¿Cuánto cuesta alquilar el Palacio Libertad, Tecnópolis, el jardín de un museo o el Planetario?

Como un SUM, pero con aura cultural y el estilo que impone un edificio histórico, decenas de espacios públicos se alquilan para actividades privadas

Desde salas de exposiciones de todos los tamaños hasta una cúpula vidriada que deja ver una excepcional postal de la ciudad en altura, una veintena de espacios del Palacio Libertad (PL) se alquila a particulares e instituciones que quieran organizar reuniones, presentaciones y eventos. Como un SUM, pero con el estilo que da un edificio histórico monumental, los lunes y martes, que el Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento no funciona con programación propia, se pueden contratar para usos múltiples a valores que van desde los $796 mil por un espacio en el primer piso a $11,6 millones por la Ballena Azul, la gran sala sinfónica con capacidad para 1.950 espectadores donde tocaron Martha Argerich y Daniel Barenboim. Según confirmaron a LA NACION, durante el primer año de esta gestión, la secretaria de Cultura recaudó $189.211.000 en concepto de rentas en el exCCK.

La imaginación fluye: el cóctel de una boda debajo de la esfera de Julio Le Parc seguramente daría a los novios unas fotos exclusivas para atesorar, pero no; el hall, con los mostradores del viejo correo, donde el presidente Javier Milei dio un discurso encendido cuando finalmente lograron cambiarle de Néstor Kirchner al lugar, no está disponible para privados, como casi ninguna de las áreas de tránsito del llamado “sector noble”. Tampoco el palacio puede alquilarse para fiestas, cumpleaños ni bautismos. Una regla no escrita dice que la decisión de qué cosas sí y cuáles no se pueden hacer en los sectores rentados del PL corresponde a la directora de la institución, Valeria Ambrossio, y al propio secretario del área, Leonardo Cifelli, que a grandes rasgos definieron que solo están consideradas “actividades vinculadas con lo cultural: conferencias, presentaciones de libros, espectáculos, etcétera.” En los últimos meses, marcas de tecnología y empresas varias hicieron convenciones y entregas de premios. También están contemplados los actos de las embajadas: esta semana, sin ir más lejos, de jueves a domingo, Francia, Canadá y Suiza realizarán allí su programa de la Celebración de la Francofonía. “Así y todo, en todo este largo año, no hemos recibido ni una sola consulta para hacer un evento personal en el palacio”, confían.

La Exposición de Videojuegos Argentina 2024 se hizo debajo de la panza de la Ballena, en la Plaza Seca Plaza y Salas del Palacio Libertad
La Exposición de Videojuegos Argentina 2024 se hizo debajo de la panza de la Ballena, en la Plaza Seca Plaza y Salas del Palacio LibertadSecretaria de Cultura

Según el Tribunal de Tasaciones de la Nación (TTN), organismo que fija el valor locativo diario, libre de impuestos y gravámenes, un auditorio en el Palacio Libertad cuesta entre $ 919.000 y $ 1.036.000; la Sala Argentina (en el segundo subsuelo, para 500 butacas), $ 4.818.000; la Cúpula y su foyer, $ 6.447.000 y $ 1.737.000, respectivamente. Curiosamente, la explanada y las escalinatas de la entrada de Sarmiento 151, que se usaron para un desfile del Argentina Fashion Week esta semana, no tienen precio: por estar “de la puerta para afuera”, en estos casos hay que pedir un permiso no oneroso al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El secretario de Cultura Leonardo Cifelli, en calidad de invitado en su propia casa: para el Meta Day alquilaron la Plaza Seca del Palacio Libertad
El secretario de Cultura Leonardo Cifelli, en calidad de invitado en su propia casa: para el Meta Day alquilaron la Plaza Seca del Palacio LibertadSecretaria de Cultura

