El circuito de una idea tiene vericuetos, obstáculos y contratiempos que no son fácilmente perceptibles para la mirada de quien contempla una obra: muchas de estas oscilaciones hasta dar con el trazo preciso que permite avanzar en un proyecto artístico han tenido lugar en zonas ocultas del lienzo, muchas veces incluso en el reverso o en trozos de papel que nunca tomaban estado público. Hasta ahora.
Un visitante observa «Arlequín, estudio del mismo Arlequín, cinco perros…», un dibujo de 1905 del pintor español Pablo Picasso
En «Garabatos y garabatos – De Leonardo da Vinci a Cy Twombly», la Villa Medicis ofrece una insólita colección de casi 300 obras originales que va de lo lúdico y caprichoso a lo transgresor y político con el propósito de mostrar el «lado B» de una amplia genealogía de creadores que va desde los renacentistas da Vinci y Miguel Ángel hasta modernos y contemporáneos como Jean-Michel Basquiat, Jean Dubuffet y Pablo Picasso.
En el reverso del tríptico se puede distinguir sobre la madera “una figura grotesca con sus dos piernas”, un diseño sin limitaciones lleno de “ironía y juego”, expresa la comisaria de la muestra sobre el lado oculto de la Virgen de Bellini
El curioso póster que recibe a los visitantes de la muestra «Garabatos-Desde Leonardo da Vinci hasta Cy Twombly», en el exterior de Villa Medici, que alberga la Academia Nacional de Francia en Roma
La exposición ignora deliberadamente la cronología y mezcla las épocas, proponiendo nuevas conexiones entre artistas de los distintos períodos. Ya sea en las paredes de los talleres de los artistas, debajo de los frescos o en los márgenes de otros dibujos, los garabatos y los bocetos incluyen figuras desproporcionadas, burdas representaciones de cabezas y cuerpos, caricaturas cómicas y trazos tambaleantes, garabatos y tramas.
Estos «gestos gráficos experimentales, transgresores, regresivos o liberadores», como los describe el catálogo, no están sujetos a las reglas y limitaciones del arte académico y recuerdan a los garabatos de los niños. «Me llevó toda la vida aprender a dibujar como ellos», aseguró alguna vez Pablo Picasso sobre la frescura y creatividad del arte infantil.
Entre otros se exhiben bocetos que permiten apreciar la trastienda de los paneles de madera del «Tríptico de la Virgen» de Giovanni Bellini, que se hace presente en una serie de dibujos en el reverso «que no tienen nada que ver con el anverso», según señaló una de las curadoras de la muestra, Francesca Alberti, a la agencia de noticias AFP.
«De los grandes maestros del Renacimiento, conocemos pinturas, dibujos perfectamente acabados (…) pero lo que mostramos en esta exposición es una serie de dibujos donde la mano del artista se libera», resumió la curadora.
Otra fuente de inspiración, han sido los grafitis dibujados apresuradamente en los muros de las grandes ciudades: por ejemplo, Miguel Ángel (1475-1564) se divertía en su época imitando las siluetas torpemente pintadas en algunas fachadas de Florencia. Menos rígidas y más espontáneas, esas formas representan el lado oculto del trabajo del artista, sumergiendo al visitante en el corazón del proceso creativo.
Una «Virgen con el Niño» del manierista Taddeo Zuccari, que vivió de 1529 a 1566, «se descompone y se deshace en toda una serie de líneas garabateadas como si, de hecho, la mano del artista estuviera completamente libre», explicó la curadora.
«Tríptico de la Virgen», de Giovanni Bellini (1454-1460) en cuyo reverso se esconde “toda una serie de dibujos de palimpsesto, que nada tienen que ver con el tema de frente”, explicó Francesca Alberti, comisaria de la exposición
La nota de color es que la actualidad ha inspirado nuevos garabatos que los visitantes han dejado en las paredes. Los lemas «¡Putin fuera!» y «Viva la paz» aparecen junto a una representación de la bandera amarilla y azul de Ucrania, como un claro posicionamiento frente a la ofensiva bélica que el presidente ruso despliega por estos días sobre el territorio ucraniano.
Fuente: Grupo la Provincia