo con el medio británico Daily Mail, Farritor, quien es pasante en la empresa presidida por Elon Musk, SpaceX, señaló: “Estaba caminando por la noche y revisé aleatoriamente mis códigos más recientes en mi teléfono (…) No esperaba ningún resultado sustancial, así que cuando aparecieron media docena de letras en mi pantalla me sentí completamente feliz”.
En tanto, Nader, estudiante de robótica, indicó: “Fue emocionante leer un texto que no entendíamos, pero sabíamos que nos lo dejaron las personas hace miles de años. Fue como mirar al pasado a través de una máquina del tiempo”.
Las letras impresas en el papiro fueron realizadas con tinta de molusco, a eso se debe su color púrpura y a ello, tal vez se cree, refiere la frase resuelta por los jóvenes. Cabe destacar que durante varias décadas, los rollos se intentaron abrir minuciosamente por monjes, pero en su mayoría se deshacían.
Acerca de la competencia que propuso el profesor de la Universidad de Kentucky, de momento nadie reclamó el premio mayor de un millón de dólares [365.000.000 pesos argentinos] y el segundo, de 750.000 dólares [273.750.000 pesos argentinos], ambos para quien logre comprender cuatro pasajes de texto antes de finalizar 2023. “Lo que nos permitió el desafío fue reclutar más de mil equipos de investigación para trabajar en un problema en el que normalmente trabajarían unas cinco personas”, dijo Brent Seales.
Fuente: La Nación