Cifelli es un convencido de que la Cultura debe autofinanciarse, una idea que no desentona, claro, con los criterios que tiene este gobierno respecto del rol del Estado. Por lo tanto, los planes para recaudar en concepto de alquileres se extienden a otras dependencias de su cartera, como Tecnópolis, que según el mismo funcionario dijo a LA NACION “solo por sus empleados nos cuesta cuatro mil millones por año”. En el Parque del Bicentenario Ciencia, Tecnología, Cultura y Arte, “en 2023, recaudaron 53 millones de pesos nada más y este año vamos a recaudar dos mil millones por los alquileres. Si te fijás, ya está el Quilmes Rock”, apuntaba en una entrevista el mes pasado. El festival se realizará el 5, 6, 12 y 13 de abril en el predio de Villa Martelli y dejaría unos ingresos estimados por la Secretaría de Cultura en torno de los $130 millones.

La semana pasada, Tecnópolis alquiló el Auditorio Cultura a para una Competencia Internacional de Globología; según el tarifario, es espacio se alquila a $1.240.000 por día
La semana pasada, Tecnópolis alquiló el Auditorio Cultura a para una Competencia Internacional de Globología; según el tarifario, es espacio se alquila a $1.240.000 por díaSecretaria de Cultura

El tarifario de Tecnópolis establece montos diarios o mensuales para su amplísima gama de sitios, cubiertos y descubiertos: quien conozca el lugar sabrá que disponen de superficies de todo tipo de características. Los espacios feriales (entre $2,6 y $4,2 millones por día), la Nave de la Ciencia ($1.100.000) y los estacionamientos están entre los más utilizados. Por fuera de la programación oficial (que con este modelo de gestión se reformuló y tuvo una considerable merma en la producción propia), el arco de posibilidades es inabarcable. La variedad de actividades privadas realizada últimamente incluye ferias, como Expopalería, espectáculos, como el show del rapero de Puerto Rico Myke Towers o dos ediciones del ciclo de canciones románticas Leyendas de México, ambos realizados en el Microestadio ($3.690.000 la jornada) y la Competencia Internacional de Globología, que se hizo hace pocos días en el Auditorio Cultura (tasado en $ 1.240.000 por día).

Una marca puede alquilar un espacio por pocas horas o una productora contratar las explanadas por varios meses. El último es el caso de los espectáculos de Flavio Mendoza realizados el año pasado: durante junio, julio y agosto, Circo del Ánima y Superpark alquilaron las extensas superficies que dan a la Avenida General Paz por un canon locativo de $33.780.000.

El circo de Flavio Mendoza se instaló en las explanadas de Tecnópolis durante tres meses en 2024
El circo de Flavio Mendoza se instaló en las explanadas de Tecnópolis durante tres meses en 2024Gerardo Viercovich – LA NACION

Como en las principales capitales del mundo -del Prado en Madrid al Victoria & Albert en Londres-, los museos nacionales también aquí se alquilan para llevar dinero a las arcas públicas. En la Argentina, fue a partir de 2018, durante la gestión de Pablo Avelluto en Cultura, que una resolución habilitó la contratación de salas y espacios abiertos para eventos en estas instituciones: el magnífico jardín del Palacio Errázuriz (Museo de Arte Decorativo), el patio del Cabildo, la Manzana de las Luces -la lista entonces era larga y atractiva-. Sin embargo, hoy el tarifario de los museos nacionales quedó desactualizado y excepto que un particular se embarque en un trámite individual para que el Tribunal de Tasación le ponga precio a determinado patio o salón que le interese contratar, no están disponibles. Según informaron a LA NACION desde la secretaría de Cultura, es por esta razón que el año pasado no se alquilaron: “actualmente, la subsecretaría de Patrimonio Cultural avanza en un expediente que hacia fines de este semestre les permitiría contar con el nuevo tarifario que normalice los alquileres”, dicen. Vale una salvedad, porque no a todos los museos los rigen “las generales de la ley”. Consultados sobre este tipo de ingresos extra, el Bellas Artes precisó que en su caso “el museo no se alquila” y desde el Histórico Nacional aseguraron que, al menos desde 2020, tampoco forman parte del menú disponible para eventos.

La oferta porteña

En la órbita de la ciudad de Buenos Aires, trimestralmente se actualizan los valores de los arrendamientos de espacios dependientes del Ministerio de Cultura, según los índices de Hacienda. Estos aplican para museos, bibliotecas y centros culturales así como emblemáticas sedes como la Usina del Arte o el Planetario, que además de sus interiores tiene arancelado el mapping exterior (casi $7.5 millones cuesta la hora de proyección en la atractiva esfera que hechiza a miles de personas que pasan por allí todos los días). También los teatros del Complejo Teatral se ofrecen a terceros, sin interferir en la programación de la temporada oficial.

Las posibilidades de arrendar el Planetario son varias: la sala de proyección o domo fuera del horario de actividades ($3 millones), el museo del primer piso ($1.1 millones) o el uso de mapping exterior, que por hora de proyección cuesta $7.5 millones
Las posibilidades de arrendar el Planetario son varias: la sala de proyección o domo fuera del horario de actividades ($3 millones), el museo del primer piso ($1.1 millones) o el uso de mapping exterior, que por hora de proyección cuesta $7.5 millonesGentileza Mutek

De esta manera, hasta el 31 de marzo, el canon diario por el alquiler de una sala en el Centro Cultural San Martín, por ejemplo, se paga $1.240.000 (en el caso de las A y la B, las más grandes). Casi tres millones de pesos cuesta la sala principal de la Usina del Arte (tres niveles de platea, escenario y anexos), edificio icónico donde se han realizado desfiles de moda, presentación de productos y sesiones fotográficas de importantes marcas, que también se puede rentar en su totalidad y en forma exclusiva, por $14.4 millones. El tarifario incluye una amplia variedad de espacios en el Centro Cultural Recoleta -donde el alquiler de un patio (como el de los Naranjos) cuesta $307.122, el microcine, $375.721 y la Capilla (también llamada auditorio Aleph), $752.073-; doce bibliotecas ubicadas en los diferentes barrios (desde $15.700) y el Anfiteatro Eva Perón de Parque Centenario ($4.452.651).

En el Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco se pueden realizar eventos; alquilar un espacio al aire libre cuesta desde $280.060 hasta $746.409 el jardín central
En el Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco se pueden realizar eventos; alquilar un espacio al aire libre cuesta desde $280.060 hasta $746.409 el jardín centralHugo Serra/Museos de la Ciudad

En cuanto a los museos dependientes de Cultura de la Ciudad, muchos tienen bellos patios, jardines y terrazas disponibles para eventos, como el de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco (desde $ 280.060), el de arte español Enrique Larreta (la pérgola cuesta $280.000 y los jardines casi un millón) y el Sívori, en el Rosedal ($186.916 y $744.521, respectivamente).

“Desde siempre creemos en una política donde los espacios puedan generar sus ingresos, que ayudan a financiar otras actividades culturales y garantizarle a más gente el acceso a la cultura. Por supuesto que esto es siempre en un marco de respeto por los espacios, y por eso la normativa es muy clara sobre el porcentaje de jornadas que podemos alquilarle al sector privado -observa la ministra porteña Gabriela Ricardes-. Y usamos también el sentido común para definir si una actividad nos parece adecuada. Pero tenemos que animarnos a dar estas discusiones, para nosotros ningún debate sobre el uso del espacio público es un tabú”.

La funcionaria se refiere así a la vigencia de la resolución original que indica que “los días de alquiler destinados al sector privado no deben superar el 20% de las jornadas que el organismo destine a actividades culturales o artísticas».

En la resolución ministerial de enero pasado, que fija los cánones para el corriente trimestre, se enumeran entre otras las actividades previstas para estas locaciones: “Congresos de divulgación científica, jornadas educativas y de capacitación, eventos de desarrollo de creatividad y de fomento de la actividad emprendedora, ceremonias de reconocimiento a actores sociales, foros de tecnología, entre otras, facultando a las autoridades máximas de los organismos dependientes de este Ministerio a suscribir los contratos de alquiler, ad referendum del ministro de cultura».

El tarifario general porteño excluye al Teatro Colón, que tiene sus propia normas de alquiler.

Fuente: Constanza Bertolini, La Nación